Opinión Nacional

Intervención del embajador Jorge Valero ane el Consejo Permanente de la OEA

Intervención del Embajador Jorge Valero ante
El Consejo Permanente de la OEA

Washington, D.C., 16 de octubre de 2002

Señor Presidente,
Señor Secretario General.

Distinguidos Representantes Permanentes y Alternos.

En nombre de la delegación de la República Bolivariana de Venezuela me permito adelantar nuestra complacencia por la información tan objetiva y ajustada a la naturaleza del proceso político venezolano, que nos ha presentado nuestro Secretario General, el doctor César Gaviria. Permítaseme confesarles que tuve noticias de que nuestro Secretario General iba a presentar este informe, en la mañana de hoy, cuando él me hizo una llamada telefónica, razón por la cual he tenido que romper la costumbre que me caracteriza de redactar mis discursos y consignarlos en textos cuando se trata de opiniones de carácter muy relevante que inciden sobre la vida del hemisferio y en este caso sobre mi país. He tenido por lo tanto que improvisar estas palabras, razón por la cual pido excusas por las posibles imprecisiones que en el curso de ellas pudieran presentarse.

No hay vida sin diálogo

Quisiera señor Presidente, recordarles a ustedes que son lectores acuciosos de la producción intelectual, que a finales de la II Guerra Mundial un escritor muy connotado expresó lo siguiente y permítanme citar de manera textual; me refiero a Albert Camus, quien dijo: “No hay vida sin diálogo… Proclamamos que es mejor equivocarse sin matar a nadie y dejar hablar a los demás, que tener la razón en medio del silencio y los cadáveres”, cierro la cita de este escritor.

Dejar hablar a los demás, repito, dejar hablar a los demás, respetar el pluralismo, la disidencia, hasta el terreno de lo indecible, ha sido la conducta del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela que lidera Hugo Chávez Frías, que ha observado esa conducta, estricta conducta, a lo largo de sus tres años de gobierno. En Venezuela desafortunadamente se ha desafiado en forma subversiva el sistema democrático, se ha insurgido por la fuerza en contra del orden constitucional, se ha detenido al Presidente y encarcelado y sometido a vejámenes violatorios de múltiples principios que rigen la doctrina hemisférica sobre los derechos humanos, se ha insurgido contra un gobierno legítimamente electo, y en ese camino, se ha disuelto todos los poderes del Estado, se ha decretado la abolición de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que nos hemos permitido distribuir ante ustedes hoy; se ha desatado represión contra los miembros del Gobierno, sus autoridades principales, en los pocos días en que esa junta totalitaria usurpó el poder; se incita a asesinar al Presidente por los medios de comunicación social y leo uno de ellos: “Es lícito matar a un gobernante cuando éste incumple las leyes, comete injusticias y deja de gobernar”. Se insulta la investidura presidencial, se inventan mentiras y calumnias contra el Jefe del Estado y su familia, de manera subliminal se hacen circular convocatorias a derrumbar el régimen democrático, sin embargo, Venezuela continúa su camino democrático.

Cambios profundos en democracia

Venezuela vive, distinguidos representantes, un momento de cambios sustantivos en la dirección de su curso histórico. No se trata de un simple cambio de gobierno, de una simple fachada jurídico política de la representación tangible del poder, se trata de un cambio de época, se trata en definitiva de que en Venezuela hemos recorrido un ciclo histórico que ha colapsado. Mi país, Venezuela, país petrolero por excelencia que ha acumulado las más inimaginables riquezas a lo largo de los últimos años y los resultados: 40% de pobreza crítica, 80% de pobreza. De modo que los que soñamos con la justicia, la libertad y la democracia tenemos derecho a luchar porque en Venezuela se instaure un gobierno de naturaleza distinta a los que hemos tenido a lo largo de los últimos años. Tenemos derecho a cuestionar el modo como se han articulado las injustas relaciones de la sociedad venezolana. Tenemos derecho a cuestionar el modelo prevaleciente a nivel mundial que ha causado tan perturbadoras consecuencias en todos los países del hemisferio y particularmente en Venezuela. Nosotros declaramos de manera responsable que el neoliberalismo salvaje debe ser reemplazado por una sociedad más humana en la cual no solamente se respeten los derechos humanos consagrados en la tradición libertaria de nuestros pueblos, sino que también se establezca un orden social de justicia, como lo hemos expresado una y otra vez, -y permítaseme repetirlo ahora- la justicia es el otro componente de la democracia; democracia y justicia constituyen los pilares de la nueva sociedad por la cual luchamos y por la cual continuaremos bregando para que en Venezuela se impulse ese proceso.

