Opinión Nacional

La integración de la América del Sur

Las naciones hispano-luso parlantes de la América del Sur, como países productores y consumidores de bienes y de servicios, presentan notables desventajas si el volumen de sus exportaciones es comparado, por ejemplo, con el de la Unión Europea. Pues, tomando como referencia al Reino de Suecia, país miembro de esa comunidad de naciones, nos encontramos que los datos estadísticos que provienen de sus exportaciones, podrían ser una advertencia sobre la realidad que enfrentaría una nación suramericana si ésta incursiona solitaria en el complejo y competido comercio internacional.

Veamos: si relacionamos a la población, extensión e índices de las exportaciones del conjunto de las naciones de la América del Sur y de Suecia, nos encontramos -en 1997- con un resultado que podría ser desalentador. El país nórdico, con una extensión territorial de 449.964 Km2 (casi la mitad de Venezuela) y una población aproximada de 8.745.000 habitantes (un 5,30%, aproximadamente de la población del Brasil) exportó en ese período la cantidad de 97.205 millones de dólares apróximadamente (Fuente: Sweden´s Economy). Los países suramericanos, excluyendo a Guyana y Suriname, exportaron la cantidad de 149.139 millones de dólares (Fuente: Comunidad Andina de Naciones y CEPAL).

Estas cifras indican que el pequeño y gran país nórdico exportó una cantidad equivalente al 65,18% del total de las exportaciones hechas por el conjunto de las naciones suramericanas. El volumen de las exportaciones suecas no surgió como un logro que ese país alcanzó espontáneamente. El comercio internacional de Suecia está sustentado, entre otros factores -permítasenos proponer- por el gran desarrollo industrial (obviamente), por la sólida base educativa del país y por una sociedad sin contradicción social. En efecto, la universidad de Uppsala, el centro de educación humanística del país, fue fundada en 1477, o sea 21 años antes de la llegada de Cristóbal Colón a las tierras de Macuro (Venezuela); el prestigioso Instituto Real de Tecnología de Estocolmo, sustento tecnológico de las compañías Ericsson, Volvo, AGA, Scania, etcétera, fue fundado en 1827, tres años antes que Venezuela se separa de la Gran Colombia. La Facultad de Economía de la Universidad de Linköping imparte una Maestría en Economía Internacional en tres idiomas. El plan de estudios es desarrollado en dos idiomas básicos: sueco e inglés y un tercer idioma, que puede ser el español, el francés o el alemán. Al finalizar sus respectivas especialidades, los nuevos profesionales están en capacidad de comunicarse con el mundo latinoamericano en su propio idioma. En tal sentido, tomando como referencia (entre otros centros existentes) a la universidad de Uppsala como un medio de formación humanística, al Real Politécnico de Estocolmo como un centro de enseñanza de alta tecnología, y a la Universidad de Linköping como una institución que prepara recursos humanos para incursionar en el mercado internacional con un amplio dominio de idiomas extranjeros, nos encontramos que la homogénea población sueca ha tenido 520 años formando humanistas, científicos y técnicos.

Estos hechos han posibilitado que ese pequeño y gran país de la Europa del norte, con definidos proyectos nacionales, se haya convertido a lo largo del tiempo en uno de los países más desarrollados del mundo. En tal sentido el volumen visible de las exportaciones de Suecia, muestran que el reto confrontado por los países suramericanos es de difícil superación a corto plazo. Podríamos inferir, también, que las variables tiempo y cultura inciden en los índices de la producción y de las balanzas comerciales de las naciones. Además de los factores de desarrollo científico y técnico, armonía social y desarrollo industrial, la realidad muestra que en el desarrollo del mercado internacional inciden otros factores, tales como el adelanto tecnológico de las comunicaciones.

En efecto, Suecia tiene un notable adelanto en las comunicaciones telefónicas (Discado Directo Internacional, Fax), buenas vías de comunicaciones terrestres, fluido transporte marítimo, variadas conexiones aéreas internacionales, conocimiento de idiomas extranjeros, dominio de Internet, etcétera. Estas son herramientas que le han permitido al moderno mercado de exportaciones de Suecia realizar, de forma inmediata, exitosas operaciones comerciales.

