Opinión Nacional

La revolución lacrimógena

Las imágenes no son nuevas. Sigue vigente la ley de la permanente y creciente represión. Hoy amaneció este expaís con otra limitación de sus llamadas libertades constitucionales. En este caso le tocó al derecho de libre tránsito. El ‘jefe único’, en Consejo de Ministros, acordó la noche del 17-09-02 decretar ocho ‘zonas de seguridad’. Entre ellas, las adyacencias del Aeropuerto de La Carlota. Esta decisión coincide con la publicación de un desplegado, a media página, en la prensa matutina, bajo el título: «Militares: ¡Actúen Ya!» (EN,17-09-02,D-3). Y se convoca a una vigilia el viernes 20-09 a las 3 pm, frente a la Base Aérea de La Carlota. El jueves 19, en horas de la mañana, mientras los medios se hacían eco del inicio de los Consejos de Investigación a oficiales, incluidos los de más alta graduación, para quienes se quiere obviar el antejuicio de méritos, se detiene a Alejandro Peña Esclusa, presidente de la Asociación Civil ‘Fuerza Solidaria’.

Conspiración y contingencia

No se le apresa in fraganti. La acusación: reparto de ‘propaganda subversiva’. ¿Una propaganda panfletaria y la invitación a una vigilia por parte de una Asociación de poca o escasa convocatoria, mueven las palancas del ejecutivo hasta el punto de apelar a la contingencia? Esto no parece del todo coherente. Es elemental la existencia de un trasfondo: la conspiración. El escenario del golpe militar ‘salvador’ proveniente de la derecha se junta al que refiere el levantamiento cívico-militar / fuerzas opositoras, que actuarían en procura del restablecimiento de lo que consideran como régimen de auténtica democracia y libertad.

Salvar al ‘proceso’ a como de lugar

Frente a estas amenazas, están las fuerzas militares ‘chavistas’ que actúan en el marco del mantenimiento del proceso, pero sin identificarse con la totalidad de los contenidos y expresiones políticas que caracterizan este movimiento. Esta es la fuerza que sería utilizada para dar un autogolpe. Frente a la situación de crisis-inestabilidad e ingobernabilidad el régimen considera la posibilidad de asumir el estado de excepción y conformar un abierto autoritarismo o, en última instancia, apelar al expediente de poner en mando en manos de quien le pueda dar continuidad al ‘proceso’. En todo caso se trata de profundizar, cada día más, el camino ‘revolucionario’.

Estamos en la fase de demolición

Para nadie es un secreto que el proceso conspirativo está establecido en este expaís y que goza hoy de muy buena salud. El 04F-92 es una expresión de ese golpismo que se hizo gobierno, por la vía democrática, en 1998. Y hubo quien pensara que esta era la finalidad. No se entendió ni se entiende plenamente aún que el proyecto de ‘refundación’ del país, no estaba dirigido a continuar, mejorar o profundizar la democracia representativa, alternativa, liberal, republicana y federal sino a la creación de un régimen distinto cuya construcción pasaría por cinco etapas: 1- Convertir la potencia dormida de un pueblo en poder constituyente. 2- Alcanzar la presidencia. 3- Convocatoria a la AN. 4. La AN asume todos los poderes y procede a demoler lo establecido. 5- Fase de ejecución de lo decidido. Hoy está planteado romper con todo lo anterior, con miras a imponer el ‘nuevo orden de la ‘revolución bolivariana’. ¿Algo distinto a lo conocido hasta el presente? ¿O una nueva expresión de las mismas corruptelas de la historia explotadora?

A falta de pueblo, milicias revolubolivarianas

El objetivo de esta ‘revolución’ (Ceresole dixit) es juntar caudillo-pueblo y militares para hacer una obra imperecedera. En principio todo marchó hacia ese norte. Pero al quedar al descubierto que éste es otro gobierno del histórico saqueo, el apoyo popular comienza a mermar y se plantea como una necesidad mayor lograr un piso militar de creciente significación. En esa dirección ha actuado el proceso: lograr un ejército propio, depurado y alejado de la vieja escuela, que responda a los específicos intereses, pensamiento e ideales de la revolubolivariana. Se pretende, en definitiva, acabar con la institución formalmente al servicio de la república para establecer una milicia popular de la revolución, cuyo propósito sería demoler lo viejo e implantar una sociedad y un Estado diferentes. Aspiración de una ‘nueva realidad’ (¿nuevo reparto?) que hasta hoy es sólo parte de un discurso vacío y tramposo.

¿Comunismo vs democracia?

Sin embargo, hay quienes ven en el chavismo serias intenciones de imponer en este expaís un gobierno de corte comunista. De allí, se dice, el esquema que hoy se sigue en la cuestión económica, política, social o militar. A estos críticos y analistas hay que decirles que saben muy poco de teoría comunista y de lo que hoy ocurre aquí. En esta Venezuela, que es la repetición, por otras vías, de la ‘vieja historia’, surge la nueva ‘zafra golpista’, con el objetivo de derrotar esta ‘revolución comunista’ y rescatar la democracia. ¿Pero cuáles son las fuerzas interesadas en enfrentar la actual «experiencia revolucionaria»?

Un enfrentamiento disfrazado de clasista

Este expaís está francamente dividido. Los niveles de odio y enfrentamiento pocas veces adquirieron tan apreciable dimensión. La polarización cada día se vuelve más peligrosa, a pesar de que no responde a claros objetivos doctrinarios-políticos-ideológicos, sino más bien a circunstancias emocionales, que la mantiene distante de la confrontación clasista. De allí que el golpismo-corrupción que se desarrolla en esta dimensión forma parte del cuadro de alta confusión que caracteriza este expaís.

El golpismo renace del fracaso del gobierno

Del propio fracaso gubernamental ha renacido el golpismo, que hoy se une a la oposición civil para determinar una fuerza de apreciable y creciente poder. Una conspiración que se extiende del modo más directo y peligroso y frente a la cual el gobierno ya no sabe como manejarse. Por ello se limita a seguirle la pista y la huella. Nos encontramos de este modo en una difícil situación: un gobierno y sus aliados de ‘izquierda’ se enfrentan a otro gobierno, calificado por muchos, como afecto a la potencia norteamericana. En tres años y medio este gobierno no ha tomado una sola medida que perjudique al socio del norte. De allí que se le vea como a un aliado importante. Esto explica la conexión entre los dos países. Para USA ha sido un apoyo altamente productivo.

¿Al ‘comunista’ Chávez lo salvará el imperio yanqui?

Para el 03 de Abril del 2002 se planteaba una difícil situación. En ese momento, el embajador Shapiro, en una conferencia de más de cinco horas, hace un planteamiento central: USA solicita sea resuelto de inmediato el problema de PDVSA porque requiere seguridad en el suministro de petróleo, dada la inminencia de una guerra contra Irak. La respuesta presidencial no fue la esperada. Por ello el papel ambiguo de USA a la hora de los acontecimientos del 11A –02. Sin embargo, al no surgir un nuevo responsable y proveedor de crudo, se decide por el reconocimiento y apoyo al restablecido ‘taita’ venezolano. Hoy, ante el cuadro de una oposición dividida, enfrentada y vacía, USA entiende que puede negociar con el debilitado gobierno de Chávez. Y este apoyo resulta decisivo para extender la vida de su mandato.

Ante el llamado de peña esclusa responden Chávez y Shapiro

En este sentido, cuando la ‘Fuerza Solidaria’ de Peña Esclusa le pide a los militares que actúen, el gobierno yanqui se siente obligado a sentar anticipadamente su posición. Al referirse al propósito de la vigilia, FS apunta: «La vigilia tendrá entre sus objetivos hacer ver la necesidad impostergable de la intervención de la Fuerza Armada en la solución de la crisis política»… Algunos panfletos reiteran que este movimiento ve con simpatía el derrocamiento del gobierno de Chávez al cual acusan de violar la constitución. Se pide por ello invocar el artículo 350 y proceder a desconocer el gobierno y el 333 para luchar por el pleno restablecimiento de la carta magna. Ante esto, y en forma sorpresiva e irregular, se detiene al responsable de FS. El presidente, el mismo jueves 19/09/02, desde el TTC, haciendo gala de burla y prepotencia, frente a los trabajadores del Estado, se ríe de Peña Esclusa y lo invita a seguir conspirando desde la DISIP donde mandó a recluirlo. «Bueno, vaya para que siga llamando desde allá a los militares para que actúen».

¿Comunicado de Usa o de la Disip?

En realidad, el enemigo a vencer no es FS, sino el golpe que todo el mundo comenta como algo más que montado que cuenta, según los rumores, con un importante apoyo militar y de altas fuerzas nacionales e internacionales. Se señala hasta nombres y fechas. El día fijado era el 19/09/02 y es por ello que el gobierno se sintió obligado, en los días previos, a movilizar sus fuerzas represivas, con la idea de hacer ver que ya no cuidaría las formas, la legalidad y el respeto a los derechos humanos, sino que estaba dispuesto a todo tipo de atropello en defensa de su revolución. Y precisamente, un día antes de la fecha establecida para el golpe, se produce el comunicado de la embajada de los Estados Unidos sobre la situación político-golpista. Un documento de neta factura intervencionista que pudo haber sido elaborado con el visto bueno de las autoridades venezolanas. Parece más bien un texto de Min-Interior o específicamente de la DISIP.

La potencia violenta condena la violencia

La embajada observa que… «De una manera altamente irresponsable han aparecido anuncios en la prensa y se están distribuyendo volantes que exigen a los militares que se levanten contra el gobierno»… y agrega USA que: «Rechaza los actos ilegales, dirigidos contra personas o propiedades, que buscan alterar el orden constitucional, ya sea para derrocar al gobierno o para mantenerlo en el poder»… Aquí hay un alarde de objetividad: se condena la violencia cualquiera sea su procedencia. Es la autocondena, y esto tiene que ver con el posible autogolpe del gobierno al establecer el estado de excepción y asumir poderes dictatoriales. Pero el comunicado, a la vez, destaca: «Los Estados Unidos, particularmente, se opone al uso de la violencia o a las amenazas de su uso para alcanzar tal fin». Resulta, cuando menos contradictorio, que la potencia del saqueo y la humillación mundiales, se declare oponente de la violencia que históricamente han ejercido dentro y fuera de sus fronteras.

Seguimos plenamente invadidos

El llamado final no es menos conmovedor: «llamamos a todas las partes a que se abstengan de incitar a la violencia para provocar una ruptura del orden constitucional». Y como si fuera poco se concluye con una impresionante amenaza: el gobierno yanqui «tomará todas las acciones permitidas por las leyes de los EEUU contra cualquier persona que participe en acciones ilegales y/o violentas con el propósito de derrocar o preservar al actual gobierno». A los golpistas les caerá todo el peso de las leyes norteamericanas. Los ciudadanos venezolanos deben respetar y cumplir las leyes de nuestros dueños y señores. Y el gobierno de Chávez, para ser fiel en esta hora, a los viejos dictámenes, se ve en la obligación de abrir la represión en la forma más terminante. Los manifestantes de FS en PDVSA/Chuao no llegaba a 400, pero les lanzaron materialmente una bomba por persona. La orden estaba dada. Hay que hacer saber que hay disposición para reprimir y asesinar. Está en marcha la revolución lacrimógena.

El 11a no ha concluido

El 11A-02 no ha concluido ni concluirá muy fácilmente. Hay en este gobierno la decisión de defender la revolubolivariana por todos los medios. Y si cada día tiene que haber más muertos, no hay intención de echar paso atrás alguno para impedirlo. Revolución es revolución. Y es que parece no haber conciencia de que esta ‘revolución’ en particular, es síntesis y suma de todas las miserias que históricamente han caracterizado los cambios de mando en estos territorios aún invadidos. Una verdadera revolución está por construir y no será obra de quienes comulgan hoy con los viejos procedimientos de los invasores, por más demagogos y populistas que se presenten.

Insistiendo

— Otto Reich no parece estar de acuerdo con darle un hombro a quien dice que anda con malas compañías. — El juicio por crímenes de lesa humanidad no avanza, pero las muertes sí. — ¿Y quién iba a decir que este gobierno tendría que apoyarse tan abiertamente en la embajada yanqui? — ¿Habrá que acostumbrarse a vivir en este ‘suplicio revolucionario’? — ¿Serán más de tres los altos oficiales que apoyan esta ‘revolución’? — ¿Dónde estarán los patriotas de la ‘revolución’ que no dijeron ni pío ante el comunicado yanqui? — La persecución de opositores no es nada nuevo. La lucha por derrocar una dictadura tampoco.

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