Empleo de Calidad
La creación de empleo es el desafío mayor de este siglo, es el gran reto de la nueva civilización y tiene que ser, la primera tarea de los conductores del nuevo país.
El 15 de Agosto la inmensa mayoría de los ciudadanos y trabajadores de Venezuela, saldrán a revocar no solo al gobierno, sino esencialmente a asumir un compromiso para reconstruir juntos a la nación fracturada. Esa actitud masiva, consciente y responsable conlleva también, un mandato para la sociedad en su conjunto y para los futuros gobernantes que implica un ejercicio de gobierno y de nación; revocar también, la mentira, la corrupción, la inseguridad, el hambre y por supuesto el desempleo.
La generación masiva de EMPLEO DE CALIDAD es el reto, entre otras razones porque para no ser pobre, derrotar la injusticia social y distribuir con equidad los ingresos, la gente por lo menos necesita un empleo. ¿Cómo se separa la pobreza del desempleo?. Pero, no se trata de un estado montado en la mentira de la protección coyuntural y populista de un programa para poner a los soldados a vender verduras, o de una misión para darle dinero a una mínima y selecta porción de desempleados, sino el de un estado, promoviendo y creando junto a todo el país, empleo productivo y libremente escogido.
Una visión nacional que incluya en la política macroeconómica global y en la agenda primaria de las autoridades públicas, los interlocutores sociales, económicos y laborales; el tema del empleo. Se trata de parir un camino conjunto donde las políticas económicas, presupuestarias, fiscal, monetaria, comercial, industrial y de desarrollo, se integren para generar empleo de calidad.
Una decisión de estado que contenga también la revalorización de los aspectos jurídicos del derecho al trabajo. Es decir, un estado que no sea instrumento de los procesos de desregulación y mercantilización del trabajo, que proteja contra el despido, que desarrolle una verdadera garantía temporal o seguro contra el desempleo, que decida con los actores del proceso productivo, un sistema real y sustentable de seguridad social integral, previsional y que sea vigilante exigente de los derechos sociales y colectivos de los trabajadores.
Hablamos de una visión que no incluye a las empresas que se niegan a crecer, a los empresarios ricos con empresas quebradas, a los empresarios que quieren seguir bautizados por el padrino estado y se niegan a competir y a incorporarse a los mercados internacionales, ni a los empresarios cuya filosofía de la producción supone que el trabajador es una mercancía que debe vivir con salarios de hambre y sin seguridad social, ni profesional. Pero, sí de empresarios que tengan una visión económica donde los mercados de trabajo por sustentarse del esfuerzo humano, garanticen condiciones de seguridad, equidad y dignidad para permitir una sustentable estabilidad económica y social. Sí de empleadores con un verdadero compromiso social y audacia económica que quieran encadenarse a tres grandes objetivos: empleo, crecimiento y a las necesidades esenciales del pueblo. Y por supuesto con sindicatos, federaciones y centrales, conducidas por un nuevo liderazgo, radicalmente renovado y preparado, para desarrollar una nueva agenda sindical; estratégica, programática y reivindicativa. Revocar el desempleo será el desafío inmediato más humano y exigente de Venezuela y los venezolanos.
