La abstención: la muerte antes de nacer del nuevo liderazgo

Todos hablan de lo que supuestamente lograríamos con la abstención. Todos los argumentos que he oído siempre terminan con las mismas frases que oí en los últimos cuatro años: Vamos a ver que hace el gobierno cuando todos nos quedemos en la casa sin ir a votar, y resulta que lo único que hace el gobierno es esperar que le entreguemos nuestro derecho democrático más elemental en bandeja de plata, sin ni siquiera hacer el esfuerzo de algún fraude.

Nadie, de los que hablan de la abstención nos dice los logros estratégicos de NO ir a votar, nadie explica cuales serán los beneficios que obtendrá la democracia con este NO votar; aparte del placer supino de ver en la noche por CNN la cifra de abstención, no consigo que nadie me haga una cadena causal sobre el plan estratégico de esta «política paralizante».

Hablemos del peor daño que lograremos con la abstención: la muerte antes de nacer del nuevo liderazgo. Con respecto al comentario que fluye por doquier sobre los candidatos de los politiqueros, me parece injusto calificar a todos los candidatos con la misma tabla rasa. Seguimos repitiendo los errores del pasado con una pasmosa torpeza que asusta, y nos hace pensar fatídicamente hasta el 2021.

No todos los aspirantes para hacer las cosas bien en el país, no todos los que ofrecen un proyecto alternativo al proyecto del gobierno, están en ese lote de «ladrones», «manipuladores»,”vendidos”. Conozco por lo menos a 30 personas de diferentes estados del país que se están lanzando a las Juntas Parroquiales y Concejales, que son legítimos líderes comunitarios, ciudadanos transparentes, trabajadores, practicando la Política con ética y moral, que quieren ayudar a su municipio, que se abocan a sus comunidades; una nueva gesta de ciudadanos que han salido de sus pequeños vecindarios, de sus barrios empobrecidos, de las cuadras de las urbanizaciones, para darle una respuesta al país, para asumir con valentía un reto electoral, con la confianza de que solo la democracia es capaz de generar las herramientas para obtener ese bienestar social que cada día se aleja más de todos.

Es a esos nuevos líderes a quien más daño le haremos con la abstención.

Son esos líderes frescos, que vienen cargados de ganas de hacer las cosas bien, líderes que por un lado pedimos a gritos que aparezcan y por otro lado, cuando aparecen les cerramos las puertas en las narices promoviendo una abstención que no esta diseñada con un plan estructural, ni obedece a una línea coherente de verdadera oposición a este gobierno.

Estaríamos en el camino de un cambio positivo, si nos dedicamos a buscar en nuestro entorno a esos retoños de adalides, por lo menos alentándolos, le estamos dando entrada a una nueva camada de políticos. De la otra manera estamos cerrando el inicio de ese liderazgo emergente que tiene que fojearse, formarse, crecer y enriquecerse en contiendas electorales para llegar a convertirse en los legítimos hacedores de futuro. Si nos abstenemos de practicar la democracia, estemos bien claros que tendremos que esperar 4 años para verlos salir de nuevo.

Apoyar esas nuevas caras, esas nuevas voces, aún existiendo la trampa, es sacar a la luz pública a los nuevos luchadores, a la nueva clase política.

Salir a votar masivamente por las Amarilys Gotz en Los Salias, las Armida Álvarez en Libertador, los Luis Moreno en Chacao, los Miguel González en Baruta, es salir a votar por una alternativa nueva, distinta, es apostar a una verdadera evolución. Es empezar a ser efectiva OPOSICIÓN.