Libertad imbecil, libertad
«No es libre el que se ríe de sus cadenas» – G.E. Lessingh
Vladimir Ilich Lenin definió el imperialismo como una situación
política- económica que se rige por las siguientes característica: «El
imperialismo es una fase histórica especial del capitalismo. Su
carácter específico tiene tres peculiaridades; 1) capitalismo
monopolista; 2) capitalismo parasitario o en descomposición; 3)
capitalismo agonizante. La sustitución de la libre competencia por el
monopolio es el rasgo económico fundamental, la esencia del
imperialismo», acotaba Lenin[.1] .
De acuerdo a lo anterior y estando ante un mundo globalizado, con
paradigmas que van desde el respeto de los derechos humanos hasta la
total libertad de comercio (free enterprise), tendremos que aceptar
que el imperialismo no existe. Veamos: 1) – si el sistema es
monopolista ¿por qué en pleno siglo XXI las grandes empresas,
consorcios, agrupaciones de empresas, etc., luchan por más libre
competencia y aceptan que la competitividad es la única manera de
ganarse los mercados? 2) Lenin lo califica como parasitario o en
descomposición. Si fuera así, ¿cómo explicamos los grandes, los
enormes avances científicos y técnicos ocurridos en los últimos 50
años que han venido a mejorar la calidad de vida de los individuos y
han logrado poner al hombre en la senda de la conquista espacial? – 3)
finalmente, Lenin dice que el capitalismo es un sistema agonizante. La
pregunta que debemos hacernos es cómo, cuándo y dónde, pues de acuerdo
a lo que se ve en la actualidad las condiciones de las naciones son
completamente diferentes y para muestra bastan dos botones: la
república Popular China y Vietnam.
¿Imbéciles o idiotas?
Se está creando una Confederación de Empresarios Socialista – CONFAGAN
– la cual estará compuesta por la Confederación Nacional de Ganaderos
y Agricultores, la cual sin duda debe ser la culpable del
desabastecimiento de verduras, hortalizas y tubérculos y del
encarecimiento de las frutas, (un plátano cuesta en Aragua 2 mil
bolívares), por la Cámara Bolivariana de la Construcción (que nos
digan donde están las 150 viviendas anuales prometidas en 2003), la
Federación de Entes Productivos y Empresarios por Venezuela (eso de
entes suena a una gran mamadera de gallo[.2] ).
Es bueno saber quienes son estos «genios» que piensan que en el
socialismo puede haber empresarios y propiedad privada de los medios
de producción. El presidente de CONFAGAN, confederación que aún no
existe formalmente, es Agustín Campos quien en su brillantez
intelectual dijo que «el país está viviendo una revolución
institucional (será por el cambio de nombre que se ha hecho en los
últimos nueve años de todas las instituciones públicas) pues
«implotaron» (palabrita que se la dejo a los lectores para su
definición) los partidos políticos, el modelo partidista del punto
fijismo, las organizaciones sindicales, las organizaciones
empresariales, y frente a esta implosión (ahora si nos acercamos al
tema) está naciendo en Venezuela un movimiento empresarial nuevo
donde una de sus banderas es la defensa, la promoción de la propiedad
privada (¡que bruto!) ; pero, al mismo tiempo ser empresas de
producción social, con nuevas formas empresariales de cogestión y
producción social[.3] «.
Otros empresarios que opinaron en esta onda son Gerson Hernández,
Alejandro Uzcátegui, Jesús Sánchez y Servio Méndez. Para ellos su
posición no es «guabinosa, ni gelatinosa, movediza o resbaladiza».
Obviamente tales declaraciones hacen aflorar la calidad de los
individuos que creen que engañarán al sistema que ya se está
implantando: el socialismo del siglo XXI, el cual en nada se
diferencia al del Manifiesto Comunista de Marx y Engels en el siglo
XIX.
