Opinión Nacional

La recta final

Falta poquito para ir a votar en las primarias. Ya la convocatoria ha arrojado como resultado un tremendo éxito. El viento parece estar cambiando. La oposición paso a la ofensiva mientras Chávez luce sudado, como tratando de tapar un montón de huecos para que no se le inunde el cuarto.

En política los gestos lo describen todo.

Chávez ha nombrado en los cargos claves a sus cuadros más leales. Algunos dicen que al mandar a Maduro, a Tarek y a Jaua a las gobernaciones más complicadas, no hizo otra cosa que castigar al liderazgo civil. Los regaño por andar contando los pollos antes de nacer. Cierto o falso, la salida a última hora de Soto Rojas de la presidencia de la AN, indica que el líder del proceso espera momentos difíciles.

Diosdado, Rangel Silva, Navarro, esos nombramientos describen cierta angustia. Por otro lado, hay un detalle que suele demostrar de verdad como anda Chavito.

Cada vez que le da por encadenarse a diario y a toda hora, esa es una señal de que los números que llegan a Miraflores no están nada bien.

El Comandante Presidente es de la creencia que si se pega a hablar, y a hablar, y a hablar hasta el cansancio, es capaz de convencer a una piedra de que es un pajarito. De convertir mentiras en verdades y revertir cualquier tendencia adversa.

En su presentación en la AN rompió records. Habló más de 9 horas. Se supone que tal esfuerzo tenía como objetivo demostrar que ya está súper curado. Adicional quería vender que su gestión es tan extensa que hasta requiere de otra nueva sesión en el Parlamento para que nada quede por fuera. También quería dejar claro que es un demócrata insigne. Nada de autoritarismo. Muerto de risa le dio la palabra a la oposición para que le hiciera cualquier tipo de preguntas.

Obvio que no le salieron las cosas como estaban pensadas. No pudo hacer el Aló

Presidente del domingo siguiente porque

el mismo confesó que no aguantaba los pies. Las malas lenguas sugieren que la enfermedad le cobró el esfuerzo. De la alocución sólo quedó en la gente lo largo de la cadena y la intervención de María Corina.

La candidata no desperdició la oportunidad y se lanzó por la calle del medio a responderle duro al Presidente. Lució frente a una bancada opositora timorata.

Con una que otra excepción, los diputados de la Unidad se comportaron excesivamente cautelosos frente a un show montado para dejar a Chávez como todo un lord, educadito y tolerante.

Ese día, María Corina debe haber sumando muchas simpatías. No pareciera que eso le dé para ganar, pero sí para subir algunos peldaños. Según indican todas las encuestas, ya el resultado del 12 de febrero parece estar listo. La ventaja de Capriles es suficientemente amplia como para llegar a esa conclusión. Algunas encuestadoras hablan de 11, otras hasta de 20 puntos de diferencia. A menos que ocurra algo inesperado, Henrique será quien enfrente a Chávez el 7 de octubre.

Sostengo que en la campaña como tal no hay ninguna puesta en escena que haga que uno se quite el sombrero. Las cuñas, la propaganda que hemos visto hasta ahora lucen insuficientes, de poca pegada, como para enfrentar a Chávez. Hay que mejorar bastante, meterle cerebro al asunto para competir con éxito. Destacan el eslogan «Viene María» y la cuña de Leopoldo López en radio sobre la mejor Venezuela como excepciones dentro de un cuadro donde abunda la mediocridad.

Ocurre que gracias a la convocatoria a primarias, ha privado el contenido de los discursos sobre la propaganda. Está pasando algo parecido al 2D. La gente ha tenido tiempo para escuchar propuestas, qué piensan los candidatos sobre los distintos problemas y cuáles serían sus posibles soluciones. Los debates han contribuido en ese sentido. Igual la cobertura de medios, que ha sido muy completa.

Capriles ha sabido presentarse con una oferta amplia y con personalidad. Al dirigirse al centro, al buscar llegarle a la votación decepcionada del chavismo y al mundo independiente, consiguió sembrar la idea de que puede ganarle a Chávez. A Pablo le faltó tiempo. Llegó tarde a la cita y además no logró posicionar un concepto sólido de campaña. El comando de UNT no supo sacarle jugo a la presencia y el verbo de un excelente candidato. Tampoco fue que la maquinaría, su principal argumento, demolió a los demás en giras y actos por todo el país.

Leopoldo demostró que tiene ganas y carisma. El tema de la inhabilitación le resto posibilidades, aunque logró, algo tarde, superar el escollo y modificar en mucho la matriz en su contra. Veremos sorpresas en la votación del candidato de VP en varios estados. Hacer pronósticos en elecciones es muy riesgoso. En política todo se mueve. Sin embargo, vale la pena intentar describir con antelación las posiciones en esta emocionante y bulliciosa recta final.

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