Los apellidos (1)

Vimos que el surgimiento de los nombres de las personas, conocidos como «nombres de pila», se debió a la necesidad, en un momento determinado de la historia, de identificar a los individuos, de distinguir unos de otros. Con el tiempo la costumbre de poner nombres a las personas deriva en un fenómeno cultural muy importante, que afecta lo ritual y lo religioso. Sin embargo, la mayoría de las veces los padres, y eventualmente los abuelos y otros parientes que participan en ello, no se dan cuenta de la importancia de ese rito.

Inicialmente la identificación de las personas se limitó al uso del nombre de pila. Pero con el tiempo, y sin duda como consecuencia del aumento de la población, surgió la necesidad de agregar al nombre una identificación adicional. Si, como es de suponer, llegó un momento en que más de una persona tenían el mismo nombre, se hizo necesario distinguir unos de otros. Así nació lo que se conoce como «apellido» o «nombre de familia».

Al principio se recurrió al artificio de agregar al nombre de pila algún dato identificatorio complementario. Uno de ellos fue la filiación: José, el hijo de Antonio; María, la hija de Pedro. Otro fue el oficio u ocupación: Juan elherrero; Carmen la cabrera; Jesús el abad. O el lugar al que se pertenecía o de donde se venía: Carlos el deValdepeñas; Ramona la del valle. También algunas características muy notorias de la persona: Omar el gordo; Jesús el delgado. En muchos casos se usaron como apellidos los apodos.

Muchos de estos aditamentos al nombre se convirtieron, con el uso, en verdaderos apellidos.

Algunos se modificaron levemente. Del Valle, por ejemplo, aunque se conservó como tal, también pasó a ser simplemente Valle. Algo semejante ocurrió con Del Río y Río, o incluso Ríos. De Armas pasó a ser Armas. Enalgunos casos se introdujo la preposición «de» a fin de evitar la confusión del apellido con nombres de pila usados como tales: De Juan, De Pedro… Esta preposición «de» no es señal de origen noble, como muchos creen. Tal creencia llega a España desde Francia, donde dicha preposición sí fue en una época señal de nobleza y de posesión de un territorio.

En la lengua castellana los apellidos surgieron de diversas fuentes. Una de ellas, de las más importantes, es lo que se conoce como «patronímicos». Son los apellidos que derivan del nombre del padre, al cual se agrega el sufijo «ez»: Rodríguez, hijo de Rodrigo; González, hijo de Gonzalo; Fernández, hijo de Fernándo; Pérez, hijo de Pero (forma antigua de Pedro); Sánchez, hijo de Sancho; López, hijo de Lope; Martínez, hijo de Martín; Márquez, hijo de Marcos; Núñez, hijo de Nuño; Bernárdez, hijo de Bernardo; Íñiguez, hijo de Íñigo; Diéguez, hijo de Diego…