Opinión Nacional

La mentira como constante socialista

Una constante apreciable en cualquier régimen socialista es la mentira de sus líderes y seguidores a la ciudadanía en general, la falta de capacidad y desarrollo de una verdadera fórmula de gobierno exitoso es y tiene que ser cubierta por el engaño y la mentira.

A diferencia de los capitalistas o de otras tendencias políticas o filosóficas, no tienen como esconder las realidades abrumadoras que los imputan de fracasados e improvisados. Afirmar por ejemplo que el culpable de los fracasos económicos resulta ser la existencia de quienes no piensan como ellos, de que el fracaso en la educación tiene como origen, la falta de cultura socialista, de que la apertura intelectual es un camino que favorece a los capitalistas, y pervierte el intelecto de los hombres y solo por eso se destierran los valores culturales, proscribiendo toda fuente de cultura que no sea la de origen socialista, no es mas que transitar por el camino de lo mítico y anidar con la mentira consecuente.

A quien miente un hombre, como el que dice nos dirige, cuando consecutivamente en cuanta oportunidad tiene en sus manos se dedica denotadamente a inculpar a quienes no comparten sus ideas con él, o atribuirlo a los infaustamente denominados pitiyanquis ¿Es que acaso en los demás modelos socialistas que puedan existir en el mundo encontramos mejores soluciones ?.

No hay bolchevique que se precie de ser tal que no desbarre con quienes como patronos sostienen las empresas, y para disimular sus incapacidades hablen de la explotación de las masas, o por quienes tienen el poder de crear y sostener las industrias como fuentes de trabajo, ni es tal quien no profiera los mas grandes horrores contra las clases sociales, ni quien para esconder su incuria y pobreza no sostenga que es un vil explotado por quienes son clase pensante.

A eso, entre otras cosas nos ha venido acostumbrando el Presidente en su discurrir como líder que fundamenta su doctrina y acontecer en los pobres pareceres del socialismo.

No afirman que lo prudente y deseable es que todos podamos tener como y con que vivir mejor, sino en que quienes viven mejor deben vivir en condiciones menos favorables para compartir la miseria de quienes no han sabido ni podido salir adelante en su desarrollo vital. El dinero y la riqueza por sí son malos, en tanto a ello solo se puede alcanzar con esfuerzo y perseverancia. Hay por tanto que quitar a quien lo tiene bien ganado, todo lo que ha logrado que forme parte de su caudal, bajo el pretexto de darlo a los demás que nada tienen y con ello homologarlos o igualarlos.

Evidentemente que quienes nada han tenido en este mundo, ni han sabido generar prosperidad, les resulta mas fácil pretender cumplir acertadamente sus responsabilidades repartiendo lo de los demás, o acabando con las riquezas del Estado, dando a quienes no lo merecen lo que no es suyo y pertenece a todos.

No se analizan ni las causas ni el porque se origina la miseria e indigencia, para evitarlas, sino se le arrebata o confisca lo que tienen quienes lo han luchado, sin importar nada de cómo o porque han logrado esos beneficios. Ese es el socialismo intolerante contra el capitalismo, lleno de miserias, tantas y tan grandes como las que achaca a sus contrincantes.

Se saca de sus puestos en la organización y se critica a los que están mejor, para tener mas desdichados, y se noten menos las incapacidades de lograr que los otros mejoren y crezcan. Estos tipos de gobiernos, como el que ahora pretende imponerse en nuestra Venezuela conllevan la desgracia y la miseria, se destruye el aparato productivo que deben manejar quienes demuestran tener mas capacidad para hacerlo en beneficio de las mayorías para entregarlo a quienes no han demostrado saber ni como hacerlo ni lograr mejores resultados.

Es muy fácil despotricar contra el éxito de quienes han logrado lo que tienen con su esfuerzo personal y adoctrinar contra ellos que lo hacen en perjuicio de los que nada hacen ni tienen.

Igualar por desigualdades, es mal camino y peor destino. No hay sobre la faz de la tierra países que hayan salido de la miseria y ostracismo bajo los dictados del socialismo, por el contrario se han hecho mas pobres e infelices y se han constituido en acérrimos enemigos de los líderes de gobiernos que los han llevado por esos malos caminos.

En fin, no nos equivoquemos, si el capitalismo desbordado es un difícil mal de corregir, el socialismo ordinario o en cualquiera de sus formas, resulta aborrecible y sin sentido y pero aún si ha crecido sin limitaciones y sin quien le exija cuentas. De allí su triste lema, patria, socialismo o muerte, pues no tienen nada más que ofrecer.

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