Inseguridad, un dolor evitable
Hace pocos días tuve la oportunidad y el honor de representar a Venezuela en un foro internacional sobre el tema de la inseguridad en América Latina en Bogota.
El foro contó con intervenciones del Presidente Álvaro Uribe y los expresidentes Vicente Fox, Jorge Quiroga, Belisario Betancourt, Armando Calderón Sol, José Maria Aznar, Leslie Manigat y Basdeo Panday, así como representantes de 32 movimientos políticos de la región.
Durante el evento se analizo a profundidad las causas de la violencia en América Latina y se desarrollo las vinculaciones entre guerrilla, paramilitarismo y narcotráfico.
Igualmente, se analizaron distintas propuesta de políticas y soluciones que se han aplicado en la región: tales como la descentralizacion de los cuerpos de seguridad, el desarme de la población, la relación entre países productores y consumidores de drogas, la democratización al acceso a la justicia para el pueblo, multiplicando el numero de jueces y fiscales, invertir en mas y mejores policías con formación ciudadana y crear agencia regionales donde los gobiernos puedan unirse contra el crimen organizado: narcotráfico, secuestro y sicariato.
Por nuestra parte, destacamos que el tema de la seguridad tiene doble reto: resolver los problemas de la impunidad en su emergencia del día a día, a través de la prevención y la acción policial intensa, mientras se consolidan y construyen instituciones para el largo plazo, a través de un sistema de justicia fuerte.
Tenemos que convencernos, como una realidad y una prioridad, que sólo un sistema de justicia fuerte, contundente y accesible a todo el pueblo, se puede vencer la violencia y la impunidad que carcome a nuestra región.
Uno de los debates de fondo del evento es el dilema de cómo lograr construir una sociedad con paz y seguridad, al tiempo que se respeten los derechos humanos. Es decir, como unir seguridad y democracia.
La respuesta es que si se puede. Más bien tenemos que ver como la promoción de la violencia y la inseguridad, mezclado con ideologías políticas, son los enemigos más amenazantes del progreso de nuestros pueblos.
Sin seguridad es imposible construir el desarrollo, la justicia y la paz que merecemos.
Cuando un gobierno y una sociedad tienen la voluntad de trabajar juntos, se puede vencer la inseguridad y evitar tanto dolor.
