La religión roja. La revolución como culto religioso

 De ahí vinieron las experimentaciones y los grandes avances en materia científica. Se puede decir que es padre del gran progreso científico y tecnológico que existe hoy en día. Desde ese punto de vista le hizo una gran bien a la humanidad.

Desde el punto de vista religioso hay que decir que estudió con los jesuitas. A despecho de lo que mucha gente piensa, fue creyente.  Murió recibiendo los santos sacramentos.

En su “discurso del método”, llamado de “la duda metódica”, Descartes reconoce la existencia de Dios. Descartes dice que la existencia de Dios es un hecho sumamente obvio. Por lo tanto, lo excluye de lo que popularmente se llama “el método cartesiano” ya que lo obvio no necesita ser probado.

Pero muchos de sus seguidores a lo largo del tiempo obviaron lo antes dicho y dicen que Descartes negó la existencia de Dios porque no lo había podido ni ver ni tocar, cuestión que no es cierta como antes dijimos.

Sin embargo, sin haberlo querido, Descartes abrió una caja de Pandora de donde entre otras filosofías y doctrinas, salieron el marxismo, el relativismo, el laicismo, el existencialismo, el ateísmo y la Revolución Francesa (curiosamente, en la filosofía de Descartes de que “el hombre puede pensar como quiera” hay una semilla de ateísmo)

Lo que salió de la caja de Pandora fue el pensamiento el siguiente pensamiento:

“El hombre puede pensar como quiera”

Si por “pensar como quiera” es el entender lo que dijera el emperador y filósofo Marco Aurelio de que «nuestra vida es la obra de nuestros pensamientos”, estamos de acuerdo.

Si por “pensar como quiera”, se entiende por el derecho a manifestar el libre pensamiento como debe ser en toda democracia, creemos que esto está muy bien.

Si por “pensar como quiera” se entiende que no es correcto que haya un estado totalitario represor que castigue las ideas, creemos que ese estado sería un régimen dictatorial que viola derecho humanos, sea este de orientación política de “izquierda” o de orientación política de “derecha”, con el que no estamos de acuerdo.

Una cosa son las orientaciones políticas donde hay que combatir el que haya dictaduras que criminalicen el pensamiento cosa son las orientaciones teológicas y filosóficas que se derivan de la expresión de Descartes que dice que “el hombre puede pensar como quiera” y que es lo que vamos a desarrollar en unas pocas líneas más abajo, en las que nos abocaremos al relativismo, la Revolución Francesa y el marxismo.

Sin embargo, antes de entrar en dichos análisis, diremos que no creemos que Descartes haya querido que su filosofía haya sido una caja de Pandora del relativismo y de una semilla de ateísmo

                             2) El relativismo

Si el hombre puede pensar como quiera, implica que puede también vivir y actuar como quiera.  Si el hombre puede pensar como quiera, la religión, la ética y la moral serán lo que el hombre piense que son; y esto desemboca en lo que le conviene, lo que se le adapte, lo que le acomode y lo que le sirva a sus intereses particulares; y no lo que la religión, la ética y la moral objetivamente son. 

En consecuencia, una de las definiciones que se puede dar al relativismo es la siguiente:

Las cosas no son buenas o malas porque en sí mismas sean buenas sino que son buenas o malas según se piense que son buenas o malas. El relativismo llama “bueno” a lo malo y “malo” a lo bueno. El relativismo es uno de los grandes males del mundo moderno porque justifica el mal porque una cosa es que se reconozca que se hace el mal, cuestión que es el principio para corregir y rectificar el mal, y como consecuencia, comenzar con su cura y rectificación; y otra es creer que se está haciendo el bien cuando lo que se está haciendo es el mal. Por eso el relativismo es la raíz de muchos de los severos problemas de hoy en día porque entre otras cosas crea una mentalidad que hace muy difícil la rectificación, la enmienda y la auto corrección.

Como consecuencia de lo antes dicho, el relativismo se pudiera comparar como al lobo que se disfraza de cordero, o al diablo que se disfraza de ángel; porque no es otra cosa que el mal disfrazado de bien, y por eso, logra confundir y engañar a mucha gente; por eso mucha gente cree estar haciendo un bien cuando lo que está haciendo es un mal.

No es que ahora se hacen cosas malas y antes no se hacían, siempre se han hecho cosas malas; por lo menos, antes se llamaba malo, a lo malo. Matar no podrá ser nunca bueno; si alguien asesina a otro, a ese asesinato hay que llamarlo como acción moralmente incorrecta, esto es un hecho objetivo y no se puede justificar por conveniencias particulares.

1)  El marxismo

Para crear lo que llamamos «el marxismo leninismo», Carlos Marx utilizó la frase “el hombre puede pensar como quiera”. 

