Marco para una Disidencia Indefinida
Han horadado una grieta y hoy tenemos dos naciones. Su autor, el 15F, consiguió, en modo nautonómico, la posibilidad constitucional de ser mandante indefinido. Posibilidad no es probabilidad. Ahí esta el centro de la acción política opositora en estos años. Que nadie persista en el beneficio de la duda. El Estado venezolano es un régimen y el mandante indefinido es parte de la liga de autócratas que ha emergido en algunas de las naciones que están forjando un mundo multipolar a la par de la superpotencia democrática. Hoy la grieta global de la geopolítica, como en el s. XIX, divide al mundo abierto de la democracia del mundo cerrado hacia adentro de las autocracias.
Los autócratas creen en un gobierno central fuerte frente a la sociedad civil; en la democracia soberana para implementar la voluntad del pueblo. No reconocen derechos de los ciudadanos; sino de necesidades colectivas. Pretenden excluir a los ya incluidos. No hay contrapeso institucional, ni alternabilidad interna, y copan las comunicaciones y el sistema político con los medios y partidos que el autócrata tolera. Reescriben el derecho interno. Este control interno le permite una fuerte política exterior con una tabla de valores propia que no reconoce los valores universales que el mundo occidental ilustrado posee.
Esgrimen que la naturaleza de sus gobiernos se corresponde al objetivo de liberación y de democracia soberana. Por esta razón, todos quieren que el futuro sea una continuidad de una pasada etapa histórica nacional. El futuro esta en volver al pasado para retomar la historia. Rechazan de entrada los valores de la Ilustración y esgrimen su derecho a la adopción de un modelo no-occidental de democracia. Al final es el modelo oriental chino; quienes desafiaron a Occidente, eliminaron toda oposición interna y su economía exhibe crecimientos económicos, militares y de poder regional sostenidos encomiables. Ya nadie espera de ellos aperturas políticas internas ni su alejamiento del poder. Las masas han terminado por aceptar el status quo mientras el crecimiento este asegurado. Han demostrado que la autocracia es compatible con una economía nacional en crecimiento. Por eso la sociedad se divide en tres toletes. Los que apoyan al autócrata, los que lo adversan y los que los aceptan pragmáticamente y participan en el crecimiento mas no en la política. La visión dominante desde occidente es a la aceptación indefinida de esa realidad hasta que los vientos cambien. ¿Cuan largo será ese largo plazo que les han dado a los autócratas? Nuestra disidencia será indefinida.
Los autócratas están interesados en detentar el poder por el poder y en el enriquecimiento derivado. Lo justifican al aportar orden, crecimiento y mayor influencia regional. Entre la eficiencia económica y la conservación del poder, optan por el poder. La política exterior tiene por guía la seguridad de la autocracia que siempre se percibe insegura. Las ideas del derecho internacional público de responsabilidad de protección y de renuncia voluntaria a la soberanía y el soporte exterior de la disidencia interna y la corte internacional son los mayores temores de las autocracias. Hoy las CIDH y la CPI han dado pasos sin precedentes contra ellos.
Estas son las razones de rechazo de la ilustración democrática. No aceptan los valores universales de los derechos humanos ni aceptan la idea de progreso civilizatorio centrado en Occidente. Esta es la nueva realidad. Un mundo s. XXI con verdades antagónicas competitivas que afectara a todos los organismos y presupuestos de una comunidad internacional ahora sin entendimiento común.
Lo que pasa en mi país es solo la mimesis y el efecto en una petro-republica menor que optó por la autocracia de un milico para hacer los cambios. La ineficiencia económica del modelo de socialismo rentístico salta a la vista a bajos precios del barril. Solo se aferraran al poder indefinido. Son los tiempos donde deberán gobernar en un entorno de conflictividad. Este es el marco teórico para la disidencia indefinida de los urbanos y modernos. ¡Venceremos!
