Opinión Nacional

La derecha brasileña no quiere a Chávez en el Mercosur

Luiz Felipe Lampreia, ex canciller de Brasil durante el gobierno de Fernando
Henrique cardozo, y a quien muchos tienen injustificadamente como un hombre
de cierto equilibrio mental y político, se ha soltado el moño contra el
presidente Chávez en su última columna semanal del diario «O Estado de Sâo
Paulo», reproducida en Analítica, bajo el título: «Chávez: ¿El comienzo del
fin?», que realmente es digna de antología por su pobreza conceptual, y que
si no fuera por el despliegue que le han concedido en otros medios, como si
fuera una gran cosa, (%=Link(«http://analitica.com/va/vpi/1840284.asp»,»http://analitica.com/va/vpi/1840284.asp»)%) , no
valdría la pena ni siquiera mencionar. Para empezar entramos haciendo unas
preguntas que de seguro no tendrán respuesta clara, por que esa es la
actitud de esa derecha soberbia e inescrupulosa, que nunca quiere debatir,
discutir: ¿El fin de qué? ¿De su gobierno? ¿De su vida? ¿Del proceso
revolucionario?

Esta andanada forma parte de la guerra mediática desatada contra Venezuela,
y para demostrarlo, basta con destacar algunos aspectos de la misma y de los
«argumentos» que utiliza esta persona, como por ejemplo esta perla: «Los
recientes improperios del coronel Hugo Chávez contra Brasil y el Senado de
la República tal vez sean más que las groserías de un hombre desequilibrado.

Posiblemente son manifestaciones de una desesperación incipiente frente al
fracaso avizorado como gobernante y como revolucionario» Al menos, para
comenzar, ascendió a nuestro presidente al grado de coronel. Aquí,
despectivamente se le llama teniente coronel. Para que tengan idea del tono
del «debate», empieza con calificativos de «desequilibrado» que exhibe una
«desesperación» que lo califica como «fracasado como gobernante y como
revolucionario». La derecha, en todas partes, cuando se le confronta,
chilla. Chávez lo que hizo fue replicar a una declaración, esa sí grosera,
del Senado brasileño, que se inmiscuyó en los asuntos internos de Venezuela.

Arremete también contra PDVSA «que es la fuente de toda la riqueza del
Estado, se halla cada vez con menor capacidad de realizar las pesadas
inversiones necesarias para mantener y expandir la producción, no sólo de
petróleo sino también de gas natural», olvidándose u obviando las recientes
y exitosas emisiones de bonos de esta empresa, que han demostrado la
fortaleza de la misma. Este es el mejor desmentido para este señor que se ha
dejado llevar más por la pasión, que por la razón. PDVSA no sólo tiene
fortaleza financiera propia, sino que se puede dar el lujo de escoger las
fuentes de financiamiento a las que pudiera acceder en el exterior. Y si no
fuera así, Lampreia, ¿podría estar construyendo con Petrobras una refinería
en tu propio país?

Continúa Lampreia mintiendo y diciendo que «El coronel ya eliminó casi todos
los cimientos de una democracia y está fuertemente empeñado en eliminar los
últimos vestigios que quedan en Venezuela. Ahora está apoplético (sic) (1).»
Es bueno hacerte saber, porque lo ignoras, que los cimientos de la
democracia en Venezuela se encuentran ahora, mas que nunca en su historia,
muy firmemente arraigados con la conformación de los Consejos Comunales, que
en un número de 50 mil se están organizando aceleradamente en todo el país.

Nunca como ahora se ha hecho una operación de tan grande envergadura para la
transferencia del poder directamente al pueblo, es la explosión de una nueva
forma de democracia participativa y protagónica que le resulta muy difícil
de tragar a Lampreia, tan acostumbrado al gobierno de las élites, y tan
demócrata es que para demostrarlo es vicepresidente vitalicio del Centro
Brasileño de Relaciones Internacionales (CEBRI).

Lampreia, para complacer a sus verdaderos amos, amenaza a nuestro país con
la aplicación de «cláusulas democráticas», haciendo causa común con los que
aquí reclaman, inútilmente, el mismo tipo de normativa por parte de la OEA.

Dice Lampreia, un tanto angustiado: «¿Hasta cuando, en esas condiciones,
será legítimo ignorar que hay en Mercosur y en el Grupo de Río una cláusula
democrática y aceptar que el coronel de camisa roja pretenda dictar las
reglas de la convivencia entre las naciones de América del Sur?» Hubiéramos
querido verte Lampreia, diciendo lo mismo cuando aquí en Venezuela se
instauró un gobierno tan «democrático» como el de Pedro Carmona, que en
cuestión de horas eliminó la constitución, todos los poderes públicos; y a
sangre y fuego reprimió al pueblo que se alzó para rescatar la democracia de
que hoy disfrutamos en Venezuela. Nunca Chávez ha pretendido dictar normas
de convivencia a las demás naciones, sólo predica con el ejemplo.

