Opinión Nacional

La importancia del exilio

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Los exiliados venezolanos de los últimos años han tenido que cargar con un estigma injusto, aberrante y anti-histórico. La dictadura, con su poder mediático ha logrado desvirtuar la palabra exilio y los ha convertido en unos simples emigrantes que viven la “dolce vita” en el imperio, o en alguna otra latitud etílicamente paradisíaca y/o de dudosa reputación. Ese ha sido hasta ahora el libreto sistemático del gobierno criminal castro-chavista y lamentablemente la mayoría del país se lo ha tragado completico.

Pero como decía en una canción la célebre y ya fallecida Mercedes Sosa, “todo cambia”.

Con el pasar de los años y tomando en cuenta la radicalización del proceso totalitario venezolano, la comunidad internacional y los propios compatriotas que todavía residen en el país comienzan a ver a los exiliados de una manera más comprensiva y humana. Ya no son los traidores que nos abandonaron, ahora son los hermanos que se fueron huyendo de la dictadura y buscando un futuro más promisorio.

Asimismo, a la comunidad internacional le ha costado muchísimo trabajo digerir el exilio venezolano, ya que en el país hay elecciones a granel y la propia oposición acude a ellas sin haber demostrado hasta ahora a ciencia cierta un fraude masivo u continuado. De manera tal, que para el exilio venezolano no ha sido nada fácil darse a conocer y mucho menos contar con el apoyo aunque sea parcial, de los gobiernos extranjeros.

Lamentablemente en el exterior se asocia elección con democracia y legitimidad con apoyo popular. Manera simplista y totalmente errónea de ver el caso venezolano.

El paradigma de las elecciones es totalmente ridículo si hacemos una breve recapitulación de la historia mundial, y observamos que los dictadores más cruentos del planeta han utilizado el voto como arma de legitimación continuada. Sobre todo, después de apoderarse de las instituciones tal cual lo ha hecho Chávez en Venezuela.

En Cuba, después de 50 años de castrismo, todavía hay elecciones, y en Alemania, Hitler utilizó el voto para adueñarse del país y exterminar a 6 millones de judíos, el resto es historia.

Hoy, 13 de abril del 2010, se celebró en Miami un acto de significación histórica formidable. El alcalde Juan Carlos Bermúdez de la ciudad del Doral, conocida popularmente como “Doralzuela” debido a la gran cantidad de compatriotas que en ella residen, declaró el 13 de abril como “Día del exiliado venezolano”.

La mayoría de las personas que allí se encontraban no creo que todavía entiendan la magnitud de este evento y la significación histórica que tendrá la fecha en los años porvenir.

Los exiliados políticos y/o de conciencia venezolanos, así como los desterrados por decisión propia, son cada día más numerosos y el sur de la Florida se ha convertido en un enclave venezolano por excelencia.

La organización VEPPEX (Venezolanos y Perseguidos Políticos en el Exilio) presidida por el teniente José Colina, actualmente protegido por la Organización de las Naciones Unidas con estatus de refugiado político, fue la encargada de organizar el evento y aceptar la proclama del alcalde Bermúdez. En el acto al que asistieron aproximadamente unas 80 personas, tomaron la palabra exiliados políticos de renombre como Juan Fernández y Patricia Poleo. Asimismo, se reconoció a personalidades del exilio cubano que han aportado a la causa de los expatriados venezolanos, honrándolos con placas conmemorativas.

Si tomamos en cuenta que en la mayoría de los países donde han existido dictaduras, incluyendo a Venezuela, el exilio ha sido una parte fundamental de la RESISTENCIA y en muchos casos han regresado para convertirse en gobierno, el día de hoy marcará un hito en la lucha democrática y libertaria de los venezolanos que viven fuera del país. El haber sido reconocidos es un paso muy importante que estoy seguro será replicado por diversos funcionarios electos y organismos internacionales a corto plazo.

El mejor indicio de que Venezuela vive una oprobiosa y perversa dictadura, es precisamente el exilio que poco a poco ha ido tomando fuerza y le está demostrando al mundo la verdadera cara del castro-chavismo inhumano y salvaje que carcome la patria de Bolívar. Desde mi tribuna escrita quiero expresar una sincera felicitación al teniente José Colina y a su organización VEPPEX por este logro alcanzado en nombre de todos los venezolanos que hoy en día viven en el exilio con el corazón partido en dos.

Falta mucho por hacer, pero los pasos necesarios se están dando y el norte de los venezolanos que vivimos dentro y fuera del país es el mismo: Derrocar al tirano y recuperar la patria.

Para lograrlo el exilio es fundamental y la unión es imperativa. Dejemos que el recuerdo de nuestros insignes desterrados: Rómulo Betancourt, Rómulo Gallegos y Jóvito Villalba, convertidos después en padres de la democracia nos sirvan de ejemplo.

No desmayemos, el peso de la historia descansa sobre nuestros hombros y el futuro de la patria espera ansioso nuestro proceder.

“El que abandona todo por ser útil a su país, no pierde nada, y gana cuanto lo consagra”

Simón Bolívar

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