Elecciones: Las Sabias Lecciones del 23-N
Dos días después del 23-N tenemos en el país nuevas realidades políticas (y lecciones) para los amantes de la democracia. La más importante de todas, es la ejemplarizante participación de la población en la jornada electoral: 65.45 % de los electores decidieron que la vía electoral era el mecanismo idóneo para expresar su voluntad y opinión ante las realidades nacionales. Un record histórico, porque la abstención en los procesos regionales estaba en el orden histórico del 47%. Con esta inicial lectura, el ciudadano común surge como el principal protagonista de los cambios políticos que se avecinan y lo más importante, asume el hecho electoral como el instrumento de cambio. Que no se equivoquen los ganadores: El primer triunfo es para el ciudadano común que decidió salir a votar masivamente.
La segunda lectura es consecuencia de la primera. Los ganadores están bien legitimados, por el caudal de participantes y votos. Y aquí debemos destacar los importantes triunfos de la oposición en los Estados Zulia, Miranda, Carabobo, Nueva Esparta y Táchira y en la Alcaldía Mayor, municipios Sucre, Maracaibo sin dejar de mencionar las victorias en los consejos legislativos. Son triunfos emblemáticos por la importancia geográfica, electoral y porque estas regiones representan el epicentro de la actividad política, económica, cultural y social del país.
La tercera lectura del 23-N es la importancia de la unidad como estrategia política necesaria y aquí destacamos el potencial que representa este concepto en la renovación de la democracia: solo por la unidad se obtuvo esta victoria y solo por falta de unidad se perdieron estados importantes como Bolívar y Anzoátegui. El Zulia es un hermoso y emblemático ejemplo de unidad. Unidos hicimos frente a las ofensas y ataques del Presidente y los resultados favorecen hoy a todos los zulianos. Igual frutos dejo la unidad en Caracas y Miranda. El gesto que esperamos los venezolanos de a pie, es que los ganadores se comprometan en gestiones de gobierno que promuevan la unidad por encima de cualquier diferencia y que dejen a un lado la enfermedad contagiosa de la exclusión y hegemonía, que la tentación primaria del poder mal entendido.
La cuarta y última lección es que el chavismo es perfectamente derrotable en los próximos y más importantes eventos electorales. Pero esto solo será posible si aprendemos las tres lecciones anteriores y si los nuevos gobernantes están a la altura de las exigencias de la democracia que hoy se renueva.
Tengo renovada fe y esperanza en el país y este análisis me recuerda las palabras de Napoleón Bonaparte: “ Sabes Fontane lo que mas admiro? Es la impotencia de la fuerza para conservar algo. No hay si no dos poderes en el mundo: El sable y el espíritu. A la larga, el sable siempre es vencido por el espíritu”.
