Los comunistas reclamando y Darío Vivas destruyendo
El tiempo es un demonio. Suya es la dictadura del azar. Por ejemplo, ayer. El Congreso del PCV –el rojo original- en la Sala E del Parque Central. (Desde allí, tiempo ha, hablaron Caldera, Carlos Andrés Pérez, Luis Herrera Campins, Jaime Lusinchi. Y el recinto no huele a azufre). Frente a la Asamblea Nacional, grupo de trabajadores de ANTV protestan al diputado Darío Vivas –rojo no original. Los del PCV insisten por la Ley Orgánica del Trabajo, reivindicativa, política y, al tiempo –otra vez el tiempo-arma revolucionaria. Frente a la Asamblea Nacional, los trabajadores de ANTV denuncian acoso laboral y presiones y desmanes por parte de Vivas. (Un apellido sin hurras).
Los rojos originales señalan que la nueva Ley protegerá a los trabajadores de los desmanes de un burócrata “que habla de socialismo y se comporta como un reaccionario capitalista”. Frase a la medida, concorde, con la protesta frente al Capitolio: Vivas ha jurado destruir el sindicato de ANTV, alerta el portavoz. Los trabajadores, sin saberlo, confirman el discurso del diputado colega de Vivas, Oscar Figuera, quien, eleva la voz y señala: aquí no hay socialismo, se sigue viviendo en el capitalismo y, para muestra, esto: no hay socialismo sin clase obrera. ¿Pero no es eso, por cierto, lo que quiere Vivas? Su conducta indica, según el portavoz de los trabajadores, “reducir la fuerza laboral”. Figuera, allá, ante los comunistas de 56 partidos del mundo, invitados para la ocasión, solicita acabar con las mafias sindicales. Acá, frente a la Asamblea, los trabajadores, no hablan de teorías, denuncian con rostro concreto lo que si no es mafia, al menos parece. (Para esta nota se usaron como apoyo las coberturas de El Nacional y El Universal de hoy)