Misa roja

La feliz iniciativa de celebrar la Misa del Deporte nació en el corazón sacerdotal de Mons. Francisco Castillo Toro, quien quiso con ella poner en evidencia el valor del deporte como actividad humana y la necesidad de acercarse a Dios de todos los que se dedicaban a las nobles, saludables y constructivas disciplinas deportivas. Siguiendo sus huellas, a lo largo de sesenta y seis años, los pastores y fieles de la Iglesia han unido sus oraciones a las de los deportistas y dirigentes deportivos, para dar gracias a Dios por las bendiciones recibidas en el mundo deportivo, y para pedir su protección en el año que recién comienza.
Como ya es tradición, el pasado 6 de Enero, la familia deportiva de Caracas y de  toda Venezuela se reunió, en la histórica Iglesia de La Pastora, para celebrar la Misa del Deporte. Pero, como estamos en tiempos de “revolución” el formato del acto eclesiástico fue modificado en su totalidad. En su homilía, El Papa Hugo Rafael y su monaguillo el ministro del deporte  hicieron  el anuncio de la aprobación de su Ley de las Actividades Físicas y el Deporte, que de una vez por todas acaba con el Derecho Burgués de la Libre Asociación y la Oligárquica Autonomía del sector deportivo federado. Recordó a los asistentes que desde 1999 han mantenido una escalada contra las federaciones para tener el control absoluto de la actividad. Con Eduardo, comenzamos a presionar hasta alcanzar penetrar y dominar al sector olímpico, luego mantuvimos la presión limitándoles el presupuesto para así comprar conciencias y afectos. A todos aquellos que no aceptaban nuestras políticas procedimos a intervenirlos y sustituirlos por personas afectas al régimen. Victoria, profundizo nuestra acción política cuando les quito a las gobernaciones de Zulia y Táchira la facultad de administrar sus instalaciones deportivas. Además, suspendió el ciclo de los Juegos Deportivos Nacionales para impedir que los escuálidos gobernantes de Miranda y la Alcaldía de Caracas organizaran los mismos. El monaguillo que hoy me acompaña no se quedo atrás e intervino a las federaciones de Esgrima y Tenis de Campo y cerro con broche de oro, al desalojarlas de sus oficinas en el IND.
Ahora con mi ley, continuo El Papa Hugo liquidare al IND para dar paso al Instituto Socialista del Deporte en donde todos los dirigentes deportivos serán designados por mi dedo y como credencial de merito será obligatoria la inscripción en el Partido Único de la Revolución. Elevando sus brazos al cielo, pidió a todos que rezaran el “Hugo nuestro que estas en los cielos”.
Al finalizar la oración, dio paso a la lectura del evangelio que para la ocasión fue la Resolución del ejecutivo nacional que establece como núcleo central de la organización deportiva del país, a los Consejos comunales y a las Comunas.
En el acto de peticiones, el primero en tomar la palabra fue Eduardo, quien con las rodillas ensangrentadas de tanto arrastrarse, imploraba su deseo reprimido de querer ser nuevamente ministro del deporte.
Una persona no identificada, pidió que se aplicara la ley habilitante y se clasificara al Magallanes, que es el equipo preferido por nuestro Papa revolucionario.
El presidente de la Federación de Boliburgueses, solicito organizar los Juegos Olímpicos en el país para así continuar con los negocios de las construcciones y compras de material deportivo.
El Presidente de la Liga de Béisbol Profesional con un rosario en la mano y voz temblorosa, pidió por el respeto al deporte profesional.  El Papa, lo vio de reojo, y dijo “Perdónalo señor, no sabe lo que dice”
Milka, solo pidió que PDVSA le mantenga la beca para poder seguir compitiendo en los circuitos automovilísticos, a pesar, de que nunca gana.
Para finalizar, El Papa anuncio que basado en los poderes habilitantes, se modifica la tradición y su Misa Roja sustituye a la Misa del Deporte….Un estruendoso cacerolazo en toda Caracas hizo que los asistentes huyeran despavoridos, dejando un reguero de franelas y chaquetas rojas en los alrededores de la iglesia.