El ex canciller, tan circunspecto él, se aprovecha de la legítima decisión
del gobierno venezolano de no renovarle la concesión que tenía la empresa
RCTV, al frente de la cual se encuentra el magnate Marcel Granier, para
disparar grueso contra Venezuela; pero esa conducta no es nueva (2). En una
entrevista que le hicieron a Lampreia el 30-04-2006 y que apareció en la
página Web del Observatorio de las Relaciones Unión Europea-América Latina)
(3), lo presentan así: «A sus 64 años, este hombre de respuestas cortas y
duras», entre otras cosas dijo, ante la pregunta: ¿Qué tipo de Mercosur
surge al integrarse a él Venezuela como socio pleno? -Bueno, yo creo que
pierde toda la homogeneidad. El Mercosur podría y debería ser ampliado
incorporando países asociados. Pero otros miembros plenos le hacen perder
homogeneidad al bloque en la toma de decisiones y en su enfoque político.»
¿Lo ven? Corto y duro. Corto de ideas y duro para razonar, está desfasado
absurdamente de la realidad.

Lampreia, repite como loro los trillados argumentos de la propaganda de la
derecha, afín a las del Imperio: «Las perspectivas políticas y económicas
para el 2007 ya son inestables, y aún lo serán más las de los próximos años.

Las tensiones se multiplican a medida que la oposición se endurece y el
coronel recrudece. En la propia alianza que gobierna a Venezuela surgen
divisiones patentes, con una vertiente «light» que juzga excesiva la
radicalización en marcha.» Te pregunto, Lampreia: ¿de dónde sacas tú tan
sombrías conclusiones sobre la situación económica de Venezuela? ¿Te has
tomado la molestia de consultar con tus amigos del FMI y del Banco Mundial y
constatar las previsiones que ellos hacen sobre nuestro país? ¿Quién te
dijo que la oposición aquí «se endurece», cuando ha sido derrotada en 9
procesos electorales consecutivos, así como en varios intentos de golpe de
estado con el auxilio de la CIA? ¿Quién te dijo que «el coronel recrudece»
cuando tras el golpe del 11-A retornó pidiendo perdón a aquellos que le
habían causado tantos agravios y desventuras, cuando estuvo a punto de ser
asesinado? Sólo te recomiendo que vengas a Venezuela para que veas dónde
están esos chavistas «light» que sólo existen en tu cerebro, ese sí,
desquiciado.

Te lamentas de tantas cosas, y retorciendo argumentalmente tus mentiras y
falsedades llegas hasta el borde del abismo, al afirmar: «Lo más grave para
el futuro de Venezuela es la profunda división que el coronel introdujo en
la nación. Aún en el caso de que su mandato termine en breve, Chávez le
habrá puesto a su país una carga de odio político y de división social que
tardará mucho en cicatrizar. Chávez no introdujo ninguna división en el
país, al que encontramos con un índice de pobreza cercano al 80%. La
división ya existía, solo que era encubierta. Si algún mérito tiene Chávez,
es el de haber «descubierto» a los pobres, que eran marginados, apartados,
olvidados, segregados. El odio tampoco es un invento de Chávez. Basta que
enciendas la pantalla de un televisor, que leas los diarios, que oigas la
radio; en fin, que pongas atención a esos medios de comunicación que en un
porcentaje superior al 80% se encuentran en manos privadas y de la
oposición, para que constates la práctica diaria, sistemática, sostenida e
implacable de odio, en todas sus facetas, hacia nuestro presidente y hacia
nuestro pueblo. Lampreia, olvídate de esos vaticinios sombríos, el mandato
de Chávez terminará en el 2013, si es que eso te parece breve, pero podría
ser reelecto, si es que el pueblo así lo quiere mediante la reforma de
nuestra Constitución.

Lampreia, tú criticas el hecho de que el presidente Chávez haya denunciado
una y otra vez los intentos de magnicidio y los califica como «una obsesión
digna de Macbeth» sin decirnos a qué aristas de la personalidad de Macbeth
se refiere, pues esta es una tragedia de Shakespeare, es acerca de la
traición y la ambición desmedida. Que se sepa, Chávez no ha traicionado a
nadie, menos a su pueblo, con quien tiene una afinidad con «sangre, sudor y
lágrimas», como diría Churchill. En cuanto a la ambición, que es legítima en
cualquier persona cuando se le maneja con mesura, ésta le viene dada por la
Constitución que Venezuela aprobó en 1999.