Marx no inventó nada. Todo lo que hizo fue agrupar filosofías imperantes para el momento que lo tocó vivir. Por ejemplo, el concepto de la plusvalía no la inventó Marx, lo inventó el economista inglés David Ricardo. El concepto del materialismo dialéctico y la lucha de clases que se derivan de dicho concepto no son originales de Marx. Éste se basó en Hegel, quien fue el creador de la dialéctica de las ideas, etc.

El hombre está religado.  La religación es a lo espiritual lo que la gravedad es a la física.  El ser humano es atraído hacia de Dios de la misma manera que los cuerpos son atraídos a caer sobre la tierra. El alma busca a Dios al igual que la tierra reseca busca el agua.

El salmo 42 explica esto muy bien. Recuerdo que lo cantábamos en la misa del Colegio:

“Como el siervo que a las fuentes de agua fresca va veloz, los anhelos de mi alma van en pos de ti Señor.”

Y también el salmo 63:

 “Oh Dios, Tú eres mi Dios, desde la aurora te busco;
mi alma está sedienta de ti, mi carne tiene ansia de ti,
como tierra reseca, agostada, sin agua”.

Y también el salmo 129:

Desde lo hondo a ti grito, Señor; 
Señor, escucha mi voz; 
estén tus oídos atentos 
a la voz de mi súplica. 

Mi alma espera en el Señor, 
espera en su palabra;
Mi alma aguarda al Señor, 
más que el centinela la aurora. 

Ahora bien, el ser humano siempre terminará sustituyendo a Dios cuando lo remueve de su vida o lo niega. Cuando Dios deja de ser adorado, el ser humano que así lo hace, pondrá en su lugar y como su «dios» particular a una persona, objeto o cosa

Teniendo en consecuencia, sus oraciones, ritos y santuario particulares hacia “su» dios particular

Si se le pone una lupa al marxismo, se verá que es una religión sustituta. La ideología marxista dice que Dios no existe, que la religión es el opio de los pueblos y que el ser humano no tiene alma inmortal. Todo esto no lo inventó Marx, el libre pensamiento racionalista coincide con Marx o en su defecto termina desembocando en los mismos postulados de Marx.

Marx no fue el primero en predicar una filosofía atea, liberal y libre pensadora. Sin embargo, Marx terminó dándole a la filosofía atea antes dicha una concepción religiosa de la vida. Lo hizo de esa manera, así no se haya dado cuenta de lo que había hecho. Marx terminó creando una religión disfrazada o sustituta y quizás ese fue su gancho, ya que por ejemplo en los años 60 del siglo XX, la tercera parte de la humanidad vivía en zonas dominadas por marxistas. Alguna razón tuvo que haber para ello y quizás sea por la religiosidad oculta que Marx le dio a su filosofía comunista. 

En efecto:

El marxismo pretendió sustituir a Dios Padre por el propio Carlos Marx.

El marxismo pretendió sustituir a Nuestro Señor Jesucristo por Lenín.

El marxismo pretendió sustituir al Espíritu Santo por el espíritu revolucionario.

El marxismo pretendió sustituir la Biblia por el libro “El Capital”, escrito precisamente por Carlos Marx.

El marxismo pretendió sustituir los 4 Evangelios canónicos por “el manifiesto comunista

El marxismo tomó para que fuera aplicado entre ellos el concepto de la caridad y de la solidaridad cristiana. En consecuencia, los marxistas se auto denominan “camaradas” (la Revolución Francesa lo llamó “fraternidad”. Más adelante hablaremos de dicha revolución, que fue una suerte de preámbulo del marxismo)

En consecuencia, el marxismo pretendió sustituir el concepto trascendente del cielo luego de la muerte y como premio eterno donde se irá a gozar con Dios por toda la eternidad, por un cielo o paraíso en la tierra,

Este “cielo” terrenal del marxismo, Marx lo llamó “la sociedad igualitaria”. Cuando según Marx se llegue ahí, no hará injusticias, desigualdades, crímenes y a vez se cumplirá el lema que posteriormente asumiera la Revolución Francesa como ideal revolucionario: libertad, igualdad y fraternidad.  