Continuando con este país como referencia, tenemos que una carga puede salir de Estocolmo por modernas autopistas, libres de pago de peaje (con excepción de Francia) y llegar directamente a Edimburgo, capital de Escocia, en aproximadamente cinco días (unos 2.700 kilómetros). La carga puede ser enviada, también, vía ferrys desde Gotemburgo hasta Newcastle en Inglaterra, y estará en Escocia cinco días después.

Estos retos, inducen a pensar.Y son de difícil superación pues los países de la Unión Europea, en relativo corto tiempo, se relacionan con el mundo usando cualquier medio de comunicación. Las comunicaciones, en este sentido, parecieran que representan otro gran obstáculo que deben salvar los países suramericanos para colocar sus productos en el mercado internacional. Sin embargo, la América del Sur, pese a la irregularidad de su topografía, no presenta obstáculos de orden humano para conformar un mercado compacto. La distancia geográfica existente entre los centros de toma de decisiones políticas y las barreras naturales que separan a los grandes centros de producción de los grandes focos de consumo, son dificultades que han sido superadas parcialmente favoreciendo el desarrollo de un fluido mercado intercomunicado. El sentimiento nacional, como una dificultad inmanente en el individuo, se ha visto mediado por una lengua común y por una misma fe religiosa.

Estos esfuerzos y comprensión han permitido que el precepto jurídico, proveniente del principio de la soberanía de cada nación para legislar en sus territorios respectivos, no continúe siendo un impedimento para la integración de la América del Sur. En consecuencia, Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, tardaron treinta años para conformar a la Comunidad Andina de Naciones. El esfuerzo, la tenacidad y la convicción fueron consecuentes con el ideal bolivariano. Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, en el seno del MERCOSUR se constituyeron como tal, en 1991. Estos dos grandes bloques sugieren la idea que nuestros dirigentes suramericanos están conscientes de que una nación suramericana individualmente no puede incursionar con éxito en el desafiante mercado internacional

En efecto, un análisis de la balanza comercial de los países suramericanos con Suecia,presenta las siguientes cifras, extraídas de Exportrådet (Consejo Sueco de Exportación): En 1997, la América del Sur exportó a Suecia la cantidad de 622 millones de dólares. En ese mismo período, Suecia exportó a los países del subcontinente suramericano la cantidad de 1 millardo 806 millones de dólares (calculos aproximados con base a un promedio de 1US$=7,60 Coronas Suecas). Estas cifras reflejan que la balanza comercial de la América del Sur con Suecia tiene un déficit aproximado del 65,57%. Además, el mercado suramericano consumió, en ese mismo período, el 2.0% del total de las exportaciones suecas; a su vez, el 1.0% del total de las importaciones que realizó la nación nórdica, provinieron de los centros de producción de los países que integran la CAN, los del MERCOSUR y de Chile.

Por lo visto, las naciones suramericanas tienen ante sí un gran desafío comercial. Ciertamente, los países del MERCOSUR presentaron en 1997 una balanza comercial negativa; su comercio internacional tuvo un déficit de 13.428 millones de dólares. La CAN, por su parte, tiene una participación más favorable en el mercado internacional, mostrando un superávit de 3.693 millones de dólares. En el mismo período, el mercado CAN – MERCOSUR fue por el orden de 5.237 millones de dólares, siendo favorable a las naciones del sur del subcontinente. Sin embargo, el mercado interno entre los países de la CAN en 1997 y en relación el año 1996, mantuvo un crecimiento del 19%. Este mercado alcanzó una cifra de 5.556 millones de dólares y un promedio de crecimiento anual por el orden del 30%. Este escenario económico indica que la América del Sur, con sus 323 millones de habitantes, es un mercado de posibilidades insospechadas.

