Opinión Nacional

La política del terror

Viernes en la noche del 13 de febrero. Un amigo chavista, que trabaja en el gobierno llega preocupado al lugar dónde habíamos quedado en tomarnos unas birras. Según él, una vez más el gobierno había abortado un nuevo golpe de Estado. Yo lo miro y callo. La oposición tenia días hablando de un autogolpe. Dos días después domingo 15, no hubo golpe, ni autogolpe. Sólo un Aló Presidente más diciendo lo de siempre sin pruebas. Sin mostrar el trofeo del golpe supuestamente detenido.

Sábado 14 de febrero en la mañana. La Candelaria está llena de militares, camiones y tanquetas. La plaza desde dónde partía una manifestación de la oposición ha sido tomada en un madrugonazo por sectores del gobierno. En la avenida Bolívar y la México se repite la historia de un ejercito en la calle. No el Comando de Seguridad Urbana de la Guardia Nacional, preparado para lidiar con civiles sino un ejercito preparado para matar enemigos. Es la política del terror interno y externo.

El discurso de “el golpe de Estado que prepara la oposición” le sirve a Chávez para unificar a su gente, para radicalizar a algún dudoso que lo pueda acompañar. Es el terror en contra de su propia gente para mantenerse en el poder. Que también sirve para hacer dudar a sectores de la oposición y del centro que recuerdan el nefasto 13 de abril. Dos pájaros de un tiro. Y como guinda parte de la oposición le sigue el juego cuando grita “¡Ahí viene el lobo! ¡Ahí viene el lobo! Perdón, el autogolpe.

El enemigo externo Chávez lo tiene en bandeja de plata: Estados Unidos, que cada vez que alguno de sus funcionarios abre la boca no hace sino confirmar sospechas. El gobierno estadounidense parece olvidar la primera reacción que tuvo buena parte de la intelectualidad latinoamericana (y de los pueblos) luego del 11 de septiembre: “ya era hora”, la sensación de que alguien por fin había devuelto el golpe. O los golpes porque en América Latina fueron muchos. Por eso Estados Unidos lo mejor que podría hacer es callar, dejar que hable la OEA, el grupo de amigos de manera conjunta, cederle el protagonismo a Brasil.

El terror ya se ha instaurado en el país a través de un discurso autoritario, negador del otro, una política de cooptación de los espacios públicos por uno u otro bando (pero sobre todo por el que está en el poder obviamente), la excesiva presencia militar en todos los ámbitos y un discurso sobre el golpismo que lo único que busca es provocar miedo. Y el gobierno lo sabe bien: con miedo la oposición no va a ninguna parte.

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba