Embrutecidos por el dinero
Hay que tomar la palabra de Juan Barreto, una frase que puede pasar a la historia, “embrutecidos por el dinero”. El subconsciente traiciona siempre y quienes tienen una vida desequilibrada no están en capacidad de controlarse. La lectura que muchos analistas le han dado al desafuero de Barreto revela la fase de desespero en que entra la cúpula chavecista, al ser sorprendida por el batacazo que ha dado Manuel Rosales y su candidatura unitaria.
Barreto queda desnudo y resulta en una figura grotesca, al decirle a su gente que el dinero embrutece, a lo que hay que agregarle que el poder no sólo hace eso en personas sin capacidad para gobernar, sino que también corrompe y destruye el alma. Pregunto, ¿Quiénes tienen el monopolio del dinero hoy en este país?, respondo, el gobierno. El gobierno nacional es el gran capitalista, el dueño de la inmensa masa de dólares producida por la renta petrolera, sí el gobierno, ni siquiera el Estado, o mejor dicho el partido de gobierno.
Si el dinero embrutece podemos comprender los venezolanos los entuertos de quienes dirigen al país, sumergidos en una borrachera de dólares, nuevos ricos y saqueadores, nuevos propietarios de cuentas en el exterior, amantes de suntuosas camionetas rústicas importadas llamadas Hummer –creo que así se escribe- relojes de los más finos, trajes de las firmas más costosas en el mercado internacional, viajeros constantes y visitantes de los hoteles más caros del mundo, dueños de nuevas mansiones precisamente en La Lagunita –dónde quiere expropiar Barreto-, nuevos empresarios en sectores financieros, como dueños de bancos y aseguradoras.
El dinero tiene embrutecida a esta revolución, que no ha solucionado y quizá no lo hará nunca, el problema de la vivienda, de la inseguridad, del empleo digno y de la industrialización del país. Quieren los de este gobierno monopolizar el derecho de ser brutos, brutos por el dinero, porque al pobre le dicen que ser rico es malo y ellos los que están en el poder viven en la “ricachonería” más descarada y mal habida de los últimos tiempos.
Si de brutos se trata no podemos incluir en esa lista a cubanos y demás países latinos que se benefician de nuestro petróleo en condiciones desventajosas para este país, porque los brutos que mandan aquí, nos han dicho que los cubanos nos pagan con médicos cubanos, en tres ocasiones me acerqué a un Centro de Diagnóstico Integral y la respuesta fue la misma: “no tenemos nada para atenderle”, la dura realidad que se vive en todos los hospitales y ambulatorios públicos. Los cubanos nos deben.
La brutalidad del gobierno se mide por las cantidades dinero que tienen bajo su control, y deja respondida la pregunta de muchos venezolanos pobres que aún no entienden porque viven en pobreza crítica a pesar que apoyan a su líder, a pesar que entra tanto dinero en nuestro país por la vía petrolera, allí les respondió Barreto: “embrutecidos por el dinero”.
Por supuesto que habrá quien diga que eso también lo hicieron los adecos en los gobiernos de la cuarta república, y con eso se justifican, pues hay que recordarles a estos “brutos por el dinero”, que en 1998 apenas unos 3 millones de venezolanos votaron por un cambio que nunca llegó.