Los cambios, queridos amigos, encuentran resistencias y hay resistencias como las que se expresaron a través del golpe de Estado del pasado 11 de abril. Sin embargo, permítaseme informarles también de manera responsable que la mayoría determinante del pueblo de Venezuela está de acuerdo y procura que esos cambios, que esas transformaciones, que esa revolución democrática como bien la calificara el ex presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, cuando presenció la elección democrática y constitucional del presidente Hugo Chávez, afortunadamente, repito, esos cambios y transformaciones están teniendo lugar en democracia; estamos asistiendo a una democracia participativa. ¿De qué otra manera puede calificarse que la semana pasada millones de personas recorrieran las calles de Caracas y no ocurriera ningún hecho que lamentar?

Según la oposición, un millón de personas respaldaron su predicamento. Según el Gobierno dos millones de personas respaldaron sus banderas. No viene al caso entrar en consideraciones matemáticas, pero lo importante es destacar que ese proceso democrático que llamamos democracia participativa -que constituye un desarrollo y perfeccionamiento de la democracia representativa, esto es, un estadio superior de ella- se está transitando en Venezuela. Estamos asistiendo al protagonismo del pueblo y ese protagonismo del pueblo está aplicando esta Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, que contiene los sueños de nuestros libertadores, desde las históricas luchas de las poblaciones indígenas, pasando por las luchas campesinas del siglo pasado hasta llegar a las luchas libertarias por la democracia y por la libertad contra dictaduras oprobiosas que han ocupado parte importante en la historia nacional.

En ese sentido, quiero decirles a ustedes sin falsa modestia que la experiencia venezolana vale la pena estudiarla. Y vale la pena estudiarla, porque queremos decirlo también, las formas democráticas, los modelos democráticos tienen que tener una diversidad. Falsos los predicamentos de aquellos quienes consideran que hay un modelo único de democracia. El nuestro es un modelo de democracia que, en este período histórico, enfatiza la lucha por la justicia y otorga a la lucha contra la pobreza la preeminencia fundamental en la gestión del Estado. Respetamos los modelos democráticos que han escogido los países del hemisferio. Venezuela suscribe y ha contribuido -como ustedes lo saben de manera fundamental- a ese texto maravilloso que constituye la Carta Democrática Interamericana, a cuyos efectos hemos procurado que se le otorgue, como en efecto se le otorga a la lucha contra la pobreza hemisférica, la prioridad fundamental que se requiere. Hemos también sostenido que para que haya democracia es necesario que haya pluralismo, respeto a la disidencia, respeto a la libertad, respeto al opositor.

Absoluta libertad de expresión

Tres años de gobierno democrático del presidente Hugo Chávez. Ni un solo torturado, ni un solo asesinado, ni un solo preso político, ni un solo periódico clausurado, por el contrario, florece la libertad y se ensanchan los espacios de la democracia participativa. En otros tiempos, en mi país se recurría a la famosa figura de la investidura presidencial. La investidura presidencial llamada también majestad presidencial, era una figura a través de la cual cualquier ciudadano que insurgiera, que criticara al Jefe de Estado, se le consideraba un hombre al margen del Estado de Derecho y se le aplicaba -como me aplicaron a mí siendo un joven estudiante de liceo- la justicia militar. Porque no se distinguía entonces la jurisdicción militar de la jurisdicción civil. Ahora, por el contrario, se hace cualquier tipo de señalamientos contra el Presidente; por fortuna el ex presidente Jimmy Carter en un informe excelente que invito a ustedes a leer de su visita a Caracas, dijo, que en Venezuela reinaba una amplia libertad de prensa. Expresó: “Sí creo que la libertad de expresión está vivita en Venezuela”. Y hay un informe que invito también a leer a ustedes que elaboró Human Rights Watch que coincide con lo planteado por el ex presidente Jimmy Carter.

