Opinión Nacional

La bestialidad contra “el caso Cedeño”

Por vía correo electrónico me envía ciertas anomalías que supuestamente se cometieron y se guisaron en nuestro gran Tribunal Supremo de Justicia. Que a muchos venezolanos esto que se escuche de ensañamiento contra una persona no les parecería raro que se cometa contra un ciudadano, ni mucho menos pondría una cara de asombro, porque eso (por…ahora) como dijo el comandante en su intentona, es algo común en nuestro país, como se violan el estado derecho de los demás… Por eso expongo lo que me comenta que desde hace escasos varios día, Luisa Estella Morales, Presidenta del Tribunal Supremo de Justicia y de su Sala Constitucional, a una pregunta sobre el caso Eligio Cedeño, declaró que el caso de Cedeño no es preponderante en comparación con el “de miles de internos que en Venezuela están en las cárceles y a quienes les estamos buscando solución (…) y no tienen un nombre sonante en la alta política, economía o aspectos sociales”; , sin embargo cayendo la tarde de este martes 20 de octubre del 2009, en ponencia suya, la Sala Constitucional admitió la acción de amparo interpuesta por la Fiscalía contra la decisión de la Sala 8 de la Corte de Apelaciones que redujo el tiempo de detención del banquero hasta el pasado 8 de octubre del 2009.

En el acto de entrega de Tribunales Móviles, la Presidenta del TSJ negó que el juez encargado del caso, Jesús Boscán, se haya reunido con algún miembro de la Sala Constitucional porque “eso sería una torpeza”. Dijo además que no podía intervenir en el caso hasta que se presente un amparo constitucional. Seguidamente mintió cuando dijo: “A esta hora creo que no tenemos ninguna causa respecto a este caso”. En ese punto “olvidó” que ella misma es ponente, de dos denuncias constitucionales en el caso de Cedeño. La primera, interpuesta por los defensores, entró el 16 de septiembre del 2008, según consta en la cuenta 146 de la Sala; la segunda fue la presentada el jueves por la Fiscalía, expediente es 2009-1138.

Es obligatorio destacar que la propia magistrada Luisa Estella aseguró que “su” Sala no impediría la libertad de Eligio Cedeño, pero ella misma, siendo ponente, en solo dos días, resolvió admitir el amparo de la Fiscalía, para dejarlo preso, pasándole por encima a un amparo que introdujeron los abogados de Cedeño hace 40 días y donde ella misma en la ponente. ¡Que descaro! Si crean que lo van a dejar suelto. No conforme con el daño abusivo que se le ha causado a Eligio Cedeño durante los más de 2 años y 9 meses que ha permanecido metido en un calabozo en la DISIP, la Sala Constitucional acordó la medida cautelar que solicitó la Fiscalía de mantenerlo preso, mientras se decide el recurso.

Como me dicen unas de las personas cercano de Cedeño, los abogados defensores de Eligio Cedeño creen que éste podría estar dos años más privado de libertad, “sin juicio ni condena”, como la mayoría de presos políticos. Preso como Francisco de Miranda en la Carraca en vía de pasar unas largas vacaciones en el helicoide de Caracas.

Para muchos que no conozca el caso Cedeño are un resumen del caso: En febrero del 2003, el gobierno de Venezuela impuso controles estrictos para la adquisición de divisas incluyendo un régimen altamente regulado para obtener divisas extranjeras al cambio oficial. La tasa de cambio se fijaba a través del Banco central de Venezuela (BCV) en 1.600 bolívares por cada 1 dólar estadounidense. Se creó CADIVI, una agencia gubernamental, para administrar el régimen de cambio y cada entidad o persona que desease adquirir moneda extranjera debía solicitar la aprobación de CADIVI por adelantado. Todos los bancos comerciales de Venezuela fueron registrados como agentes de cambio de moneda extranjera autorizados para procesar las aplicaciones y transacciones de cambio.

Casi inmediatamente, se crea un mercado de cambio paralelo: bancos de inversión, casas de corretaje, las compañías y las personas comienzan a comercializar con la moneda extranjera a una tasa de mercado no oficial. El bolívar rápidamente se devalúa y el mercado paralelo se dispara. Estas condiciones dieron lugar a una nueva forma de fraude dominante, dado que los individuos más creativos buscaron realizar ganancias basadas en la disparidad entre la tasa de cambio oficial y la del mercado paralelo. Fue este medio en particular el que brindó al Gobierno una excusa, en el 2003, para alzarse contra Cedeño, quien, en aquel entonces, era Vicepresidente Financiero del Banco Canarias, un agente autorizado de cambio de moneda extranjera.

En junio del 2003, Gustavo Arráiz, un hombre de negocios de Caracas, reconocido como el vendedor de computadores más importante del país -Consorcio Microstar- solicitó a CADIVI a través del Banco Canarias una suma importante de dólares para adquirir computadoras que habían sido enviadas a Venezuela y que estaban en la aduana de Venezuela esperando su pago. La operación tenía toda la apariencia de regularidad, viniendo de un vendedor al público que había distribuido cientos de millones de dólares en computadoras en Venezuela en los años recientes.

Luego de verificar toda la documentación, el Banco Canarias presentó los papeles a CADIVI quién aprobó la operación. Lo que CADIVI no supo hacer, sin embargo, fue ejercer su deber legal para investigar los hechos antes de aprobar la operación, y falló al no descubrir que las computadoras no habían sido enviadas a Venezuela y que las ventas en las facturas que presentó Microstar eran falsas. Fue solo después de que CADIVI había dado la autorización final y el Banco Canarias había completado la operación cambiaria que la Administración de Aduanas de Venezuela alertó a la Procuraduría General de la Nación acerca del fraude de Microstar. Desafortunadamente para Cedeño, la Procuraduría General de la Nación ignoró la conducta sospechosa de CADIVI, insistiendo, en que Eligio Cedeño estaba implicado porque -aseguró- había entregado la moneda venezolana que había financiado la operación de cambio. Esta aseveración era incorrecta, pues como se detalla debajo, la verdad de los hechos nunca ha importado en el caso Cedeño.

Los cargos contra Cedeño fueron modificados con el tiempo, en la medida que el Estado buscaba cargos para inculparlo. Cuando finalmente comenzó el juicio en marzo del 2008, tres cargos seguían vigentes: (1) la supuesta conspiración para contrabandear a través de la simulación de mercancías importadas. Este cargo implicaba que Cedeño, de alguna manera, había participado en la entrega fraudulenta de formularios a la Aduana Venezolana por las computadoras inexistentes; (2) el supuesto desvío de fondos del Banco de Canarias. Este cargo se basaba en la teoría de que la moneda venezolana utilizada para adquirir los dólares estadounidenses durante la operación de cambio no fue provista por Microstar sino por los activos del Banco Canarias, que fueron desviados a propósito por Cedeño, y (3) el supuesta conspiración para obtener dinero en moneda extranjera por medio del fraude. Este cargo se relaciona con el anterior, pues de acuerdo con la fiscalía, el rol de Cedeño dentro de la supuesta conspiración consistía en brindar la moneda venezolana necesaria para el desvío de los activos del Banco de Canarias.

Sé que estos fraudes bancarios a los que el Estado quiere acusar al Eligio Cedeño por el caso Microstar pudieran ser falsos, claro no soy Juez para Juzgar a nadie sobre estos hechos lo que me indigna es que una persona dure tanto tiempo preso en una lugar infrahumano y mísero como son los calabozos de la DISIP sin ser enjuiciado. ¿Que hay detrás de este juicio de caso Cedeño? esa es mi interrogante allí se las dejo a mis queridos lectores y cibernautas…

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