Nuestro abismo

El chantaje, la simulación de hecho punible, difamar, tanto como falsificar actos y documentos, son delitos tipificados en el Código Penal venezolano, en los cuales se incurre cada vez que se amenaza con un daño para obtener un provecho; cuando se denuncia un delito imaginario, cuando alguien imputa a otro un hecho capaz de exponerlo al odio o al desprecio público y lo divulga masivamente usando medios de publicidad; cuando siendo funcionario público en el ejercicio de sus funciones, se forje en todo o en parte, un acto o se altere uno verdadero, de forma que resultasen perjudicados el público o un particular.

Sería bueno que los políticos del gobierno que han señalado en estos días, que los medios y los periodistas de oposición son golpistas o están envueltos en una conspiración, revisaran muy bien los ilícitos en que día a día incurren, no solamente con el ánimo jalaboliendi, sino con el de perseguir, hacer callar, humillar o matar moral o físicamente al adversario.

Ya es cargoso y peligroso en Suramérica envolver una campaña electoral en las sospechas entre partes ( si no recuérdese la masacre boliviana del 11 de setiembre próximo pasado), sin necesidad de hostilizar e inventar en nombre de que “estamos en campaña”, conexiones inexistentes de empresarios y otros personajes públicos, con el asesinato, el narcotráfico, el magnicidio y el golpe de estado.

Por supuesto que la calle no les hace caso, pero eso mas bien los exacerba a exagerar y a molestar cada vez mas. La escalada torna igualmente volátil el panorama político.

Mientras el ministerio del Interior encuentra cañones viejos, de adorno, en casa de ex policías y los convierte en piezas de un expediente sobre el intento de acabar con la vida de Hugo Chávez, el coro de políticos que creen que la exaltación de las virtudes del jefe de estado es el mejor camino para un cargo público o un negociado, establecen un concurso en la Asamblea Nacional, en los ministerios y en las columnas de opinión del régimen para hacerse notar. Mientras mas arrastrado, mejor.

¿Expulsan a Vivanco? Que maravilla, era un antiguo luchador pinochetista (no importa que el hombre en cuestión fuera casi un adolescente en 1973, cuando Pinochet dio el golpe).

¿Consiguieron un cañón en el Zulia y el teléfono del gobernador Rosales en el celular de un sospechoso?. Esa es una prueba principalísima. Hay que ver que si con ese tipo de pruebas se juzgasen el caso Antonini y el caso Anderson en Venezuela, estuvieran presos tres cuartas partes de los ministros, viceministros y ex vicepresidentes de este gobierno, asunto que no hay que olvidar, por si hay que deshacerse de ellos en cualquier momento futuro de esta revolución.

¿No se hacen eco de la denuncia del magnicidio los compañeros de ruta, casi expulsados del autobús de la revolución que hacen vida en la Asamblea Nacional? Pues se les amenaza y se les insulta, porque somos mas chavistas que Chavez y mas revolucionarios que Lenin.

¿Que el gobierno de los Estados Unidos destina 700.000 millones de dólares a salvar a su sistema económico? ¡ Que horror¡ ¿ Porqué no se destina a acabar con el hambre en el mundo?. Me supongo que sería con la adición de los 6 mil millones de dólares que emplea Venezuela en comprarle armas a Rusia. Esa plata no es precisamente para llenarle el estómago a los miserables. No hablemos de Cristina Kirchner y su vocación de Maharajani de Jaipur, por como se viste. Hay que ser bien atorrante para criticar la falta de preocupación por los pobres de los demás, cuando a cada paso se muestran los centenares de miles de dólares que hemos despilfarrado en nosotros mismos.

¿Que le pagamos la campaña electoral a los Kirchner y a los cocaleros de Morales? .No importa, esos son amigos nuestros. ¿ Para que dárselos a las universidades, si ahí nunca ganamos una elección?. Así las cosas, mis amigos, el que me diga que este es un país que va hacia la paz y la alegría está soñando. Sólo cavamos un inmenso abismo que nos separa cada día más.