La prensa tiene posibilidades de criticar como quiera criticar. La prensa tiene derecho a cuestionar como cuestiona en Venezuela. Valdría la pena preguntarse, sin embargo, hasta dónde llegan los límites de la libertad, porque la libertad obviamente tiene que ser para respetar el derecho de todos, debe ser para respetar la verdad. La libertad no está reñida con la verdad. La libertad, por el contrario, es el mecanismo a través del cual la verdad se hace esplendorosa. En Venezuela, queridos amigos, queridos representantes, distinguido Presidente, distinguido Secretario General, todavía hay factores golpistas. Hoy mismo en la prensa de Venezuela se entrevista a un prominente dirigente de la oposición que forma parte de la llamada Coordinadora Democrática; me refiero a una personalidad distinguida, Leonardo Pizani, (está hoy desplegada en uno de los periódicos más importantes del país, en el diario El Nacional), y dice este dirigente de la oposición que en la Coordinadora “hay agendas ocultas, sobre la base de ideas equivocadas pero profundamente enraizadas, como la idea de que la salida de fuerza es más rápida y demostraría una mayor valentía. Ese es una percepción que tiene mucha gente en Venezuela, y la Coordinadora refleja ese sentimiento…Abomino de una salida de fuerza porque esto nos podría lanzar al barranco de una dictadura que en Chile duró 17 años y que en la Argentina costó 30 mil muertos. Es posible que haya muchos interesados en un Golpe de Estado”. Afortunadamente los sectores golpistas están reduciendo su esfera de influencia y he allí entonces la responsabilidad de la OEA.

La responsabilidad del Consejo Permanente y la responsabilidad de los cancilleres reunidos en Asamblea General, responsabilidad que ha sido cumplida de manera magnánima porque tenemos cuatro resoluciones, dos de ellas de los cancilleres, una en Washington después del golpe de Estado, me refiero al 18 de abril; otra en Barbados también tan aleccionadora aprobada el 4 de junio y dos resoluciones del Consejo Permanente, la primera el 13, el día del golpe, y otra más reciente y ¿que dicen las resoluciones del Consejo Permanente y de los cancilleres?. Permítanme resumir porque ustedes las conocen mejor que yo o igual que yo, dicen cuatro cosas fundamentalmente. La voluntad política del hemisferio dice, en primer lugar, que es satisfactorio -y así lo expresaron los cancilleres- que se haya restituido en el poder el presidente democráticamente electo Hugo Chávez Frías; satisfacción que quedó expresamente consignada en la resolución de Washington. Pero hay otras importantes resoluciones. Condenar el golpismo. Ha habido una discusión “metafísica” en Venezuela respecto a si lo que ocurrió fue un golpe o fue una alteración inconstitucional. La respuesta la dio el mismo Consejo, la dio la Asamblea General de Cancilleres de Barbados y se dijo que en Venezuela se produjo una ruptura de la democracia, un quebrantamiento del Estado de Derecho, una vulneración de los principios fundamentales que rigen la vida democrática.

