La importancia del revocatorio

La vigente Constitución de la República al determinar las características del Gobierno de la República y demás entidades políticas que la conforman, señala en su artículo 6º que es y será siempre democrático, participativo, electivo, descentralizado, alternativo, responsable, pluralista y de mandatos revocables.

La revocación de los mandatos de magistrados o funcionarios públicos designados por elección popular no es una innovación del MVR. El referéndum no es más que una consecuencia del sistema republicano de gobierno que consagra la soberanía como el poder mayor dentro del Estado, cuyo titular es el pueblo, entendido como la parte de la población sujeta de derechos políticos y quien la ejerce directamente en la forma prevista en la Constitución o mediante el sufragio por los órganos del Poder Público. Así estaba consagrado desde 1992 en el Proyecto de Reforma Constitucional elaborado por la Comisión Bicameral que presidió el entonces Senador Vitalicio Rafael Caldera.

El referéndum revocatorio es un mecanismo de democracia directa, igual que el abrogatorio, el consultivo o el aprobatorio. El referéndum como consulta al soberano se venía consagrando en Venezuela en otras disposiciones de orden legal como la consulta al pueblo sobre la destitución del Alcalde cuando le era improbada la memoria y cuenta anual por una mayoría calificada del Concejo Municipal; la consulta a los vecinos para la aprobación del establecimiento de Casinos, los Cabildos Abiertos o la consulta popular para los cambios de uso en las áreas urbanas.

El revocatorio de mandatos fue adoptado como para que no ocurriera. Se requiere que la solicitud debe ser suscrita por lo menos por el 20% de los electores, el numero de votantes debe ser superior al 25%, solo se aceptará una solicitud en cada período, la revocación debe hacerse en la segunda mitad del mandato y para Presidente deberá realizarse en los primeros cuatro años de gobierno, además, para que sea válida la revocación, el veredicto debe adoptarse por más votantes que el número de electores que obtuvo el funcionario en su elección. En la reciente revocación del mandato al Gobernador en el Estado de California en Estados Unidos, solo se requería la firma de 83 personas y el pago de 3.500 dólares, así se hizo el referéndum y se revocó al Gobernador.

La revocación de mandatos obedece además al principio de la legitimidad. Los funcionarios no deben ser solamente legales, es decir, designados conforme a la ley, sino mantener el apoyo del pueblo. El pueblo, cuando el funcionario no cumple con sus funciones, cuando con su actuación atenta contra el orden jurídico, el sistema democrático o viola los derechos y las garantías constitucionales, tiene el derecho a la desobediencia civil contra el régimen, la autoridad o la propia ley, conforme al artículo 350º constitucional.

El referéndum revocatorio del Presidente de la República es importante por convertirse en la primera experiencia de la historia nacional. Es importante porque el actual presidente ha utilizado todos los mecanismos de orden político, legislativo, administrativo, comunicacional, financiero y judicial para que no se realice. Es importante porque las trabas impuestas al derecho del pueblo, se han venido superando con los más grandes sacrificios de la mayoría y aceptando todas las reglas de juego inventados por el CNE, que en lugar de facilitar la consulta, los ha impedido.

El revocatorio es importante porque enseñará a los gobernantes del futuro la obligación de ser efectivos en el cumplimiento de sus funciones para tratar de lograr una sociedad en bienestar colectivo, en paz, en armonía y en desarrollo. Es importante porque demostraría la plena vigencia del Estado de Derecho y de la Seguridad Jurídica, la actualización de la Carta Interamericana o de la Declaración de los Derechos Humanos.

Pero lo más importante es lo oportuno y lo necesario que resulta el revocatorio. Oportuno, porque demorarlo después del mes de agosto, le impediría al pueblo designar un nuevo presidente por el resto del período constitucional. Necesario, porque es la mejor oportunidad de cambiar al Presidente Chávez, causante prioritario del clima de tensión y de violencia nacional, de intranquilidad y de inseguridad ciudadana, del descalabro económico y social, de la crisis de los servicios públicos, de la ausencia de obras y proyectos de desarrollo nacional, del aislamiento de los centros de financiamiento internacional, de la crisis de nuestras universidades, de la inestabilidad de las instituciones y especialmente de la intervención en la autonomía de los poderes públicos o del secuestro de los derechos y de las garantías constitucionales de los venezolanos, en medio de un régimen autocrático y de corte militarista, al viejo estilo del siglo 19 y principios del 20, con modelo cubano.

El revocatorio impediría la reelección del Presidente Chávez para toda su vida, pues la Constitución solo previó esa posibilidad en grado inmediato. Es decir, para el 2006, por no ser Presidente y por haberlo sido anteriormente, no podría ser candidato y los venezolanos despejaríamos desde el 2004 la incertidumbre creada por su vocación pública de gobernar hasta el 2.021.

El revocatorio es una necesidad histórica nacional. Las encuestas reflejan que cerca del 80% de la población queremos un nuevo Presidente. Esa decisión no puede ser secuestrada por una mayoría de un voto (3 a 2) en el Consejo Nacional Electoral. Esa decisión debe ser del pueblo y su expresión es la del poder mayor dentro del Estado y de la Sociedad a la que no podría oponerse ningún otro poder.

El revocatorio presidencial es una necesidad nacional y de allí que el pueblo debe mantener su esperanza, antes que tengamos que usar el Derecho Natural contra el tirano, del cual ya nos hablaba y justificaba Santo Tomás de Aquino desde el siglo 16.

*Abogado-Profesor universitario