La Intolerancia
Vivimos un régimen autocrático militarista donde predomina la intolerancia. Que se niega a reconocer a más de la mitrad del país si tomamos en cuenta no sólo a los que votaron por Chávez si no a todos aquellos que adversamos la forma como gobierna incluida parte del chavismo.
Cuando se le ordena a las fuerzas armadas que deben gritar patria, socialismo o muerte y el que no esté de acuerdo que solicite su baja; cuando Jesse Chacón llega a la CANTV y le informa a los trabajadores que: aquellos que no estén de acuerdo que se retiren; cuando es condición obligante vestirse de rojo para poder acceder a los programas sociales; cuando el Jefe del Estado califica de agentes imperialistas a todos aquellos que se le opongan; en fin, cuando se le dice al Tribunal Supremo de Justicia, teóricamente la máxima instancia judicial del país que no debe tomar sentencia a espaldas del LIDER simple y llanamente estamos en una reproducción a la N potencia del caudillismo del siglo XIX que se trata de encubrir con el mote de socialismo del siglo XXI.
Venezuela es una sociedad partida en dos, no entro a considerar donde está la mayoría, podría decir que, para mí, es un sentimiento abrumador que no soporta la intolerancia y el odio; la discriminación y a nombre de la inclusión la exclusión de todo aquel que disienta del gobernante que se considera dueño del país.
Se trata de justificar al régimen porque los sectores más pobres están recibiendo determinados beneficios. Sería una aberración que con los fabulosos recursos que recibe el Estado éste no distribuyera algo hacia esos sectores. Hay, ciertamente, un crecimiento económico, pero no un desarrollo económico social, autosostenido representado en el empleo y en una economía con capacidad exportadora. Chávez hace gárgaras con el gas y no ha construido un kilómetro de gasoducto, más bien tiene que importar de Colombia, jamás se le oye hablar de productividad, de competitividad, de exportación, de empleo productivo. El dinero se maneja a manos llenas, por eso se está presentando un déficit fiscal y PDVSA tiene un pasivo cercano a los 50 mil millones de $ y endeudamiento superior a los 20 mil millones de $. Hay dinero para cancelarle al BM y al FMI. Gómez en plena crisis de los años 30 fue el único que canceló toda su deuda externa.
Queremos un cambio y vivir en una democracia con justicia social.