Pero ustedes son testigos, queridos Representantes Permanentes, porque el día 13 de abril cuando discutíamos aquí la resolución en el marco de un proceso que terminó revirtiéndose a favor de la democracia en Venezuela, cuando millones de venezolanos tomaron las calles para restituir pacíficamente al presidente Chávez; esos millones de venezolanos, esos pobres de los barrios, esos preteridos en la historia de Venezuela tomaron las calles de manera pacífica e hicieron que los golpistas huyeran de Miraflores. En esta oportunidad, recuerden ustedes, que el señor Pedro Carmona Estanga, ese dictadorzuelo que llaman de manera jocosa en Venezuela, Pedro el Breve, llamó al Secretario General, según él nos informó aquí en la reunión el sábado 13 por la mañana para decirle que él había disuelto todos los poderes del Estado. Si la Carta Democrática, distinguidos representantes, es para castigar o en todo caso para llamar la atención y excluir de ser posible a aquellos que vulneren el Estado de Derecho, que quebranten alguno de los poderes de Estado. No fue, por cierto, la experiencia de un país hermano en el que un Jefe de Estado disolvió uno de los poderes lo que hizo pensar en la necesidad de crear una nueva institucionalidad, en desarrollar el Protocolo de Washington y la Resolución 1.080 de Santiago. No fue esa la explicación; precisamente quiero recordarles a ustedes que la delegación venezolana durante el debate sobre la Carta Democrática presentó una propuesta que desafortunadamente, digo ahora, no fue acogida. Dijo Venezuela –y eso está consignado en el documento que circuló entonces que está por supuesto en la página web de la misión diplomática de Venezuela y aparece en los archivos de la OEA- dijo Venezuela: aquel que quebrante, que vulnere, que modifique, que sustituya –y éstas son expresiones de la propuesta venezolana- cualquiera de los poderes del Estado debidamente constituidos y consagrados en las constituciones de los países respectivos, quedará fuera del sistema interamericano.

Consolidemos la democracia

Pero ¿qué fue lo que ocurrió en Venezuela el 11 y el 12 de abril? Fue un golpe de Estado de los más tenebrosos que hemos tenido en la historia nacional. Se disolvieron todos los poderes, absolutamente todos, y el dictadorzuelo de turno se proclamó Jefe Supremo de lo humano y de lo divino y recurrió justamente a prácticas solamente conocidas en el Imperio Romano, en los tiempos de Tiburcio; de modo que ocurrió ciertamente un quebrantamiento de la democracia, una ruptura de ella como lo dijo el Consejo Permanente y como lo dijeron los cancilleres. Por fortuna, distinguidos representantes, Venezuela asiste a un florecimiento de la democracia y de la libertad. El Consejo Permanente y los cancilleres han respaldado, y lo han dicho expresamente: respaldamos el diálogo que impulsa el presidente Hugo Chávez y ofrecemos al gobierno de Venezuela el respaldo que el gobierno de Venezuela demanda con base en el orden jurídico interamericano que nos rige. Venezuela ha solicitado específicamente a tres organismos internacionales: la Secretaría de la OEA, al Centro Carter y a la Organización de las Naciones Unidas a través del PNUD apoyo de facilitación. Hemos pedido facilitación para que se contribuya a doblegar los espíritus que siguen empeñados en adulterar el curso democrático, para que se contribuya a disuadir a los golpistas, a los antidemocráticos, a los que están al acecho para repetir historias funestas ya superadas en la historia del hemisferio.

Es esto lo que pedimos y por eso es que hemos saludado al Secretario General y sus gestiones, hemos estado en contacto con él permanentemente. Esperamos que visite a Venezuela pronto y que podamos compatibilizar la agenda suya, señor Secretario General, con la del presidente Hugo Chávez. Pero quiero decirles finalmente que Venezuela pide el apoyo de la OEA. Quiero repetir la frase pronunciada en una ocasión por el Embajador de Argentina: “Ayudemos a Venezuela a consolidar la democracia”. Y ayudar a Venezuela a consolidar la democracia es disuadir a los golpistas, a los factores ultra reaccionarios, a los factores fascistas, porque quiero decirles, mis queridos amigos y hermanos latinoamericanos caribeños y del Norte de América, que han resurgido en Venezuela elementos perversos contra la cultura democrática.

