Opinión Nacional

Ni una Maniobra Más

Cuando todavía estaban frescas imágenes como las de Acosta Carles irrumpiendo en empresas privadas, robando mercancía mientras erutaba y sus esbirros mancillaban el honor de la Guardia Nacional agrediendo salvajemente a mujeres indefensas, y Jesús Soriano nos contaba el horror que le tocó vivir a manos de su carcelero De Goveia dejándonos a todos estupefactos y con el alma arrugada; caras conocidas de la vieja política se dieron el tupé de decirnos que escogimos el camino equivocado.

Eduardo Fernández, Teodoro Petkoff y Claudio Fermín entre otros conspicuos “dirigentes políticos” hablan ahora de vías alternas para la solución de esta crisis que nos carcome. Reuniones entre gallos y media noche con el Tirano que habita en Miraflores para “explorar” soluciones cívicas y democráticas a la actual coyuntura nacional están a la orden del día.

¡Eureka! Nuestros excelsos líderes han descubierto que el camino es la enmienda, y para más santo y seña el batracio que habita en la vieja casona de Misia Jacinta ha mostrado su agrado por esa propuesta de la oposición “seria” de la social democracia y el social cristianismo. Al genio de Sabaneta le parece sensato que la oposición transite ese dorado camino constitucional, eso sí, él no esta de acuerdo conque se recorte su indefinible mandato, pero bien vale la pena que la oposición tome ese sendero. En todo caso, también existe la posibilidad de la convocatoria a una nueva Constituyente, o de esperar el revocatorio en Agosto, como propuso Carter, el mismo ex Presidente que dijo en el Perú que Fujimori había ganado su última reelección en unas elecciones limpias, o que en su visita a Cuba declaró que no había observado violaciones a los derechos humanos, ojo, no quiero con esto descalificar a Carter, al hombre le acaban de otorgar el Premio Nóbel de la Paz, pero vamos a estar claros, ese premio se lo otorgaron por su extraordinarias labores del pasado, por los tratados de Camp David, el Canal de Panamá, etc, no por las metidas de pata en las que ha incurrido en los últimos tiempos, la vejez es un naufragio decía Charles De Gaulle.

De más esta decir que tendríamos que suspender el paro y olvidarnos de todo lo demás, ya que «coincidencialmente” a los pocos días de presentadas las nuevas propuestas, el bufete presidencial nos dejó bien en claro que no habrá Referendo Consultivo, que aún si lo hubiera no sería vinculante y para remate nos quitaron el derecho a la Desobediencia Legítima, como si ese sagrado derecho pudiera ser limitado, se imaginan ustedes a Gandhi consultándole a la Corte Suprema Británica sobre su derecho a desobedecer al imperio.

Suspendido el paro y oficializada la capitulación, como proponen algunos, se requeriría que los valientes empleados y obreros de PDVSA regresaran, a los que les sea permitido, con el rabo entre las piernas a sus puestos de trabajo, que los arrojados Marinos Mercantes hicieran lo propio, que los militares de Altamira se vayan con su música a otra parte, que cesáramos de marchar y caminemos deportivamente en el Parque del Este, que las cacerolas dejaran de sonar y regresen a la cocina, y como no, que dejemos de estar enarbolando con orgullo nuestra bandera nacional. En síntesis, el inmenso sacrificio que hemos hecho comerciantes, obreros, empresarios, empleados, amas de casa, estudiantes y profesionales sería prácticamente en vano.

Pues, yo no sé ustedes, pero yo no me la voy a calar. No podemos permitir que nos sigan manipulando como a maltrechos muñecos de titiriteros baratos. ¿Es que acaso no hablaban de recoger las firmas para la enmienda en Mayo del año pasado? ¿Es que acaso no se cansaron de decir a los cuatro vientos que la salida era el enjuiciamiento ante el Tribunal Supremo? ¿Es que acaso no salieron corriendo a recoger las firmas del Referendo Consultivo sólo después de que un grupo de oficiales se pronunciara en la Plaza Altamira? ¿Es que acaso no estuvieron amenazando con el paro general por mas de 6 meses? ¿Y, ahora qué?

