Obsesión

Damnificado de Grüber

Estaba de los primeros en la cola para hacerme el cateterismo para definir el cómo de la segunda operación en el Hospital Vargas. Y nos mandaron a la casa con la cara de disgusto de los médicos de cardiología y hemodinamia. La máquina no funcionaba. Y el miércoles pasado supimos la razón. La Administración había comprado los equipos a una empresa alemana, pero no estaban pagos. Y lo presupuestado y entregado por el Ministerio de Finanzas había cambiado de ruta y la casa alemana no iba a entregar la tarjeta fuente con la que las computadoras trabajan hoy, hasta no tener seguridad de pago.Y aunque me duela mi angina de pecho, tiene razón.

Y me cuadré con Peña y sus chillidos que son hoy los míos y disculpo a la gente trabajadora del Vargas que hace lo que puede de la mejor buena voluntad. Y por favor, para arreglar eso no necesitamos médicos cubanos, si no el buen uso de los dólares de los Precios Altos del Petróleo, equipos modernos Siemens, sin sobreprecios ni cocinas en las aduanas, ni el 20% para el «partido».

Glosario de la Corrupción

Más que leer a La Razón yo haría un glosario con los artículos semanales de Miguel Salazar en su columna de (%=Link(«http://www.quintodia.com.ve/»,»Quinto Día»)%) durante los últimos 20 meses. Tal vez Ruth y Axel Capriles podrían complementar con ellos y La Razón un folleto ilustrativo, para que Eliecer recibiese instrucciones precisas par a ejecutar las acciones pertinentes, siempre manejadas por Enoé.

Ese sería un bestseller mejor que los de Cicerón I y los peñonazos. Y si es verdad que mi hermano Pacianito va a la (%=Link(«http://www.cgr.gov.ve/»,»CGR»)%) le serviría como base de inicio y hasta yo haría un esfuerzo supremo, si ponen a funcionar los equipos en el Vargas y me prorrogan 10 años más de vida, para ayudarle, ad honorem, en crear los sistemas de control eficientes, para que el dinero de todos nosotros, que el excremento del diablo nos proporciona, fuese hacia los gastos sociales y la creación de empleos para nuestros hijos adolescentes o menores, mi tortura actual, y no a las cuentas en Gran Caimán o Liechtenstein de los eternos vivos de cualquier república. ¡Y recuerda que yo voté por ti a La Secretaría General en el 94! Vamos pues a adecentar el País, como soñábamos en los días de la (%=Link(«http://www.ucv.edu.ve/»,»UCV»)%) al final de los 60. Si es que no has cambiado.

Control y poder

Estuve sentado después de la noticia del Vargas varias horas drenando mi decepción frente al Canal de la (%=Link(«http://www.bbc.co.uk/spanish/index.shtml»,»BBC»)%), que transmitía en vivo y directo los acontecimientos de Yugoslavia minuto a minuto. Igual que había visto días antes lo ocurrido en Lima.

¡Qué vaina tan jodida es la ilusión en el mundo de hoy!

Había visto también las escenas de la Conmemoración de los 10 años del 4 de Octubre de la reunificación alemana, algunos de cuyos actores conocí personalmente, y me dio pena ajena por Kohl, que aunque dijo algo de la verdad sobre la ambivalencia con que los Socialistas han manejado siempre las realidades europeas, estaba desfasado frente al momento político. Lástima que no explicó como funciona la corrupción empresarial no en Alemania, donde no se mancha, sino a través de los recaudadores en el exterior, sobre todo en los países del Tercer Mundo (Algo de eso explicó (%=Link(«http://talcualdigital.com/»,»Tal Cual»)%) el otro día).

Y unifiqué los 3 hechos en un solo pensamiento y por eso mismo de las diferencia de cada uno: un dictador megalómano en los Balcanes, un pichón de dictadorzuelo en el folklore latinoamericano y un proto líder del (%=Link(«http://g8.market2000.ca/»,»G7″)%), corrompido por el largo poder donado por un partido y un pueblo sin mecanismos suficientes de control del tiempo de permanencia, y me di cuenta de la enfermedad que nos aqueja a los seres humanos frente a la historia.

Es la obsesión del control y del poder

Los únicos

Cuando, según la Biblia Dios castiga a nuestros padres, lo hace por nuestra insana manía de querer ser como El. Controladores de sus semejantes. Y Dios no nos controla. Nos ha dado la potestad del Libre Albedrío. Pero los hombres y mujeres, finitos, chiquitos y limitados nos pelamos, y confundimos la capacidad de conocer con el afán de control, con la insana pulsión animal de subyugar y controlar a los otros seres. Obsesión, pura obsesión.

Y la mayoría de las veces lo hacemos porque creemos que somos los únicos que poseemos la verdad, los únicos que queremos a nuestros semejantes, los únicos que los representamos, los únicos que los amamos tanto que hasta estamos dispuestos a morir por ellos. Cristos redivivivos, pero ¡él lo hizo porque sabía que iba a resucitar!

¡Y qué vaina! Esos pueblos ingratos no nos entienden y hacen mal uso de su Libre Albedrío y no se aguantan 20 años ni 10 años del tutelar manejo de sus libertades y necesidades, y de pronto surge de la nada un Toledo, un Kostunica o un piche Schroder que obnubilan al soberano y se llevan por delante mi bondadoso, cerrado y todo justiciero Control y me quitan ¡Oh dios mío! el Poder que tanto bien había causado a mis súbditos soberanos.

El debate en el Imperio

En contraste con los 3 pantallazos anteriores me deleité con el Primer Debate de los Aspirantes a la Silla de Emperador del Universo que (%=Link(«http://www.cnn.com/»,»CNN»)%) nos regaló con traducción simultánea.

Y frente al aburrido fluir de los temas que acongojan a los habitantes del País Dueño del Mundo, según Pedro Ortega Díaz, El Mundo del sábado 7-10, no entiendo un carrizo viejo de las verdaderas realidades que mi preparación en la Escuela de Contaduría de la UCV me debió de proporcionar para entender el mundo en que debo subsistir y enseñar a subsistir a mis hijos menores de 20 años, hasta que oigo a Carlos Monzón en su media hora de 7.oo a 7.30 a.m. los domingos en Globovisión y me hace entender que el mundo rueda a otra velocidad a la que no tengo acceso sino estoy conectado, y que como bien definía esta semana Roger Santodomingo es un mundo que se nos va aceleradamente de las manos.

Habilitante y mesa de diálogo

Y a mí, lector acelerado de todo lo que me cae entre las manos desde que aprendí a leer de verdad verdad con la novela de la Familia Robinson para caer inmediatamente en El Quijote sin expurgar, tomados de la Biblioteca de mi abuelo GGG, y que las novelas de Asimov, como la Trilogía de La Fundación, siempre me han dicho que el Futuro tiene muchos visos de esas ensoñaciones, me aterra que el Futuro se nos vaya en pequeños rizos de Control Tercermundista del Hoy Habilitante y de las Comisiones con mesa de diálogo decimonónicas, como las que discutieron Carlos Tablante y Elías Santana el domingo en la mañana con mi novia mediática Nathaly Salas Guaithero. Pura paja mental. Diálogo ininteligible, blandiendo una Constitución Inexistente, frente a la aceleración del otro mundo que todos vemos en los noticieros en vivo y en donde los “soberanos” le tiran trompetillas a los dueños del Control, del Poder y de los Medios y trastocan el Orden firmemente constituido y amparado en una Fuerzas Armadas garantes del Status hasta que ese Orden de vuelve desorden. Y entonces a cambiar de dueño, que eso es lo inteligente.

Mis recomendaciones

E iba a escribir sobre la Habilitante y sobre la Sociedad Civil y llamar el escrito: Obsesión y Arrogancia, pero no, la verdad es que recordando el paneo de Carlos Monzón sobre el mundo digital que se nos viene encima y la lucha de Bill Gates contra el Imperio, que a la larga va a ganar él, el progreso, y no los dinosaurios envejecidos y moribundo llenos de enfermedades terminales, voy a recomendar a Carlos Tablante y a Elías Santana, y a Miquilena y JVR, inauguradores del busto de La Habana, y al Inevitable de los 60, leer, además de la Fiesta del Chivo, o ver los videos de Lima, Belgrado o Berlín o Dresde de esta semana, la trilogía de Asimov: La Fundación y entender que ese futuro camina como las galaxias en la fórmula de la relatividad, en un tiempo acelerado,del cual somos sólo espectadores pero no controladores, y que nuestro papel es el de Facilitadores del Bien Común, pero no sustitutos del querer del soberano. Cero Obsesión, cero Arrogancia.