Hacer visible la oposición
El politólogo y profesor universitario Ricardo Sucre propuso recientemente una reunión entre los posibles candidatos opositores de mayor opción para delinear un acuerdo de estrategia a seguir en relación con las elecciones programadas para el 3D.
El mérito de esta propuesta se centra en dos premisas válidas. La primera, que es necesario que los actores con base electoral real asuman la dirección de la batalla por condiciones aceptables para la consulta electoral. Hablaba el analista de Borges, Petkoff y Rosales que son los que las encuestas muestran mejor posicionados ante la opinión pública. Quizás sea oportuno incluir en este grupo a Marcel Granier propulsor junto con otros venezolanos del documento sobre el mandato del pasado 4D. La segunda es que la oposición, independientemente del porcentaje que sea, necesita de un brazo conductor pues pareciera que esos cuatro millones de electores que votaron a favor de revocarle el mandato a Chávez hace año y medio se hubieran esfumado como por arte de magia.
Es posible que este planteamiento sirva para romper el círculo vicioso, de que va primero, si las condiciones o el candidato, pues tiene la virtud que ataca los dos temas de inmediato, en momentos en que la apatía y la desconfianza impiden que la oposición se haga visible y comience a mostrar garra.
Otra de las recomendaciones de lo planteado es que deja que las encuestas, mandadas a hacer por el propio grupo durante tres o cuatro meses, investigue por quien se inclina la mayoría opositora lo cual obvia el tener que ir a unas primarias las cuales podrían fracturar y disgregar aún más a la oposición, en vez de aglutinarla.
Esta estrategia permitiría que el grupo opositor se concentrase en un plan de acción práctico que exija al Comité de Postulaciones un CNE independiente, que demande una revisión exhaustiva del REP y un conteo manual de los votos una vez cerradas las mesas. Este plan pudiera iniciar un proceso gradual de incorporación activa de electores que es sin duda una buena forma de luchar y de recuperar el compromiso individual en el logro del objetivo común.
Yo me anoto en el plan de hacer visible a la oposición. Es grande la desventaja en términos de recursos y de medios, pero cruzarse de brazos nos haría tan invisibles que podríamos desaparecer sin gloria y con mucha pena.