Como muchos otros venezolanos he venido sosteniendo que el pueblo hace rato que sobrepasó a sus líderes, sí es que a los que por ahí se la pasan declarando se les puede llamar así. No podemos tolerar, bajo ningún concepto, que se nos pretenda volver a engañar con espejitos y baratijas. Ha sido demasiado grande el sacrificio para venir a perderlo en un vulgar contubernio entre pseudo líderes de oposición y gobierno. Hoy más que nunca tenemos que estar dispuestos a caminar ese kilómetro extra, hoy más que nunca tenemos que desprendernos de nuestros intereses particulares en pro del país que queremos algún día dejar a nuestros hijos. Lo que esta en juego es demasiado grande, demasiado importante. Nos estamos jugando a Venezuela, tal y como la hemos conocido, nos estamos jugando la democracia, la libertad y la vida misma. Llegamos a un punto en el que o peleamos o nos rendimos! No hay, no puede haber espacio para negociar. ¿Negociar qué? ¿Nuestra existencia misma como nación libre? ¿Los muertos del 11A, 6D, 3E, 20E?. ¿Negociar con quién? ¿Con un tirano que día a día se quita una nueva parte del disfraz democrático, o con la horda de delincuentes y asesinos que le rodean? ¿O negociar quizás con los jefes políticos de esta trágica revolución, allá en la Habana, en el Casanare, en Trípoli o en Bagdad?

La inmensa mayoría de los venezolanos ya tomamos un camino para despertar de esta pesadilla, el cual no es otro que emitir de manera inequívoca nuestra voluntad popular a través del Referendo Consultivo. Suspender o aplazar maniobreramente la realización de esa consulta popular es inaceptable, ya basta!

El oficialismo juega a ganar tiempo, el mismo tiempo que conspira en nuestra contra. ¿Cuánto tiempo tardará la enmienda? ¿3, 4 meses quizás? ¿Cuánto tiempo tardará la convocatoria a la Constituyente?

No nos queda otro remedio que radicalizarnos, con todo lo que ello pueda significar. No podemos seguir enfrentando este nefasto régimen utilizando las mismas reglas que a diario infringen sus más altos personeros. Ni Chávez ni ningún miembro de su alto gobierno son demócratas, lo demás es paja. Ellos no están ni estarán dispuestos a realizar elecciones, ni ahora ni nunca, no seamos ingenuos. Estamos en presencia de un régimen autoritario y dictatorial que pisotea a diario la Constitución y viola los derechos humanos, torturando y asesinando con total impunidad. ¿Qué más pruebas necesitamos para darnos cuenta? ¿Nos vamos a seguir dejando ver cara de pendejos?
Hubiera sido infantil que la generación del 28 enfrentase la tiranía de Juan Vicente Gómez proponiendo enmiendas constitucionales, no puedo imaginarme a Ruiz Pineda negociando a oscuras salidas pacíficas y democráticas con Pérez Jiménez. Para tratar de ser objetivo, podemos decir que la oposición Chilena si logró alcanzar una salida negociada con Pinochet, y finalmente concurrieron a un proceso electoral, luego de llorar a casi 20.000 muertos y esperar 16 años.

Ya por mi parte no me pienso rendir, no estoy dispuesto a entregar todo por cuanto más de 5 generaciones de mi familia han luchado, los hijos que algún día tendré jamás me lo perdonarán. Estoy seguro de que no son pocos los que comparten mi opinión. Confío en que dentro de nuestras Fuerzas Armadas todavía quedan hombres de honor que habrán de acompañarnos a los venezolanos con algo más que sus buenas intenciones. Vale la pena echar el resto, el premio será Venezuela, esa de la que Gallegos escribió “Toda horizontes, toda caminos…”, como la esperanza, como la libertad.

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