Opinión Nacional

Los acrónimos de Chávez y la “modesta ayuda cubana”

(%=Image(6858799 ,»L»)%)
Como la gallina del diluvio –aquella que cacareaba con las plumas engrifadas y corriendo de un lado para otro avisando a todos que el cielo se desprendía en torrentosas aguas— desde hace días busco un nido para echarme a meditar por qué lo que antes inteligiblemente se llamaba Dirección General de Registros y Notarías ahora se llama SAREN, es decir, Servicio Autónomo de Registros y Notarías, y cómo, siendo autónomo, continúe dependiendo de algo llamado MINPOPORELINJU o Ministerio del Poder Popular para Relaciones Interiores y Justicia.

Pero, sin encontrar el nido y sólo deseando la aparición del arco iris que ponga fin a este diluvio de ignorancia y rapiña, me dedico a descifrar cómo y porqué el malsonante MINPOPOCUL (Ministerio del Poder Popular para la Cultura) sustituyó al CONAC (Consejo Nacional de la Cultura), el MINPOPODEPRE es el Ministerio del Poder Popular del Despacho de la Presidencia y no una dependencia de la Dirección de Psiquiatría del antiguo Ministerio de Sanidad y Asistencia Social ,o que el MINPOPOTI no una especie enana de la familia de los hipopótamos sino el Ministerio del Poder Popular para las Telecomunicaciones y la Información.

Mas, desafortunadamente, no soy la gallina que encontró su nido en el Arca de Noé, sino una abogada de la extinta República de Venezuela que al ir a la sede de un Registro Público para obtener una copia certificada del título de propiedad de un inmueble, lo cual ha sido y es cotidiana rutina en el ejercicio jurídico de todos los abogados en cualquier país, me hallé con la sorpresa de ver a milicianos CUBANOS uniformados no de verde oliva sino de azul marino, que cubrían su cabeza con una gorra del mismo color donde se leía “SAREN SEGURIDAD JURÍDICA” y, lo peor de todo, daban órdenes al personal criollo que cumplía sus funciones en las dependencias del Registro. Asimismo, esparcidos, a la vista y, desde luego, al alcance de cualquier curioso lector y fastidiado ciudadano, había una ruma de folleticos propagandísticos de las maravillas que hará a favor del pueblo venezolano el SICA (Sistema Integrado de Control Alimentario), la Ley para la Prohibición de Videojuegos Bélicos y Juguetes Bélicos y las recién creadas Guerrillas Comunicacionales.

Mientras esperaba por las resultas de mi trámite, leí también el Directorio del Gobierno Bolivariano poblado de ministerios del poder “popular” y de esas siglas que trajeron a mi memoria los Minipax (Ministerio de la Paz , para asuntos de la guerra), Minindancia (Ministerio de la Abundancia, para los asuntos económicos), Miniver (Ministerio de la Verdad, para las noticias, espectáculos, educación y cultura) y Minimor, encargado de mantener la ley y el orden) de la Oceanía orwellana y su idioma oficial la neolengua.

Sin poder reprimirme caminé hasta donde estaba el hombre vestido de azul marino y “SAREN SEGURIDAD JURÍDICA” inscrita en la gorra, y le pregunté:
— ¿Es usted cubano?
— Sí.

— ¿Y qué hace en el Registro?
— Hacemos el inventario de todos los libros y los documentos inscritos aquí para proceder a su automatización.

En eso, desde una taquilla, llamaron al número que me correspondía y mientras acudía no podía dejar de pensar en porqué los cubanos tenían que hacer algo tan delicado como inventariar toda la documentación concerniente a la propiedad inmobiliaria del país; porqué si era para proceder a digitalizar toda esa información tenían que hacerlo unos extranjeros nativos de un país donde nadie tiene propiedad inmobiliaria ni demasiado acceso a la informática y porqué no lo hacen los técnicos venezolanos que desde hace años tienen los conocimientos y experiencia necesarios para llevar a cabo ese proceso de digitalización que, cierto es, hace más rápido y expedito cualquier trámite notarial o registral.

Con ese remolino de preguntas en mi cabeza estaba a punto de abandonar el lugar, y fue cuando presa de una lava ardiente que me subió desde la boca del estómago hasta la garganta, yo, la que escribí Dulce María Loynaz: últimos días de una casa, un jardín y una mujer que fue (feliz) en Cuba ((%=Link(«http://analitica.com/va/internacionales/opinionanteriores/6793332.asp»,»Dulce María Loynaz: últimos días de una casa, un jardín y una mujer que fue (feliz) en Cuba «)%)), un ensayo sobre la extraordinaria obra poética de esa cubana universal que es Dulce María Loynaz, me devolví, busqué a aquel hombre y lo encaré:
— Los cubanos como usted no son bienvenidos en mi país y los venezolanos como yo que, aunque usted no lo crea, somos la mayoría, los detestamos y escupimos sobre las botas que calzan y las del traidor a la patria responsable de que usted esté aquí.

Con una mueca de sorpresa en el rostro y en silencio aquel hombre me miró con unos ojos que llamaron mi atención por lo enrojecidos. Sin más que decir le di la espalda y eché a andar en busca de la calle y su bullicio, segura de que como aquella gallina del diluvio ya no me es posible callar, como tampoco les ha sido posible hacerlo al general Antonio Rivero, ex director de Protección Civil, cuando denunció la presencia de cubanos en las áreas estratégicas de la Fuerza Armada o a la periodista Adriana Núñez Rabascal del canal de televisión TELEVEN cuando le preguntó directamente al presidente Chávez sobre la presencia de los cubanos en los cuarteles de la Fuerza Armada. Por todo esto los venezolanos no podemos callar ante afirmaciones como las del presidente cubano, Raúl Castro: “Venezuela y Cuba son cada vez más la misma cosa”, ni mucho menos ante la respuesta iracunda del presidente ¿venezolano?, Hugo Chávez: “No voy a decir dónde están. Estamos orgullosos del apoyo, de la alianza con los cubanos (…) Lo que hacen es fortalecer la patria que también es de ellos” (el subrayado es mío), pues no podemos aceptar que se nos cosifique ni, mucho menos, que VENEZUELA, nuestra patria, ahora sea de todos los cubanos…

[email protected]

Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba