Las ensordecedoras vuvuzelas
Las vuvuzelas, esas cornetas plásticas de Sudáfrica que, durante los juegos del mundial de football, suenan sin cesar desde el pitazo inicial de un partido hasta su fin, cual enjambre de millones de abejas, impidiendo que la señal televisiva nos permita oír lo que se dicen los jugadores en el campo, los pitazos de los árbitros, los búes y vítores de los fanáticos, también suenan en juegos en otros lugares del mundo. Recuerdo que hace unos años la televisión transmitía un juego en el estadio de Wembley y se oía un ruido parecido al zumbido de millones de ovejas. Yo pensaba que se trataba de un defecto de la señal pero, no, en Wembley también sonaban los vuvuzelas.
Se dice que el nombre “vuvuzela” viene de una voz zulú que significa “hacer ruido” -¡y de verdad que hacen ruido! Si bien la corneta es de origen sudafricano, ya las empresas chinas, japonesas y otras se han encargado de producirlas por centenares de miles y en el Mundial de football del 2010 han ganado fortunas con la venta, no sólo a los “bafanas” sino a los turistas de todo el mundo.
Las vuvuzelas son ensordecedoras y no dan respiro. Pero, al lado de ellas, nosotros tenemos las “huguzuelas” que suenan en las cadenas de televisión que no son otra cosa que gritos e improperios que, si bien no recuerdan el ruido de los enjambres de abejas, sí vuelven locos a los venezolanos que, por desgracia tienen que oírlas.