Las Venezuelas
Desde antes de que esta tierra se llamará como se llama, en ella han cohabitado dos Venezuelas. Una, la primera, la que siempre ha estado en el poder y la otra, la segunda, la considerada como víctima de la primera.
Vale la pena preguntarse: ¿Quiénes han estado en el uso del poder? Si se repasa la historia de nuestro país, comprobará que ha sido una inmensa minoría. Sume los miembros de esa minoría en cada etapa y se dará cuenta que no alcanzan la menor mayoría; compréndalo, es un juego de palabras, pero una verdad como un templo. Esa inmensa minoría ha intentado, casi siempre, aplastar al “otro”, es decir, a su prójimo y no ha podido ¿Por qué? No se. ¿Serán vainas de las circunvalaciones cerebrales, acaso?
¿Y quienes han sido las víctimas de los usuarios del poder? Comience a enumerarlos cronológicamente. Así, son: los primeros nómadas o errantes, nuestros indios que no se asentaron, responsablemente, en ningún lado; los negros traídos del África para que trabajaran como esclavos y diera origen a la frase tan común: “trabajando como negros para vivir como blancos”; los cariados dentales, cuyas piezas dañadas eran extraídas con un alicate similar al que utilizan los herreros para sacar los clavos y herraduras de los cascos de los pura sangres que corren, cuando pueden, en los hipódromos del INH; los “españoles y canarios que contaron con la muerte aún cuando fuesen inocentes…”, algo así, como el patria, socialismo o muerte del siglo XXI; los que perdieron la guerra; los despojados de sus títulos nobiliarios y bienes sin que hasta el momento tengan una respuesta adecuada de lo ocurrido con estas prácticas, al igual que en estos años. Si no cree pregúntele a la gente de Globovisión, si le devolvieron antenas y equipos.
La lista continúa. En los albores del siglo XX las víctimas fueron los presos de La Rotunda y…..como siempre, los estudiantes. Este grupo es una constante, siempre están metidos en todos lados, hasta en la sopa, y ¡eso que solo se dedican a estudiar! ¿Cómo sería si se dedicaran a espiar, hablar mal del prójimo, a ejercer la profesión de “sapo”, “acuseta”, chivato o cualquier otra actividad similar a la de DR?; ¡no es doctor, si supiera! sino Defensor Revolucionario Casi seguro que los gobiernos del G8 ya hubieran sido sustituidos.
Esa es la razón, en consecuencia, para descalificarlos con epítetos de cualquier calibre. Claro: solo miran “la paja en el ojo ajeno y no ven la viga de concreto del largo del Puente sobre el Lago que tienen atravesada en el ojo propio”.