Evidentemente, la América del Sur tiene una geografía compleja: Las cumbres andinas dividen a la región, de norte a sur, casi en dos mitades; los caudalosos ríos, el Amazonas, el Orinoco, etcétera, conjuntamente con las selvas infinitas, son obstáculos naturales que obstruyen el acercamiento entre los pueblos. Sin embargo, en materia de comunicaciones, los países sudamericanos no están distantes entre sí, ni del mundo: desde Manaos, vía Boa Vista (en Brasil), Santa Elena de Uairen, Caracas (ruta de la costa), San Antonia del Táchira (frontera colombo-venezolana), una carga pesada puede llegar hasta la ciudad de Lima. Estamos hablando de una distancia de más de 5.000 kilómetros carreteras que desafían selvas, altas montañas y un severo clima, que a veces es cálido y a veces es frío. En un artículo anterior, vimos que desde Maiquetía (Venezuela) podemos trasladarnos en menos de doce horas a cualquiera ciudad de América; podemos trasladarnos, a cualquiera ciudad de Europa, en menos de veinticuatro horas y, a cualquiera ciudad del mundo, en menos de cuarenta horas.

De tal forma, los países suramericanos están comunicados entre sí y con el mundo mediante cualquier vía de comunicación. La América del Sur presenta recursos naturales casi inagotables: Argentina y Chile, además de tener un notable desarrollo tecnológico y científico, son grandes centros productores de alimentos; el coloso Brasil tiene abundantes recursos naturales e industriales. Venezuela, por su parte, es un centro energético por excelencia y hace ajustes para diversificar sus exportaciones distintas a los derivados de los hidrocarburos. La venezolanísima harina de maíz, junto con el ron y el chocolate, se venden con éxito en el mercado estocolmense; café, aguacates, mangos y otros géneros de frutas, flores, carnes, etcétera, provenientes de Ecuador, Argentina, Brasil, Colombia y Uruguay compiten en Suecia con la cercana competencia española, griega y turca… Los vinos chilenos y argentinos comparten las bodegas con la variada gama de vinos franceses, españoles, italianos, australianos…

Conscientes de estas posibilidades de la América del Sur, los gobiernos de la región, democráticos en su totalidad, buscan acelerar el proceso de integración del subcontinente. En tal sentido, el más nuevo de los Presidentes suramericanos, Hugo Chávez Frías, cuando era entonces Presidente Electo de Venezuela y guiado por la ideología integracionista de El Libertador Simón Bolívar, emprendió viaje a Brasil y Argentina para ratificar que la integración no es una idea histórica irreconciliable con la realidad que tocamos con nuestras manos desnudas. La idea bolivariana retornó, nuevamente, a la realidad. Así parece indicarlo el Presidente Julio María Sanguinetti, quien en una declaración de prensa, expresó que «hemos tomado del discurso del Libertador, la inspiración integradora y nos quedamos en ella, cosa que ocurrió en muchos momentos en nuestra historia latinoamericana. Grandes declaraciones de propósitos y luego muy poca sustancia en materia de integración» (El Nacional, Sábado 30 de enero de 1999). La declaración del Presidente Sanguinetti y las conversaciones entre la CAN y el MERCOSUR, inducen a pensar que la integración suramericana ha superado el proceso polémico entre el racionalismo y el empirismo.

En conclusión, la tesis de integración de la CAN, el MERCOSUR y Chile, sugieren que la integración de los países de la América del Sur es la continuación de un proceso histórico regional. La Comunidad Andina de Naciones ha creado, en treinta años de arduo trabajo, toda una constitución supranacional. El Mercado Común del Sur es una realidad insinuadora de que, a mediano plazo, los motivos comerciales que inspiraron a esa asociación, con el apoyo de la experiencia de la CAN, irá ampliando sus objetivos. La integración de los países de la América de Sur y de toda la América Latina no es una quimera… «El sueño de Bolívar esta siendo progresivamente construido» (Fernando Henrique Cardoso, Presidente del Brasil).

[email protected]

Fundado hace 27 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba