Otro toro bravo, tapaojeado y nariceado
Saldrá la cólera desde el poder y el discurso del resentimiento en el tiempo por venir. En esa Venezuela, el referente será la dicotomía entre la nación que dijo no, mayoritaria sobre la nación que dijo si; gracias al voto castigo de los que no fueron siendo del si y a pesar del voto regalo de los que no fueron siendo del no. Ahora bien, lo importante ha sido la derrota del fraude constitucional que el poder constituido pretendió hacerle a la sociedad a modo de toro bravo y que ésta contuvo nariceándolo. El Chávez demócrata junto a su proyecto derrotado es “un toro bravo, tapaojeado y nariceado, conducido al matadero por un burrito bellaco” como nos enseño Gallegos, en Canaima, que era la mejor imagen de la historia de Venezuela. El soberano percibió que estaba yéndose muy alto y que pretendía quitarle su poder por lo cual decidió naricearlo y meterlo en el brete de la Constitución de 1999, con la ayuda de los que armados cumplen el juramento a la Constitución.
Luego del referendo, no hay otro meta-proyecto para la república que el Estado social de derecho de la democracia plural que asegure progreso y modernidad para todos. Todos hemos cometido magnicidio al ponerle fecha de vencimiento al mando del ciudadano que pretendía eternizarse y al discurso violento y soez que solo al lumpen entusiasma. Cada vez que brame o embista a ciegas, en el lustro por venir, le halaremos la cabuya atada a la argolla de su condición de presidente nariceado. Oportunidades habrá a cada rato. Sobrevendrá la transición en Cuba, la crisis en Bolivia, la ingobernabilidad en Nicaragua, la implosión del PUS, la perdida de legitimidad y la obligante renovación de los poderes públicos, la debacle económica que se nos avecina y el empoderamiento electoral de la oposición democrática que latera cada vez mas fuerte, la aparición de nuevos actores políticos desde el chavismo y zonas intermedias de la sociedad.
Una fase terminal de cinco años es desesperante para todos. Resonara en nuestras cabezas un “!por que no te largas!”. La dimensión de las decisiones éticas que en este tiempo de cólera y fin acelerara el deterioro de la pobre edificación republicana de esta última década y los demócratas tendrán que exhibir un discurso que reifique la política y la participación. De no hacerlo, vendrá otro sargento, general o teniente coronel, cual toro bravo que quiera adueñarse de la comarca y la historia de Venezuela dará una vuelta mas.
