Fascistas, comunistas y militaristas

Hay entre nosotros una gran confusión en cuanto a los términos políticos. Mucha gente cree que los comunistas son la izquierda y los fascistas la derecha. En realidad fascistas y comunistas son, en esa ya obsoleta clasificación, de izquierdas. Fueron enemigos, rivales, porque competían por los mismos segmentos de la población. Y se diferenciaban en que unos, los comunistas, se consideraban internacionales o enemigos de las nacionalidades, y los otros, los fascistas, eran nacionalistas, y por eso se solían llamar nacional-socialistas. Pero unos y otros son militaristas, enemigos declarados de la burguesía y de la democracia y partidarios de la violencia. Lo que en Venezuela se ha vivido en los últimos años es la combinación de fascismo, comunismo y militarismo, mezclado con el peor de los populismos y la más rampante de las demagogias, todo al amparo de la riqueza que aporta los altos precios del petróleo. Y la riqueza que sale de comerciar sin ninguna vergüenza con lo que estos fascistas, comunistas y militaristas llaman “el Imperio”, que es, por cierto, el más notable ejemplo de poder de la burguesía en la historia de la humanidad. Y alimentado también por la falta de coherencia de la oposición, y por los años de prédica contra los partidos políticos y los políticos profesionales, prédica que encabezaron los dueños de medios de comunicación convencidos de que ellos sustituirían a los políticos profesionales y a los partidos políticos. Bien caro están pagando su error. Y bien caro que nos han hecho pagar su disparate, del que sólo saldremos si logramos, los que creemos en la democracia, rescatar de la aberración a la inmensa mayoría de los que en ella viven.