Para tratar de explicar que lo antes dicho se podía tardar, Marx dijo que mientras se llegaba a la sociedad igualitaria se hacía necesario crear «la dictadura del proletariado», pero que son otra cosa que las feroces y monstruosas dictaduras que a lo largo de la historia hemos visto en Stalin, Fidel Castro, Mao Tse Tung, Pol Plot, etc.  Y en menor medida que los anteriores: Hugo Chávez 

Muchos autores dicen que para esto, Marx se inspiró en el libro «la utopía», de santo Tomás Moro, mártir de la fe y declarado por el beato Juan Pablo II como patrono de los políticos y gobernantes

En el año 2001, Chávez dio un concepto marxista pero a lo venezolano-cubano la sociedad igualitaria de la que hablaba Marx. En efecto, Chávez dijo que Venezuela y Cuba navegaban hacia un mismo mar de felicidad. Este concepto del mar de felicidad lo dice todo. Creo que huelgan los comentarios

Los marxistas también han pretendido sustituir al infierno. Chávez lo ha dicho muy claramente:

“El capitalismo es el camino al infierno”

También los marxistas han pretendidos sustituir los ángeles y los demonios. Por ejemplo, el Ché Guevara es una suerte de ángel revolucionario pero Bush es la personificación del diablo, como el mismo Chávez así lo dijo en la cumbre de jefes de estado de la ONU:

“Fo, huele a azufre. Ayer, en este mismo sitio estuvo aquí el diablo de George Bush”

Por otra parte, Los votos de los sacerdotes y religiosos son tres:

Pobreza, castidad y obediencia

Es de notar que los jesuitas tienen un cuarto voto:

El de obediencia al Papa

Hay quienes dicen que el voto más difícil no es el de castidad sino el de obediencia. Hay que ver lo que a veces puede costar doblegar la voluntad

Hay que ver cuantos cuestionamientos, desobediencias y hasta insultos e irrespetos, han tenido los papas y los obispos a lo largo de los primeros 2.000 años que lleva la Iglesia. Mientras esto sucede dentro de la Iglesia, en el marxismo hay obediencia ciega y absoluta. Stalin fusilaba a quienes lo contradecían.

Vamos a poner algunos ejemplos de cómo Chávez imponía y no permitía cuestionamientos:

En la campaña electoral para las pasadas elecciones presidenciales del pasado 7 de octubre fue al estado Carabobo. Si bien todos los chavistas de dicho estado apoyaban a Chávez para las presidenciales, la mayoría apoyaba para candidato a gobernador de Carabobo a Rafael Lacava, alcalde de Puerto Cabello, en vez de Francisco Ameliach, que era el candidato original de Chávez. 

Estando Chávez dando un mitin, de repente dice:

“Ustedes dicen Lacava. Yo digo Ameliach. Pues bien, que lo sepan y lo entiendan todos:

Es Ameliach y punto”

Y fue Ameliach y punto. Lacava y sus seguidores bajaron la cabeza ante Chávez. Se tuvieron que calar a Ameliach. No solo eso: lo tuvieron que apoyar y votar por él. El pasado 16 de diciembre el ganador fue Ameliach. Y punto.

Es más, no solo fue en Carabobo. Chávez nombró a dedo todos los candidatos del PSUV a gobernadores y diputados de consejos legislativos. Todos aceptaron, nadie protestó, todos dijeron “Amén”.

Estos dos ejemplos solo se pueden dar por la explicación de lo que hay hacia Chávez es un culto. Dicho culto no es improvisado o inocente. Históricamente, los marxistas le han hecho culto religioso a Lenín, a Stalin, a Fidel Castro, al Ché Guevera y demás marxistas comunistas.

En esta materia del culto religioso a Chávez voy a invocar el testimonio de un gran amigo. Este amigo predijo que Chávez iba a ganar las elecciones presidenciales del año pasado. Y lo dijo mucho tiempo antes de dichas elecciones. Aún antes de que Capriles ganara las primarias, mi amigo me dijo que Chávez ganaría fuera quien fuera el candidato opositor y dio sus argumentos para explicar lo antes dicho. Uno de ellos era que este es un pueblo vendido y comprado por Chávez a punta de dádivas y limosnas, y el otro era el culto político religioso hacia la figura de Chávez por parte de sus seguidores

Marx no habló de la muerte. Fue algo que la religión sustituta del marxismo que creó, nunca logró resolver. Se desprende del pasamiento de Marx lo que después dijeran Jean Paul Sartre y demás existencialistas:

“Luego de la muerte, la nada”

Como buen existencialista, Sartre era ateo. Sin embargo al final de sus días se hizo marxista y murió como marxista, necesitaba algo en lo cual creer, así fuera la religión sustituta y disfrazada del marxismo comunista

2)  La Revolución Francesa

No estamos diciendo que todo fue malo y negativo en dicha revolución. Es obvio que había que acabar con el absolutismo de los reyes como en efecto la Revolución Francesa logró.

Evidentemente que tuvo aciertos y cosas positivas que fue un hecho que marcó la historia pero que también tuvo una gran influencia atea libre pensadora, pero que al igual que el marxismo, la Revolución Francesa terminó desembocando en una religión disfrazada. La Revolución Francesa no es fruto de la improvisación. Fue el producto de lo que se llamó «el enciclopedismo», que como ideología también tuvo aciertos y cosas positivas pero también la ideología atea libre pensadora, que como veremos condujo a mucho sufrimiento, a mucho dolor y a muchas injusticias, sobre todo con la guillotina, como veremos más adelante.