Uno ante tanta declaración pública se puede volver loco. ¿Qué
pretenden estos presuntos socialistas? Otro ejemplo de socialismo a la
venezolana, es decir de aplicación de las normas de lo que aquí se
llama «viveza criolla» es la creación del Frente Socialista del
Transporte, quienes en una reunión realizada en La Victoria, estado
Aragua, acordaron un paro en contra de las cooperativas del transporte
por competencia desleal. En otras palabras, empresarios privados
«socialistas», agrupados en un Frente Socialista, arremeten contra los
cooperantes, que sí podrían catalogarse como socialistas pues manejan
y son dueños de sus medios de producción (vehículos), lo cual es,
precisamente, una característica del socialismo.
El vocero de este Frente Socialista es Carlos Girón, quienes por ser
tan socialista se opone, por ejemplo, al pasaje preferencial
estudiantil y por supuesto, como buen socialista del siglo XXI pide
aumento de pasajes.
¿Socialistas o socioslistos?
El Manifiesto del Partido Comunista de Marx y Engels[.4] , establece
las principales medidas revolucionarias que deben adoptarse para la
implementación del socialismo. Éstas, son un decálogo de los
revolucionarios que los empresarios idiotas del socialismo no
entienden, no comprenden, o creen que al hacerse socialistas se
salvarán del holocausto financiero. El socialismo del siglo XXI no
abjura del Manifiesto; es más, el presidente Chávez, en uno de sus
programas «Aló Presidente», mandó a la curia venezolana a leer a Marx
y Engels para que entendieran el «socialismo cristiano», que el cree
encontrar en San Lucas 6/ 20-26. Cuando el Presidente declara hasta el
cansancio que está construyendo el socialismo no dice, obviamente, que
está construyendo más empresas privadas; es más, ya ha estatizado
varias empresas de servicios y va por las clínicas de salud privadas,
por las escuelas y liceos o colegios privados, por el transporte
público, etc. Ya el Estado se apropió de las tierras y eliminó de
plano el derecho a la herencia en ellas pues las Cartas Agrarias no
son títulos de propiedad.
Las medidas que nos llevan al socialismo, y que está aplicando el
gobierno del presidente Chávez, según Marx y Engels son:
1. Expropiación de la propiedad inmueble y aplicación de la renta del
suelo a los gastos públicos.
2. Fuerte impuesto progresivo.
3. Abolición del derecho de herencia.
4. Confiscación de la fortuna de los emigrados y rebeldes.
5. Centralización del crédito en el Estado por medio de un Banco
nacional con capital del Estado y régimen de monopolio.
6. Nacionalización de los transportes.
7. Multiplicación de las fábricas nacionales y de los medios de
producción, roturación y mejora de terrenos con arreglo a un plan
colectivo.
8. Proclamación del deber general de trabajar; creación de ejércitos
industriales, principalmente en el campo.
9. Articulación de las explotaciones agrícolas e industriales;
tendencia a ir borrando gradualmente las diferencias entre el campo y
la ciudad.
10. Educación pública y gratuita de todos los niños. Prohibición del
trabajo infantil en las fábricas bajo su forma actual. Régimen
combinado de la educación con la producción material, etc.
Ante este decálogo, cabe preguntarles a los «empresarios» socialistas
¿dónde el proceso revolucionario establece el derecho a la propiedad
privada? ¿No se han dado cuenta estos pobres idiotas que en lugar de
ellos usar al régimen serán usados por él?
El afamado escritor argentino Jorge Luis Borges decía que: «Hay
comunistas que sostienen que ser anticomunista es ser fascista. Esto
es tan incomprensible como decir que no ser católico es ser mormón».
Nuestros empresarios «socialistas» no escuchan acaso las amenazas del
régimen que todos los días dice que quienes no están con la revolución
son traidores a la patria y que están con George Bush. ¿Creen acaso,
estos empresarios que el régimen los perdonará por autoproclamarse
socialistas?
Los empresarios «socialistas», quienes no tienen idea del significado
de esa doctrina, deben entender que Dios concede la libertad solamente
a aquellos que la aman y están siempre dispuestos a guardarla y
defenderla. Lo demás es bobería…
Opinionpress Dec/2005 -Spain [.2]»mamadera de gallo», en Venezuela se refiere a una gran tomada de
pelo, la cual es hasta insultante. [.3]»La bandera de empresarios socialistas es la defensa de la
propiedad privada» El siglo, Maracay, sábado 28-04-2007, pA-4,
Venezuela.
