Opinión Nacional

Háganse los muertitos y déjennos incumplir, destruir, ofender, perseguir y saquear

Pareciera que el titulo de este escrito, es una premisa del chavismo, dirigida a los venezolanos de la oposición, solicitándonos que se permita y garantice al gobierno impunidad absoluta, para “administrar” cómodamente a Venezuela sin interferencias de persona o institución nacional y/o internacional alguna. Es evidente, que al gobierno chavista le molesta enormemente que la oposición se empecine en que todo se haga correctamente dentro de la constitución y de las leyes.

El tema, es a propósito de los últimos eventos escenificados por declaraciones y actuaciones de chavistas como José Vicente Rangel, quién acusa a la oposición de utilizar las denuncias de corrupción para desestabilizar al gobierno. También, por la actuación de la deslegitimizada Asamblea Nacional, que vota para que Rafael Isea presente en ese recinto, denuncias de corrupción en contra del ex gobernador de Aragua Didalco Bolívar, e impide y bloquea la propuesta del diputado Ismael García para que el gobernador de Miranda y los alcaldes de Caracas y de Sucre presenten acusaciones por corrupción en contra de Diosdado Cabello, Juan Barreto y José Vicente Rangel Ávalos Hijo, estos últimos líderes chavistas.

El chavismo esta altamente molesto con los medios de comunicación, por que no se quedan muertitos como ellos aspiran. Son extremadamente frecuentes las amenazas de muerte y arremetidas físicas y verbales en contra de los medios de comunicación y sus empleados, por informar sobre las irregularidades que el chavismo desea obstinadamente en ocultar, entre las cuales la corrupción, la negligencia y la inseguridad nacional tienen un lugar preponderante.

Venezuela ocupa hoy día como país, uno de los últimos lugares del mundo en transparencia, que es como afirmar, que es uno de los países más corruptos del mundo. Sin embargo, aún cuando el chavismo en la voz del presidente Hugo Chávez ha declarado la guerra a la corrupción, no hay manera de que la Contraloría, la Fiscalía, la Asamblea Nacional y los demás organismos competentes en la materia, aceptan las denuncias e investiguen las incontables demandas de corrupción hechas por diferentes personas e instituciones.

Es decir, esa es una guerra aparente en contra de la corrupción, solo para fines electorales, ya que no existe voluntad política para realizarla. El chavismo ha construido un efectivo muro de contención mediático contra todo tipo de denuncia por corrupción o negligencia que se haga en contra del gobierno o de cualquier miembro de los partidos del gobierno (PSUV, PPT, PCV, etc.). Son innumerables las denuncias por corrupción en contra de los chavistas, y es común la existencia y circulación de listas de chavistas con millones de dólares en el exterior, sin que se abran las averiguaciones de rigor. El caso del maletín de Guido Alejandro Antonini Wilson, es solo un caso de muchísimos otros, que permanecerán sin investigación, ni culpables.

Pareciera ser que las instrucciones dadas a los poderes del estado venezolano son las de que solo se procesen las denuncias de corrupción provenientes del chavismo en contra de la oposición, a quienes incluso, les aceleran los procesos, les inventan cargos, les improvisan testigos, les forjan documentos y pruebas y les adelantan las condenas, sin darles la oportunidad de una justa y legitima defensa.

Por el contrario, cuando las denuncias provienen de la oposición, contra los funcionarios del gobierno o gobernadores y alcaldes del chavismo, las instrucciones parecieran ser las de bloquearlas o sabotearlas para que estas denuncias no sean procesadas, a sabiendas de que todo el gobierno nacional, pareciera estar contaminado con el germen de la corrupción, la cual luce galopante e incontrolable.

Las razones de esta impunidad, absoluta, incomprensible y absurda, parecieran ser múltiples y variadas. Una de ellas, quizás la mas importante, pudiera ser la del posible derrumbe inmediato del gobierno que se produciría, de hacerse estas denuncias públicas y procesarse hasta sus ultimas consecuencias. De allí la gran preocupación mostrada por José Vicente Rangel, de acusar a la oposición de desestabilizadora, por seguir denunciando.

Es un hecho evidente, que el gobierno no necesita de la oposición para desestabilizarse. Son las políticas económicas y sociales equivocadas, así como las actuaciones irregulares, fraudulentas y forajidas del mismo gobierno, quienes provocan apresuradamente su propia desestabilización.

El chavismo se encuentra en un gran atolladero, para continuar implantando su proyecto político comunista. Dado que los venezolanos no terminamos de hacernos los muertitos y preferimos seguir denunciando, ellos no encuentran la forma de implantar medidas más radicales que las ya implantadas, como lo serían: la eliminación de la propiedad privada, la imposición del currículo educativo socialista, la confiscación de las restantes empresas privadas, la eliminación de alcaldías y gobernaciones, y por supuesto, la eliminación de la libertad de expresión, entre muchas otras medidas complementarias, contenidas en las 69 leyes de la derrotada reforma a la constitución el 2/12/2007.

He allí las verdaderas razones por las que Venezuela posiblemente se retire de la OEA, tal como se lo estaría indicando Fidel Castro a Hugo Chávez, cuando declara que Cuba no está interesada en reingresar a esta organización. Es evidente, que los gobiernos comunistas o totalitarios, son incompatibles con una organización que aglutina a naciones democráticas y es el custodio de las libertades, de la justicia y del respeto a los derechos humanos, en América, condiciones éstas que no cumple Cuba, desde hace unos 50 años, ni cumple más recientemente Venezuela, con la llegada del chavismo al gobierno.

En Venezuela muchísima gente se han hecho los muertitos, y al igual que los chavistas prominentes, se han enriquecido groseramente saqueando al erario de la nación. El saqueo es de tal magnitud, que de los 900.000 millones dólares aproximados que han ingresado al fisco venezolano durante estos últimos 10 años, al parecer, solo se puede contabilizar y auditar la mitad de esta astronómica cantidad, como gastos e inversiones. Se desconoce la utilización dada a la otra mitad de esos ingresos. Algunos dicen que es imposible auditarla.

Afortunadamente, a pesar de todas las libertades y los espacios perdidos de la democracia, con la llegada del chavismo al poder, todavía existen reservas morales en Venezuela, que jamás claudicarán, ni se arrodillarán, ni se harán los muertitos ante este nefasto y corrupto gobierno. Esa es precisamente la gran preocupación del régimen chavista, quién estimaba que a esta fecha, casi todos los venezolanos disidentes, nos estaríamos haciéndonos los muertitos, y para despecho de ellos, aún permanecemos bien vivitos. Fin.

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