Ciertamente el racismo constituye una de las perversiones de la vieja sociedad. En Venezuela, como consecuencia de un proceso de mestizaje interesante que viene de la Colonia, de alguna manera se ha focalizado el racismo en ciertos sectores, en ciertos nichos de la sociedad, pero hoy se utiliza el racismo, se descalifica al presidente Chávez por su herencia tradicional de la cual nos debemos sentir orgullosos todos los venezolanos que somos expresión de ese maravilloso mestizaje, de esa maravillosa integración étnica de la cual somos fruto y de la cual nuestro Libertador Simón Bolívar tanto orgullo expresaba por ella. Pero ¿qué se dice del Presidente? Por ejemplo, entre los ataques contra el presidente Chávez se le tilda de ser “Zambo” y se utiliza el elemento racista en la lucha política como nunca había ocurrido en Venezuela. Quiero que ustedes sepan, quizás algunos lo saben, que la expresión “Zambo” proviene de la sociedad colonial. “Zambo” era el hijo, producto de la unión entre un negro esclavo y un indígena. Y esto se utiliza como una manera de descalificar la condición étnica de una parte fundamental del pueblo de Venezuela que ostenta con orgullo la condición de “Zambo”, que ostenta con orgullo la condición de mestizo, porque mestizos somos y mestizos nos sentimos orgullosos de ser. De modo que ha ocurrido que se levantan las banderas del racismo y las banderas del fascismo, se levantan las banderas del anticomunismo primitivo, más primitivo y obtuso, que sólo se conociera en los tiempos previos a la II Guerra Mundial.

Justicia social y respeto a la propiedad

Quiero citar dos ejemplos porque no hay tiempo para citar más. Se acusa al Gobierno por haber promulgado la Ley de Tierras. Para entender la resistencia que ella ha provocado en algunos sectores, hay que tener presente que en Venezuela existen predios que sobrepasan las 80 mil hectáreas y que, en ciertos casos, han sido el resultado de la apropiación indebida de ejidos y tierras baldías que son propiedad de la Nación. Según esa Ley, los poseedores de predios superiores a 5 mil hectáreas deben presentar sus títulos de propiedad. El Gobierno no los va a expropiar. Sólo pide que se demuestre la legitimidad de esa propiedad. Y con respecto a las tierras ociosas, aquellos latifundios que no están en producción y cuya propiedad corresponde a la Nación, el Estado facilitaría la inversión para hacer productivas estas tierras. Pero si aún así esta posibilidad no es aceptada, el Estado procedería a recuperarlas para darles un uso social. En realidad, lo que se está tratando de hacer en Venezuela es de aplicar los nobles principios de equidad y de justicia social que orientaron procesos en éste hemisferio, como lo fueron la Revolución Mexicana de comienzos del siglo pasado, liderada por Emiliano Zapata, y la Revolución de Estados Unidos del siglo ante pasado. Pero a ese intento democratizador y modernizador, los sectores ultramontanos de la sociedad lo califican de “comunista”.

Otro ejemplo que quiero citar aquí es la Ley de Pesca. En Venezuela se extendía la frontera para la pesca de arrastre a tres millas náuticas. El Gobierno propuso una ley para extenderla a cinco millas náuticas, pero resulta que lo que el Gobierno está diciendo es que la pesca de arrastre que en Europa ha sido prohibida por la Unión Europea porque precisamente es un mecanismo de depredación de la fauna marina, (por razones ecológicas está prohibida la pesca de arrastre en Europa), en Venezuela no se prohibió con la Ley de Pesca, lo que se le dijo a los señores empresarios, algunos de los cuales compraron flotas en Europa, en países que, al haberse prohibido la pesca de arrastre llevaron rastreadoras a nuestro país; lo que se les dijo fue: corran un poco la frontera marítima donde van a pescar. Es decir, podrán pescar. Pero un poquito más allá. Dejen que los campesinos, los pescadores artesanales, los centenares, los miles de hombres pobres que viven de la pesca, tengan también derecho a pescar. Y esa medida que, por cierto, no significó la eliminación de ese tipo de pesca de -ya que no se eliminó y sigue existiendo- se le considera “comunismo”.

En Venezuela el 50 % de los señores propietarios de empresas evaden impuestos; no pagan correctamente sus contribuciones al fisco…¡Paguen los tributos! El Gobierno lo que está diciendo es que paguen los tributos. Aquí, en este país, en Estados Unidos, el que no paga los tributos comete un delito y quiero recordarles que un señor llamado Al Capone, muy famoso por sus andanzas, fue condenado a prisión no por sus crímenes sino por no pagar los impuestos. Eso es lo que estamos pretendiendo en Venezuela. Un poco más de justicia. Que protesten los protestatarios. Que cuestionen los que quieran cuestionar… pero tenemos el derecho, los que creemos en la justicia, los que tenemos sueños por los cuales hemos luchado durante toda nuestra vida, tenemos derecho a luchar por la gente que ha sido excluida. ¿Y qué es lo que explica el respaldo popular que tiene el Presidente Hugo Chávez, que es lo que explica que los pobres sean principalmente los que respalden al Presidente de la República? Porque son los que nunca han tenido voz, los que siempre han sido excluidos, a los que se les considera “chusma”. Cuando manifiestan millones de personas a favor del presidente Chávez, la mayoría de ellos gente pobre, gente humilde, gente de clase media, se les considera “chusma”, se les considera “Zambos”, se les considera “malandros”, se les considera “fascinerosos”, se les endilga todo tipo de descalificativos que se usan contra la gente sencilla. En cambio, cuando protestan miles de personas contra el gobierno, que también tienen derecho a protestar, se les llama “sociedad civil”. Por favor, por favor, justicia, democracia, eso es lo que pedimos.

Saludamos entonces el Informe del Secretario General. Esperamos que su gestión siga siendo útil. Quiero reconocer aquí, en nombre del Gobierno de Venezuela, las gestiones adelantadas por la Comisión Tripartita. Quiero también reconocer, de manera expresa, las gestiones del Secretario General; esas gestiones han sido útiles y hay un resultado al cual él se refirió ya. La mayoría de los sectores de la oposición firmaron ésta Declaración de Principios, como le consta al Secretario General -es más todavía hoy, en este momento que estamos hablando- hay tres partidos, que se resisten a firmar esta Declaración. Es, como decía el Secretario General de manera atinada, un dossier muy general, de principios muy generales, dice la Declaración: “Reafirmamos que los problemas de Venezuela pueden y deben ser resueltos por los mismos venezolanos, en el marco de la Constitución y de las leyes de la República Bolivariana de Venezuela… Comprometemos nuestra colaboración abierta con el Grupo de Trabajo, (el Grupo Tripartito), a fin de explorar las fases preparatorias para poner en marcha un proceso de acuerdos asistido y verificable que permita alcanzar, a través de un mecanismo consensuado, soluciones políticas ajustadas al marco constitucional”.

¿Por qué se han resistido tanto a firmar esta Declaración de Principios que el Gobierno ve con simpatía, que el Gobierno respalda? Es más, quiero decirles que el Gobierno está convocando a todos los sectores nacionales, no solamente a los que están agrupados alrededor del Gobierno ni a los que están agrupados alrededor de la Coordinadora Democrática. No. A todos los sectores. Todos los sectores nacionales deben firmar esta Declaración y el Presidente de Venezuela encargado en este momento, José Vicente Rangel, porque el Presidente Chávez, como ya dijo el Secretario General, está haciendo una visita de Estado por Europa, firmará esta tarde esta Declaración de Principios.

Pero hay todavía sectores que se resisten, porque creen que es posible retrotraer la rueda de la historia, y en Venezuela no hay vuelta atrás. En Venezuela no hay vuelta atrás para la vieja política, no hay vuelta atrás para la democracia falsificada, no hay vuelta atrás para la injusticia. En Venezuela continuaremos hacia delante y por eso es que estamos convocando a todos los sectores nacionales, a los demócratas que son mayoría en Venezuela, porque en la Coordinadora Democrática hay una mayoría democrática, en la Coordinadora hay una mayoría que quiere transitar el camino constitucional. Vamos a explorar los caminos que están consagrados en éste hermoso libro que es la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Señores. Yo agradezco la atención que han puesto en mis palabras. Distinguido Secretario General, cuente usted con el respaldo de nuestro Gobierno. Distinguidos Miembros del Consejo Permanente, cuenten ustedes con que seguiremos transitando el camino de la democracia y pedimos que ustedes nos respalden en ese camino. Muchas gracias Señor Presidente.

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