Misión Soldado vs. Reforma a la Ley (II)
La semana pasada nos preguntábamos ¿Por que inventar la Misión Soldado denominada «Negro Primero» y no aprobar una Ley de Seguridad Social para la Fuerza Armada Nacional, como ordena la Constitución? Explicamos entonces, dando respuesta a esta interrogante, el fraude que para la familia militar venezolana significa esta propuesta engañosa realizada por el primer mandatario nacional, que solo busca repartir algunos bienes entre los miembros de la institución militar sin resolver el problema de fondo, que es el de sentar las bases de una genuina seguridad social para la Fuerza Armada Nacional, de largo aliento, y que honre a la familia militar venezolana.
En estos últimos 14 años, a pesar de la mayor bonanza por ingresos petroleros que ha tenido Venezuela en su historia, mencionamos que «…el 70/ % o más de la familia militar carece de vivienda propia, siendo la vivienda en guarnición un bien escaso que casi puede ser catalogado de milagro para la mayoría de los efectivos». Adicionalmente está ocurriendo la paradoja que terrenos militares de la Nación están siendo utilizados para resolver el déficit habitacional de cientos de venezolanos que nada tienen que ver con la función militar, convirtiendo a civiles en carne de cañón frente a la eventualidad de un conflicto armado, al confundir deliberadamente objetivos militares con objetivos civiles.
Por otra parte, nada ha señalado el Presidente Maduro respecto a la situación de los pensionados en la institución militar, que es dramático, pues de manera discriminatoria está imperado en la práctica un régimen en el que existen tres clases de militares profesionales en situación de retiro, los retirados antes de 1994, los retirados entre 1994 y 2002 y los que pasaron a retiro a partir de esa fecha. Una anarquía que maltrata a quienes dieron sus mejores años a la FAN.
Chávez, a pesar de ser un militar en la Presidencia de la República, fue perdiendo el respeto de sus superiores, es decir de oficiales más antiguos, de acuerdo al orden de su promoción. En retribución prohibió el pago de la pensión de alimentos y cualquier tipo de aprobación de la Ley de Seguridad Social que garantizara universalmente los derechos a los retirados. Solo dos generales retirados se aparecieron en su mandato para acompañarlo en su gestión presidencial, ellos son: Jacinto Pérez Arcay y Alberto Müller Rojas; sin embargo, ninguno necesitó de la seguridad social que ordena la Constitución para poder vivir, pues ambos generales fueron incorporados a la vida militar por Chávez gracias a las sucesivas reformas a la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional que realizó durante su mandato.
El desconocimiento reiterado de la obligación de dotar a la FAN de una seguridad social conforme a los derechos humanos garantizados por la Constitución de 1999, está generando omisión constitucional. No obstante, al oficialismo solo parece preocuparle ahora, además de la Misión Negro Primero, cómo incorporar en la menguada seguridad social de la FAN a los efectivos dados de baja en ocasión de la intentona golpista de 1992. Definitivamente, «tanto va el cántaro a la fuente que termina rompiéndose»…