Uno de los grandes exponentes del enciclopedismo fue Juan Jacobo Rousseau. Éste dice que el pecado original es una blasfemia, que es una invención. En su libro “El Emilio”, Rousseau dijo que el hombre nacía bueno, que eran las estructuras sociales creadas por el hombre las que lo hacían malo. Por lo tanto, lo del pecado original era una invención, era una suerte de cuento de hadas. Literalmente dijo que el pecado original era una blasfemia.

En consecuencia, si no hubo pecado original, tampoco hubo Redención, porque no hubiera tenido ningún sentido la Pasión y Muerte de Jesucristo. Tampoco su Resurrección. Para resucitar hay que primero morirse porque por definición, un vivo no puede resucitar.

La Resurrección de Jesucristo es la base y la piedra angular del cristianismo, porque de no haber habido Resurrección de Jesucristo, nunca se hubiera hablado de cristianismo, porque históricamente hablando, el cristianismo se hubiera quedado en lo que llaman “flor de un día” o en el famoso dicho que dice que “una golondrina no hace verano”.

Es estadísticamente e históricamente imposible que una mentira se haga universal. Y si se lograra hacer, sería por muy poco tiempo. Ninguna mentira aguanta 2000 años.

Robespierre y Danton aplicaron muy bien lo que dijera Rousseau. Robespierre proclamó a “la razón” como “diosa”. A tal efecto, usurpó la catedral de Nuestra Señora de Paris y al igual que lo pretendiera hacer el marxismo comunista posteriormente, los jacabinos pretendieron sustituir el culto a la Virgen María que se le rendía en dicha catedral, por el culto a la “diosa razón”.

Robespierre se auto proclamó “pontífice máximo del culto a la “diosa razón”. Es decir, pretendió sustituir al Papa. Dicho de otra manera, se auto proclamó Papa.

Con el tiempo, que es un gran sabio, terminó demostrando que a la Bienaventurada Virgen María se le sigue rindiendo culto en dicha catedral. Fue “flor de un día”, el culto que Robespierre pretendió sustituir en la catedral de Notre Señora de Paris 

Lo que dijo Rousseau terminó siendo aplicado muy bien por Robespierre y Danton. La filosofía atea, racionalista y libre pensadora, terminó desembocando la famosa guillotina, en donde en la llamada “plaza de la concordia”, guillotinaron a todo tipo de inocentes. Al final, los guillotinadores, terminaron guillotinándose entre ellos mismos.

Cuando Danton subía al cadalso le dijo a Robespierre:

“Robespierre, el próximo serás tú”.

Y así fue.

Danton fue el penúltimo de los revolucionarios guillotinados y el último fue Robespierre.

Además, en dicha revolución no hubo ni libertad ni igualdad ni fraternidad. Pocas veces en la historia ha habido un baño criminal de sangre más injusto que ese momento.

La Revolución Francesa fue unos de los actos históricos donde más gente fue injustamente masacrada en la guillotina, sin ni siquiera juicio previo.

La Revolución Francesa fue el preludio del marxismo comunismo.

Con la guillotina en contra de Robespierre, terminó la Revolución Francesa.

5) Conclusión

La semilla atea, liberal y libremente sembrada involuntariamente por Descartes en el Renacimiento llega a su fin. Como antes dijimos, dicha semilla fue la frase “el hombre puede pensar como quiera”. Sus mejores frutos fueron la Revolución Francesa y el marxismo.

La Revolución Francesa pasó. El marxismo está de salida. Cayó el muro de Berlín, también cayó la Unión Soviética, murió el marxismo comunismo en Europa Oriental. Solo queda Bielorrusia, cuyo régimen marxista comunista, más tarde o más temprano también terminará cayendo.

Hoy día solo queda Corea del Norte, que le terminará pasando lo que acabamos de decir de Bielorrusia. También Cuba, pero ya se ve que Fidel Castro se ha convertido en una momia mal embalsamada. No pasará mucho tiempo sin que el marxismo comunista termine de morir en Cuba.

Chávez ya está ido. Hasta las paredes ya dicen la verdad sobre la actual situación de Chávez que el régimen de facto de Nicolás Maduro pretende negar. Pero más pronto que tarde, la verdad terminará imponiéndose y Venezuela tendrá que volver a tomar el camino correcto de la verdadera democracia y la libertad.

El relativismo, el ateísmo y el laicismo también pasarán y pronto veremos un nuevo amanecer porque así como el hijo pródigo volvió a la casa del Padre, la humanidad también volverá a Dios.