Guayana: ¿Socialismo o Desastre?
Desde hace algún tiempo pienso que Guayana puede ser la piedra que produzca el desplome del alocado régimen chavista. La deducción es sencilla. Allí funcionan las llamadas industrias básicas y se genera más de la mitad de la energía eléctrica que mueve a Venezuela. Debido a la esquizofrénica política de estatización, el gobierno ha tomado el control de la totalidad de las grandes empresas ahí establecidas, algunas con miles de trabajadores, con inflamadas palabras soliviantaron a muchos de éstos, quienes instigados por activistas chavistas pedían a gritos la nacionalización de SIDOR y otras empresas. Hoy el arrepentimiento es gigantesco.
Con personal gerencial más interesado en enriquecerse que en hacer prósperas a esas industrias, la amenaza de ruina se cierne sobre Guayana. La incompetencia e ineptitud de los altos mandos de la CVG y del Ministerio de industrias básicas, sumados al sectarismo cerril e infantil está provocando que estalle catastróficamente esa olla de presión, que desde hace diez años ha estado al rojo vivo. Miles de trabajadores, muchos de ellos con profunda formación, ideológica, política y laboral, capaces de analizar e identificar claramente las razones de la crisis, no pueden ser engañados con consignas huecas o palabras vacías. Necesitan hechos, acciones concretas y no tolerarán que los lancen a una guerra fratricida contra quienes piensan en forma contraria a los intereses del régimen. La siembra de la división no prosperará entre los trabajadores guayaneses.
La hora de las mentiras está por terminar. Las demostraciones de unidad entre esos trabajadores nos hizo recordar a los obreros de los astilleros que dieron con el traste con el comunismo opresor y represor en Polonia, y que llevaron al jefe del sindicato Solidaridad, Lech Walesa a la presidencia de ese país.
Con el pueblo y los trabajadores nos preguntamos si lo que sufre Guayana es socialismo o desastre.
