La Pasión de Chávez
Enfocar una idea sobre los asuntos del presidente (%=Link(«http://analitica.com/bitblioteca/hchavez/»,»Chávez»)%) requiere de mucha
solidez y a la vez de mucha precisión puesto que el juego se le ha
complicado por que ahora y a pesar de haber tenido una acción presidencial
con muchos tropezones a nivel de la opinión nacional e internacional aún
continua sin darle al enemigo la oportunidad de resquebrajar su poder
carismático. Pero hay algo que en su afortunado dilema, entre los
denominados «buenos» y «malos», no le da equilibrio político a la cosa.
Creo que es la ausencia de una seria y responsable oposición que le diseñe
o le ayude a diseñar la otra parte de la cosa porque a mi entender, un
gobierno democrático sin oposición es un gobierno a medias, no se demuestra
el «poder democrático» sino un «poder absoluto» que en esta época de
cambios bruscos la tal cosa presidencial no condimenta sus aciertos bajo la
sombra de sus opuestos. Absolutismo lo reflejo yo como el que construye sin
oponentes equilibrados.
Recordemos que los ismos nacen de la contadicción, de sus oponentes. El
chavismo como le denominan algunos intelectuales aún está en su fase de
reacomodo. Muy pocos son los intelectuales que objetan sus travesuras
gramaticales por su condición de atrevido golpista, su aplastante lenguaje
bolivariano y su estilo caudillesco.
Todos aquellos intelectuales, digase de los criticos de los años de las
montañas, quienes andaban con el librito de Mao en el bolsillo del arrugado
pantalon o con el manoseado libro de Lenin o Marx, están aceptando la
oportunidad que el destino les ha dado, un presidente con muchas bolas para
acabar con la guachafita del puntofijismo que duró cuarenta años, porque
ellos no la tuvieron. Otros, como medio aceptando la derrota del
puntofijismo que les dio la oportunidad de educarse con suficiente
pedagogía, costará mucho para que el espíritu de la sabiduria les dé otra
oportunidad, independientemente de que sean adecos, copeyanos o
izquierdista descontinuados. A estos, el Presidente no les teme, porque con
el desconfigurar el bloque histórico de la sociedad está patentando su
propio destino y tiene sobre la mesa la mejor oportunidad para tirar los
ases acumulados. Noto que entre las grandes pasiones de Chávez está la
generación nueva, ausente político, que está despertando. Un nuevo bloque
intelectual se aproxima, está muy cerca de nosotros, con el deseo de que su
voz sea escuchada. Esta pasión sobrevivirá a las adversidades, porque es
una generación creada al espíritu de la rebeldia bolivariana y la aventura
del Quijote. ¡No, por favor!, no me refiero a los militares que acusan
participación en el proceso o de clase media, no les veo una pizca de
intelectualismo. Mas bien les veo ambición de poder a fuerza de chismes.
Esta será la primera pasión de la madurez del chavismo unida a la segunda
pasión y creo que es la mas peligrosa, me refiero a sus mismos
colaboradores quienes ya comenzaron con la picazón que produce el deseo de
setirse bien acomodado en el poder y quienes aprovechan construír sobre las
ruinas de aquél poder puntofijistas para crear un puntofijismo a lo nuevo,
es decír, la continuación, sino la mas ambiciosa de las fases de esta
política postmoderna.
Otra de las pasiones por la que atravesará es el reacomodo entre los
verdaderos oponentes de afuera y los oponentes de adentro, civiles y
militares, los mas viejos del nuevo proceso del chavismo, tendrá una doble
batalla que enfrentar, con el sable en la mano. Chávez hoy está apostando
en el nacer de una nueva concepción histórica, en una nueva forma de hacer
política, a gritos con sus subalternos que lo rodean, todos le piden que lo
miren. «Aquí estoy señor presidente, buscando una oportunidad, no importa
si vendí leche en el otro gobierno, no importa si no me tolera el ministro
puntofijista, lo que quiero es un cambur para mi familia». Lo del chavismo
no es una ideología, es una síntesis de un proceso acabado, agotado, es la
denuncia y la crítica a la razón del pacto que se inició en 1959; o como
también un puntofijismo disfrazado de chavismo.