La Madre Teresa en el Balcón del Pueblo
Ninguno de nosotros puede imaginarse a la Madre Teresa dando una arenga apasionada y enardecida en el «Balcón del Pueblo». Ni a Juan Pablo II en sus mejores tiempo, haciendo una sortija en su mensaje «Urbi et Orbi» ni a Nelson Mandela comandando un escuadrón de motorizados en una jornada electoral. Las imágenes, escenas y los personajes en la forma que los he apuntado son contradictorios, por lo que han representado para la humanidad y lo trascendente de sus obras.
Los mensajes de conciliación, paz, armonía, tolerancia y convivencia, tienen un efecto de permealización social lento, casi a cuenta gotas. Pero obviamente cuando son efectivos y calan en el tejido colectivo, sus resultados en el mediano y largo plazo son provechosos para las sociedades. Solo puede existir desarrollo sustentable y progreso colectivo en esos ambientes. Los mensajes y acciones violentos, en cualquier a de sus manifestaciones, tienen un efecto inmediato, demoledor. Están destinados a minar las bases de la estructura social y política, con impacto «molotov». Por eso nos resulta de tanto rechazo asociar La Madre Teresa, Juan Pablo II y Nelson Mandela con las acciones violentas.
Un conmovedor y convaleciente Presidente de la República visitó al país que gobierna por los días de semana santa y un día antes de la conmemoración de la muerte de Jesucristo, en una misa transmitida por televisión, pidió a Dios más tiempo de vida para gobernar y por ver concluida su obra. Las imágenes fueron realmente conmovedoras por el escenario familiar que rodeaba al Presidente y las caras de aflicción de los acompañantes. Pero en menos de 36 horas, el mismo Presidente insultaba al candidato opositor y distaba su arsenal de violencia verbal en contra de una oposición. Nuevamente, los personajes encarnan discursos y mensajes que se concretan en acciones. Y piense usted en lo que actualmente representa el Presidente que nos visita de vez en cuando, en lo que se refiere a mensajes y discursos.
El «muchacho bobo» que tenemos de candidato de la oposición, como lo ha llamado despectivamente el Candidato-Presidente, anda empeñado en recorrer casa por casa, llevado casualmente un mensaje de paz, conciliación entre los venezolanos. De bobos y simples también fueron tildados en más de una ocasión, la madre Teresa, Nelson Mandela y Juan Pablo II, por querer inspirar el mensaje de paz y convivencia que tanto nos está haciendo falta en Venezuela.