Jaua y la moral
Así se concluye de la airada respuesta que el vicepresidente dio a Henrique Capriles Radonski (HCR), quien llamó bandidos a todos los exministros de Agricultura del gobierno chavecista.
Desconocemos cómo hicieron dinero los padres de HCR, mas tenemos la impresión de que Elías Jaua tampoco lo sabe bien. Empero, actúa como representante de un gobierno vengativo y atrabiliario que ha demostrado desbordadamente no tener idea del carácter promotor, unificador y constructivo que corresponde al Poder Ejecutivo.
Lo que sabemos todos hasta el hartazgo es que basta que usted sea un pequeño comerciante, un empresario, un burgués -en el correcto y actual sentido del término-, para que la ortodoxia revolucionaria lo considere inmoral, apátrida y explotador de los trabajadores.
Nadie en Venezuela ni en ninguna parte desconoce que hay empresarios y comerciantes que pudieran ser explotadores, mas no todos lo son y la mayoría no debe serlo. Y si vamos al desmadre y desorden característico de este gobierno, se puede decir sin temor a errar que en este instante el mejor modelo del empresariado explotador lo son algunas de las empresas chinas que la revolución ha incorporado a los negocios en el país.
Por otra parte, de lo que sí no cabe duda ninguna es de que resulta una bandolería y son bandidos o bandoleros quienes, como Elías Jaua, promueven y ejecutan el despojo arbitrario de tierras a sus dueños legítimos en todo el país. Tierras supuestamente expropiadas que en la verdad han sido confiscadas.
Más bandolería aún es entregarlas a campesinos e indígenas que no tienen recursos ni conocimiento para cultivar el campo ni el gobierno se ocupa de adiestrarlos, terminando convertidas en pajonales.
Fiel representante de un gobierno destructor de lo que otros construyeron con esfuerzo, y el ejemplo más simbólico es el de Petróleos de Venezuela, Elías José Jaua Milano es el vicepresidente bandido de un gobierno carcomido por el malandraje y el latrocinio.
