Opinión Nacional

Isaías Medina y Hugo Chávez

—Yo le recomendaría al presidente (%=Link(«/bitblioteca/hchavez/»,»Hugo Chávez»)%) leerse un libro. Para él que dice ser un ávido lector no debe serle difícil. Se trata de El medinismo del apreciado colega Oscar Battaglini. Lo digo, porque en su última perorata radial y televisada mencionó con respeto al general Isaías Medina Angarita, sin darse cuenta del abismo ideológico existente entre el movimiento liderado por el respetado general andino y el proceso actual.

El historiador Tulio Ayestarán sabía de lo que hablaba. Tachirense, “taribariano”, como decían en su lar nativo, había dedicado muchos años, casi su vida entera, al estudio minucioso de los gobiernos que se iniciaron en 1899 y culminaron en 1958, con el derrocamiento del último sátrapa andino. Los demás miembros de la Tertulia escuchábamos con atención. Las copas de madeira se habían llenado una vez más y cada cual degustaba un postre.

El 18 de Octubre

—Lo primero que debe quedarle claro a Chávez es que no fueron los adecos quienes derrocaron a Medina el (%=Link(«/bitblioteca/venezuela/1945.asp»,»18 de octubre de 1945″)%). Se trató pura y simplemente de un cuartelazo liderado por una camarilla de oficiales ávidos de riqueza que querían el poder solamente como medio de alcanzarla. Como tengo aquí conmigo el libro de Battaglini, voy a leerles un párrafo, con el que se darán cuenta de lo que estaba y sigue estando en juego.. “Durante el período medinista”, dice Battaglini, “la corriente burguesa unificada alrededor de la consigna de sembrar el petróleo, asume el control y la dirección del Estado. Representa este hecho el único caso, en el curso de nuestro siglo XX, en que el Estado aparece bajo la dirección y administración directas de un sector de las clases propietarias internas; el cual define y trata de realizar un proyecto de reorganización capitalista de la sociedad venezolana que tiene entre sus objetivos principales: 1. La modernización o transformación evolutiva de las estructuras institucionales del Estado venezolano y de sus contenidos políticos e ideológicos; y 2. La superación del carácter rentístico-petrolero, parasitario y atrasado de nuestra economía, e iniciar en su lugar un proceso económico de base reproductiva; esto es, industrializado y, en general, productor de riqueza.» Fin de la cita.

—Al igual que tú —señaló el almirante Gustavo Tellería— siempre he creído que si los adecos participaron en el 18 de Octubre, sólo lo hicieron porque se dieron cuenta que el triunfo del cuartelazo era inevitable y, quizás con ellos en el gobierno se le podía dar un vuelco democrático y modernizador, algo muy distinto a la ideología fascistoide de Pérez Jiménez y los peruanófilos.

—Muy cierto —exclamó Ayestarán—. Pero el cuartelazo lo iniciaron realmente los sectores empresariales opuestos a la modernización de la economía, especialmente el bancario, pues como sostenía Arturo Uslar Pietri Y vuelvo a citar del libro de Battaglini, “las incongruencias de nuestro sistema bancario, si bien muy provechosas para una privilegiada minoría, no han sido en nada beneficiosas para la economía nacional”. Esos sectores sabían que la la Ley de Hidrocarburos de 1943 se traduciría en un enorme ingreso fiscal y sólo querían la continuación del modelo rentista para que ese ingreso terminara en sus bolsillos. Pero los gobiernos adecos de Betancourt y Gallegos continúan en buena parte el programa medinista, por lo que se hace necesaria la intervención militar y el nuevo cuartelazo del (%=Link(«/bitblioteca/venezuela/1948.asp»,»24 de noviembre de 1948″)%) . En los próximos diez años, «la transformación del medio físico» permitirá que el ingreso fiscal continúe llegando ininterrumpidamente a los sectores financiero y comercial.

—Pero el (%=Link(«/bitblioteca/venezuela/1958.asp»,»golpe de Estado del 23 de enero de 1958″)%) tiene otro signo —expresó el almirante Tellería—. De ahí mi admiración por el almirante Wolfgang Larrazábal y su alianza con URD, que era en fin de cuentas el partido seguidor de las políticas de Medina Angarita.

Las políticas de la CEPAL

—Pero La revolución de las fantasías que diría Domingo Alberto Rangel duró poco —terció Tomás Ibarra—. Las elecciones del 58 fueron ganadas por Rómulo Betancourt y, si bien continuó con Pérez Alfonzo la política de maximizar el ingreso fiscal petrolero, en el área de la modernización del aparato productivo lo que se hizo fue atender los deseos de los mismos veinte amos del valle. Para ello se utilizó a la (%=Link(«http://www.eclac.cl/»,»CEPAL»)%), que había copiado la idea de Juan Domingo Perón de la sustitución de las importaciones por productos semiterminados que permitiría que las clases medias fueran explotadas sin misericordia por los nuevos sectores industriales. Pues para que éstos obtuvieran ganancias se requirió de precios muy por encima de su nivel en los mercados internacionales y sólo fue posible gracias a los altísimos aranceles, a las licencias, y a toda una serie de medidas que a la larga contribuirían a la corrupción de los políticos.

—De ahí que la crisis que sacudió a Venezuela entre 1983 y 1989 —respondió Ayestarán— llevó a comprender a gran parte de la sociedad que el modelo intentado a partir de 1945 había conducido al país a un callejón sin salida. El llamado (%=Link(«/bitblioteca/venezuela/27f.asp»,»“Caracazo”»)%) y las intentonas militares de 1992 parecían síntomas de un cambio impostergable. El cambio que llegó y que estos movimientos militares anunciaban fue sólo aparente, un cambio gatopardiano en que todo cambia para que no cambie nada. La plutocracia creada a la sombra del ingreso fiscal petrolero continúa intocable. Son ellos los que desean un retorno a las políticas de la CEPAL.

—Pero esas políticas se comprobaron ineficaces —expresó la economista Beatriz Morrison—. La señora Thatcher y el presidente Reagan se encargaron de enterrarlas. El neoliberalismo es lo que ha permitido la nueva revolución cibernética y de comunicaciones, así como los altísimos índices de competitividad en Estados Unidos. Es sobre esos rieles que anda el tren de la modernización. Fíjense no más en España y en Finlandia.

—En eso apoyo plenamente a Beatriz —terció el empresario Alberto Kellerhof—. Ese viraje quisimos implantarlo con (%=Link(«/bitblioteca/cap/»,»Carlos Andrés»)%), pero fracasamos. Los veinte amos del valle son un hueso muy duro de roer.Especialmente, porque cuentan con el apoyo de una gran cantidad de ilusos seudonacionalistas y seudosocialistas. Dicen que los extremos se tocan y en Chávez se dan la mano las izquierdas recalcitrantes y las derechas arcaicas.

—Entonces, según ustedes, vamos a un nuevo fracaso —dije yo—. Y sólo falta darle tiempo al tiempo. Lo malo es que por ese camino puede llegarse a las situaciones de pobreza irreversible que vemos en el África subsahariana o en Haití y parte de la América Central.

La Cumbre de la OPEP

Momentos después de mis palabras, los contertulios comenzaron a despedirse. Sólo quedamos Alfredo Kellerhof y yo. En voz bastante baja, como temiendo ser escuchado, Alberto expresó:

—Me preocupa lo expresado por Chávez y Alí Rodríguez respecto a la oferta y la demanda petrolera. Si hay un excedente de oferta de 1,8 millones de barriles diarios, el precio del crudo debería estar bajando. Para mí la única explicación lógica es que más de 2 millones de barriles diarios de esa oferta no están llegando al mercado. Alguien los está almacenando, no sé con qué intenciones.

—Si luego de las elecciones norteamericanas y de la Navidad —le respondí—, ese volumen de crudo hoy mantenido fuera del mercado se liberará, produciría las mismas condiciones que dieron lugar en Venezuela al viernes negro. De ahí que opine que los jefes de Estado de la (%=Link(«http://www.opec.org»,»OPEP»)%) mejor se van dando cuenta de que los aumentos de producción son cuchillo para su propio pescuezo.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba