Mentid, mentid, mentid, que algo queda
El fascismo y el nazismo se caracterizaron, además de ser dictaduras terroristas de Estado, por ser Estados mentirosos consuetudinarios, los cuales a pesar de sus cortas vidas, hicieron más daño que Nerón, Calígula y Atila juntos.
Martín Lucero, el gran reformista, decía que “ una mentira es como una bola de nieve; cuanto más rueda, más grande se vuelve”. Y esto es cierto. Para quienes no conocen la nieve, les diré que cuando hay un rodado de nieve, es imposible pararlo, mientras tenga caída libre. Así sucede con la mentira oficial, que sigue abusando, no solamente de la propaganda que coarta los derechos humanos, a través de las cadenas de radio y TV, sino que además, despliega un desmedida publicidad gobiernista en los medios de comunicación social para atacar a los medios.
Jean Cocteau, el famoso naturalista, biólogo e ictiólogo francés decía, en relación con la mentira que “un vaso medio vacío de vino es también uno medio lleno, pero una mentiras a medias, de ningún modo es una media verdad”. Y, esto, lamentablemente, se ha hecho un vicio estandarizado entre los voceros gubernamentales. Hay una borrachera de mentiras…
Un filósofo, cuyo nombre no recuerdo decía también, en relación con la mentira, que lo que más le preocupaba no era que le hayan mentido, sino que, de allí en adelante, ya no podría creer en quien le había mentido.
Hablando de mentiras, nos encontramos que en declaraciones, sin anestesia, de la presidenta de la Asamblea Nacional de Venezuela, Cilia Flores, ésta asegura que existe una total libertad de prensa y opinión en el país, y que la revolución no miente, mientras vemos ejemplos diarios desde la misma Presidencia de la República, de que eso no es así.
Para muestras bastan unos pocos botones. Por ejemplo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos – CIDH – demandó al Estado venezolano ante la Corte Interamericana de Justicia con sede en San José de Costa Rica, por las continuas agresiones a periodistas, directivos y demás empleados de Radio caracas Televisión – RCTV – Entre las acusaciones en contra del “Ilustre Estado venezolano” se encuentran la violación al derecho de la libertad de expresión, la integridad personal, las garantías judiciales y la protección judicial de los trabajadores de RCTV.
Mientras procedía a hacerse efectiva esta quinta demanda en contra de Venezuela por parte del CIDH, en el país de Bolívar se le entabla un juicio a la destacada periodista Marianella Salazar, de El Nacional, el diario más importante del país, debido a que un ex burócrata se sintió ofendido, injuriado y agraviado por una columna de la periodista, quien obtuvo la información en contra del supuesto agraviado de fuentes oficiales: diputados y jueces, abogados y funcionarios del gobierno, a quienes el demandante califica de delincuentes que se esconden tras el anonimato, olvidándose de que los periodistas por razones éticas no podemos revelar nuestra fuente informativa.
Pero, aún hay más. La junta Directiva del Colegio Nacional de Periodistas, seccional Aragua, ha tenido que pronunciarse una vez más ante la agresión física de que fuera víctima la colega periodista Gina Reyes, quien fue brutalmente golpeada, por militares de la Guardia Nacional venezolana, cuando ella cumplía funciones inherentes a su trabajo La periodista cubría una protesta que efectuaban trabajadores de una empresa manufacturera en la Autopista Regional del Centro.
Todo esto ha ocurrido en un solo día. Mientras, la funcionaria gubernamental, presidenta de la Asamblea Nacional decía, a los mismos periodistas, en una rueda de prensa, que en el país había total libertad de información. Entonces, ¿quién miente, quiénes lo hacen, los medios o el gobierno? – El vaso está medio lleno o vacío, pero no podemos decir lo mismo respecto a la verdad. Esta es total o no lo es…
