Opinión Nacional

Nuevos conceptos y disparates en torno a instituciones politicas y otros aconteceres.

La permanencia en el poder o el grato gusto por el cómodo sillón de Miraflores.

Con mis propios oídos escuche la perorata de quien dice nos manda en torno a su concepto de duración en el ejercicio del poder, de su democracia novedosa, socialista y altanera, al estilo capachero, como se decía antes por los andes para referirlo al tono desmedido y amenazante de quienes habitaban la parte alta de la población de Capacho y con la cual agredían a los de Capacho abajo y otros ciudadanos del entorno nacional.

Afirmó y confirmó que a él nadie lo saca de Miraflores, que se lanzará a elecciones cuantas veces quiera y le venga en gana, una y otra vez, sin que con ello ofenda de manera alguna las instituciones políticas ni a la democracia Venezolana.

Estaré mandando, afirmó, hasta que sea el pueblo y solo el pueblo, quien me pida me vaya, sin que la oposición, ni organización alguna nacional o internacional puedan impedírselo.

Chavez, desde Trujillo, una vez más hizo uso de su talentosa prosapia para ilustrarnos sobre el porque no salirse de Miraflores no era continuismo, ni terminaba con la alternatividad. Basta, según él que el pueblo tenga el poder para revocar a quien esté en el mando para excusar su insólita manía de permanecer en el mando cual garrapata octópoda adherida a la piel de su paciente huésped, en este caso el pueblo, y no estar dispuesto a soltar el “coroto” bajo argumento alguno.

Dijo clara y enfáticamente que haría lo que estuviera en sus manos y arengaría al pueblo para que lo apoyara, a fin de hacer triunfar su tesis de que continuará en el poder cuantos años y tiempo le plazcan, pues para ello basta que su pueblo lo reelija, tantas y cuantas veces lo acepte como su líder.

Advirtió que se olvidaran los especialistas políticos, los doctos y conspicuos profesores constitucionalistas, por procurar defender que la alternatividad es una característica esencial de las democracias antiguas y modernas. Por sobre esos vacíos principios y tercas posiciones está la voluntad de un pueblo que quiere y desea que él continúe mandando.

Aclaró y advirtió finalmente, que la reforma constitucional para instaurar y apoyar esa su posición y la versión de los “consejos comunales” a todos los niveles, va pésele a quien le pese y sea que tenga que agotar cualesquiera medios o procedimientos, gústele o no a la oposición y a cuantos pretendan despojarlo del poder como líder indiscutible del pueblo.

No hay más que opinar ni dialogar, de sueños también vive el hombre, y esas son sus ideas bien o mal estructuradas y sobre las cuales ha dado muchas vueltas y está claramente convencido. Esa es su democracia. El conflicto está planteado, pues culminó, diciendo que reta a quien sea para que le quite de las manos ese botín que se llama Venezuela, su hacienda personal.

El mes de julio también será bien o mal recordado por las aventuras o desventuras acaecidas al Presidente en su viaje a Rusia.

En efecto en su citado viaje, no podrá olvidar el desplante de que fue objeto ante el Parlamento de ese pueblo, donde sus integrantes se negaron a recibirlo, y ni Putin pudo hacer nada para evitarlo.

Sus socios de cuitas y pesares, a pesar de recibir pingues beneficios de la manía por adquirir implementos de seguridad (no bélicos según la opinión de nuestro primer mandatario) se negaron a recibir al mecenas de la fabricación de submarinos, helicópteros y fusiles.

Parece que a los señores poco les agradaron malos recuerdos que hizo el visitante en torno al viejo régimen de la otrora potencia Rusa. Repetimos, ni Putin pudo convencer a sus co-partidarios para que lavaran dicha ofensa y se dispusieran a dialogar con el representante de nuestro acaudalado y generoso país que tan generoso ha sido con la adquisición de implementos bélicos.

Y en este mismo período, para colmo de males, la bofetada de la ingratitud fue de mayor agravio, cuando tuvo que tomar conocimiento de que Putin, a los pocos días, estuvo también reunido con el Presidente Bush, jurado enemigo de Chávez, en visita que realizó no seguramente para amenazarlo ni insultarlo, en nombre del Presidente de Venezuela, su gran amigo, sino para mejorar las relaciones entre el pueblo americano con el de Rusia.

Como dice el refrán: uno nunca sabe por donde salta la Liebre.

Ya en Caracas ni de día se puede andar por la autopista.

En este mismo mes de Julio, a pleno día, mas exactamente a las once de la mañana, se denunció por varios habitantes de nuestra insólita capital congestionada y convulsionada, que patotas en moto, por la autopista, justamente frente a Sabana Grande, resolvían a la luz pública y a cualquier hora del día, impedir el tráfico, aterrorizar a los conductores y despojarlos de sus haberes y pertenencias en plena vía pública, sin que pudiera tomarse medida alguna y sin que las autoridades lograran imponer el orden.

Ese mismo mecanismo durante un largo tiempo fue el utilizado al final de la Avenida Libertador en Chacao, a nivel de la antigua fábrica de aceite Branca, donde hoy están oficinas de un conocido banco, y conforme al cual a pleno día, en la cola del tránsito los motorizados hacían su agosto, atracando en motos a los carros en la larga cola, amenazando a los conductores con armas de fuego y despojándolos de sus relojes, prendas y carteras sin que la autoridad pudiera imponer el orden y sin escapatoria alguna, pues el tráfico intolerante impedía toda otra maniobra para evitar tal agresión. Caracas está excedida en tráfico, en mala vialidad, en suciedad, en mal manejo de los servicios de aseo, en la más absoluta ausencia de seguridad para sus habitantes. Pareciera que nadie pudiera ponerle el cascabel al gato. Los de la Alcaldía Mayor, porque sus funcionarios principales se divierten mas escribiendo libros y ensayos sobre el nuevo ideal socialista; en el despacho del Gobernador del Distrito Capital, tampoco, en tanto, es mas interesante entretenerse con los buhoneros y el caos de la basura; menos aún es de esperarse lo sea con la gente de la Alcaldía de Chacao, pues resulta mas simpático dedicarse a obstruir el tráfico in misericordemente, para al fin terminar dejándoles mas espacios a los futuros buhoneros para colocar mejor sus tarantines. No lo harán tampoco los de la Alcaldía de Baruta quienes mas bien se distraen con el irreverente invento de pico y flecha para crear molestia en sus vecindarios, obstaculizando el libre tránsito en su ámbito geográfico, mientras que en los predios de municipios vecinos nadie hace día de parada, y finalmente tampoco lo serán los de la Alcaldía de El Hatillo por que en ella se prefiere dispendiar el tiempo en permitir enormes construcciones lujosas sin control alguno en zonas sin vialidad ni servicios .

Yo no lo invento, solo les pido que hagan un recorrido por los predios de esta insólita ciudad, en cualquier día de la semana y a cualquier hora.

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