Lesa humanidad para pendejos
Ha ganado espacio en la opinión pública nacional el tema del «crimen por lesa humanidad». Nadie entiende muy bien de qué se trata. Ni siquiera nuestros más presumidos juristas. Algunos de ellos, enceguecidos en la fatua glorificación de sí mismos, frívolamente deliran y hablan cuanta sandez se les ocurre al respecto.
Una de las supuestas glorias de la constitución de 1999 se refiere al capítulo que defiende los derechos fundamentales. No hay duda de ello. El artículo 29 es la máxima aspiración que cualquier estado puede descubrir en su estamento jurídico con relación a derechos humanos. Reza: Las acciones para sancionar los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles. Serán juzgados por los tribunales ordinarios y quedan excluidos los beneficios que puedan conllevar a su impunidad.
Por lo novedoso y extraordinario del tipo de crimen: la lesa humanidad, su definición y penalización no están tipificadas en nuestro ordenamiento jurídico. No debemos extrañarnos, nuestra constitución bolivariana y nuestro nuevo sistema legal todavía cagan en pañales.
Sin embargo, un instrumento legal del ordenamiento jurídico internacional, el Estatuto de Roma, aprobado, ratificado y publicado en gaceta oficial, por tanto, documento vigente y válido en Venezuela desde el año 2000, sí lo define y penaliza.
Lo suscribe en el artículo 7 como un ataque generalizado, fundado en motivos políticos, contra una población civil en razón de su identidad política (opositora), que resulte en «asesinato» u otro acto inhumano que atente gravemente contra la integridad física o la salud mental o física del individuo opositor. Y se responsabiliza de dicho delito, según el artículo 25, a quien ordene o induzca su comisión; a quien sea cómplice o encubridor; a quien haga una instigación directa y pública a que se cometa.
Según lo desprendido en el párrafo anterior, obvio y elemental, materia de pendejos, dado que la cantidad de sangre derramada no califica al crimen sino que lo agrava o magnifica, no hace falta ser (%=Link(«http://www.cnn.com/resources/newsmakers/world/europe/milosevic.html»,»Milosevic»)%) para cometer un crimen de lesa humanidad ¿alguien medianamente responsable sería capaz de afirmar que el 11 de abril no se consumó uno?
Sólo Hugo, José Vicente o Isaías, curiosamente los inculpados de semejante barbaridad. Bueno, también algunos abogadillos por ahí…
