Lógica de la fatalidad
Rosales los acusa: ¡¡hasta cuando ¡¡. Sufre en Lima la patológica torpeza de sus cómplices para lograr unidad. Supongo, debida a contradicción entre pobreza de contenido y vasta voracidad. Fastidio causado por manejo de intereses y lógicas enfrentadas. Para ayudarlos hemos adelantado el PEDILO: Pequeño Diccionario No Ilustrado de Lógica para Opositores.
Lógica Anfibológica: Recurso discursivo caracterizada por uso de palabras sin sentido ni fin preciso, (la practican los “analistas” de televisión); en este caso, hay que reconocer es lógica utilizada en ambos bandos; abusar de ella causa fiebre porcina e inflamación en las anfibológicas partes.
Lógica Semiótica: trata de los símbolos, el contenido, es poco importante, como gusta en TV. Ejemplo, seña realizado con tres dedos de la mano cuando alguno pregunta en el CEN de AD, ¿cuanto me toca de la plata que llegó el fin de mes de USAID¿.
Lógica Difusa: utilizada para engatusar a quién hace la ya fastidiosa pregunta: ¿cuándo van a presentar un programa de gobierno¿. Contra esto, defenderse con juicio lógico de improbable comprobación: ¡¡¡ no te preocupes, estamos trabajando en eso ¡¡¡.
La Lógica acumulativa: expone silogismos que motivan discursos pro cúmulo, ejemplo, Zuloaga comunicando su premisa mayor: ¡¡solo del engorde de automóviles, vive el hombre¡¡. Acompañada del juicio menor: no relacionar ganancias por lo recibido en Cadivi y evitar siempre el ISLR.
Lógica Pragmática: contundente por la fuerza y precisión de sus pregunta: Pej. ¿cuánto hay pa´eso?, caso de que alguno solicite puesto en una plancha electoral. Entiende Rosales: recursos lógicos hay, ¡¡solo falta real¡¡.