La insaciabilidad del dólar
«Todos vivimos de la insaciabilidad del dólar; de una especie de ninfomanía dolarizada. Es una enfermedad del sistema rentístico» (Jorge Giordani).
El Ministro Jorge Giordani, el mismo que logró que la economía venezolana durante los 14 años de la Administración Chávez creciera menos que el promedio de la OPEP, Latinoamérica y el mundo, tilda ahora a los venezolanos de enfermos, al hacer ver que, la demanda o el deseo por el dólar es una anomalía. Es decir, algo que sería culpa del sistema rentístico y de los venezolanos, pero, no de la fallida política económica del Gobierno y de su legado nefasto.
En vez de preguntarse a sí mismo por qué el bolívar vale cada vez menos, y por qué el elemento del deseo es el dólar, en vez de la inversión real generadora de empleos, prefiere culpar al ciudadano; lógico, porque la otra opción sería culparse a sí mismo.
El Ministro Giordani, el mismo que logró en el año 2010 que Venezuela llegase a ser la economía de mayor inflación del planeta, siempre se ha creído omnisciente y erudito. Soberbio y tozudo como pocos, no acepta que, las confiscaciones y las expropiaciones, así como el alto riesgo jurídico y político, generan per se una demanda natural de dólares, obviamente, como refugio. No comprende tampoco que, una inflación alta y persistente, en cualquier parte del mundo, genera un deseo legítimo de protección y ahorro en divisas (¿qué buen padre de familia no desea proteger su patrimonio del riesgo y la inflación?).
Ahora, en base a su tesis de la ninfomanía dolarizada, se opone al sustituto del Sitme, a pesar de que la economía seguiría literalmente parada hasta que éste no aparezca. La buena noticia es que el hombre tozudo y soberbio poco a poco pierde influencia. Pronto saldrá el sustituto del Sitme, tal y como tiempo atrás habríamos pronosticado, oficializando la segunda devaluación de 2013. Ya lo ha anunciado Nicolás Maduro.
En el corto plazo, se requiere el sustituto; y en el mediano y largo un nuevo gobierno; porque no habrá forma de recuperar la confianza en el bolívar, si no se recupera antes la confianza en la institución que lo imprime.
@garciabanchs