Pero el colofón digno del artículo de Lampreia, la faena con la cual remata
su actuación taurina, es cuando hace la siguiente afirmación: «Para
nosotros, brasileros, la mejor noticia en esta marcha de la locura, es la
toma de consciencia del presidente Lula (a pesar de que no de su partido) de
que Chávez no es buen compañero. No hubo una postura contundente -y tal vez
sea mejor así, porque Brasil jamás debe ser truculento con sus vecinos-,
pero estamos, felizmente, a años luz del tiempo en que el coronel era el
socio predilecto para fantasías suramericanas» Aquí queda en evidencia la
manipulación truculenta y morbosa que este Lampreia quiere hacer de la
posición de Lula. No me voy a tomar la molestia de contestarle, sino que lo
hizo el propio Lula en una entrevista concedida el 08-06-2007 y reproducida
por el diario mexicano «La Jornada» : «El presidente de Brasil, Luiz Inácio
Lula da Silva, consideró que la decisión de (.) Chávez, de no renovar la
concesión a una emisora de televisión opositora constituyó un acto
«democrático» (.) «El mismo Estado que da una concesión (de transmisión) es
el Estado que puede no dar la concesión. (.) Lula dijo que otro sería el
caso si Chávez hubiera adoptado la medida que cesó las emisiones de RCTV
luego del golpe de Estado que lo sacó fugazmente del poder en 2002. (.)
Chávez hubiera practicado una violencia si hubiese hecho, después del
fracaso del golpe, una intervención en la televisión». (4).

Por si eso no fuera suficiente, en una entrevista exclusiva para la cadena
«Al Jazzera», transmitida por TeleSUR, Lula, no sólo dio testimonio de la
participación de EEUU en los golpes de Estado desarrollados en Venezuela y
América Latina, sino que «se mandó», como decimos en Venezuela, con estas
afirmaciones:
«Chávez es un compañero que tiene una relación extraordinaria conmigo
personalmente y con Brasil. Brasil tiene interés en Venezuela. Chávez tiene
interés en Brasil, tenemos alianzas. Estamos construyendo una refinería como
socios. Hay muchas inversiones de Brasil en Venezuela, y creo que esta
amistad seguirá». (5)

La angustia de Lampreia por la posición asumida por el Partido de los
Trabajadores (PT), el partido de Lula, es por la siguiente declaración:
«El Partido de los Trabajadores (PT) manifestó su apoyo a la decisión del
presidente de Venezuela, Hugo Chávez de no renovar la concesión de la
televisión privada Radio Caracas Televisión (RCTV). «Se trata de un país
libre, con un presidente elegido por el voto popular en elecciones libres;
la medida que obligó a RCTV a salir del aire siguió todos los trámites
previstos por la legislación» (.) RCTV se implicó abiertamente con el
fracasado golpe de Estado contra el gobierno Chávez (en 2002), lo cual en
cualquier país del mundo justificaría el cuestionamiento de la concesión
pública a una red de televisión (.) En esta ocasión también reiteró su
oposición «al monopolio de la comunicación por parte de grandes empresas,
que usan las concesiones públicas para defender los intereses privados de
una minoría». (6)

Yo sé Lampreia, como buen reptil que eres, que nunca dejarás de seguir
engañando, mintiendo, manipulando y alarmándote por Chávez. Pero en esta
ocasión, cuando alguien como yo, se ha tomado ¡por fin! la molestia de
hacerte estas observaciones, quizá tengas ahora que meditar cuando vayas a
hacerlo. En Brasil te conocen muy bien, y por eso nadie te toma en cuenta
como opinador tarifado, y si quieres, vente a Venezuela a debatir, aquí
encontrarás a miles que te responderán.

NOTAS:
1.Según el DRAE, la apoplejía, que es la enfermedad que padece el apopléjico
(no apoplético) es: «Suspensión más o menos completa, y por lo general
súbita, de algunas funciones cerebrales, debida a hemorragia, obstrucción o
compresión de una arteria del cerebro.»
2.En su columna del 19-01-2007, en el mismo diario, Lampreia afirmó que a
Venezuela: «Los cuatro socios fundadores del Mercosur (.) le abrieron las
puertas sin condiciones previas, ni políticas ni económicas, al contrario de
lo que hace cualquier grupo de integración económica serio. De este modo,
nadie va a tener ahora condiciones de hacer ninguna exigencia, pues
Venezuela ya es un miembro pleno (.) Creo que con eso le dimos un gran tiro
en el pie (al Mercosur) y somos rehenes de Chávez. O sea, tenemos en
Venezuela un socio que se aproxima cada vez más al totalitarismo y se aleja
de cualquier padrón democrático.»
3. Ver: (%=Link(«http://www.obreal.unibo.it/Press.aspx?Action=Data&IdPress=193″,»http://www.obreal.unibo.it/Press.aspx?Action=Data&IdPress=193»)%)
4.»La-Jornada» de México:
(%=Link(«http://www.jornada.unam.mx/2007/06/09/index.php?section=mundo&artic=027n3″,»www.jornada.unam.mx/2007/06/09/index.php?section=mundo&artic=027n3»)%)
5.Ver: (%=Link(«http://www.rnv.gov.ve/noticias/index.php?act=ST&f=3&t=47852″,»http://www.rnv.gov.ve/noticias/index.php?act=ST&f=3&t=47852»)%)

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