Opinión Nacional

Palabras del Contralmirante Carlos Molina Tamayo

Muy buenos días a todo el pueblo venezolano. Soy el contralmirante
Carlos Molina Tamayo, egresado de la Escuela Naval de Venezuela y licenciado
en Ciencias y Artes Navales, con master en Estado Mayor Naval, egresado de
la Escuela Superior de Guerra Naval de Venezuela; posgrado en Ciencias
Administrativas de la Universidad Central de Venezuela, ingeniero
electrónico con master en Electrónica, especialidad en Electroóptica y
Guerra Electrónica de la Universidad de la Armada de los Estados Unidos de
América, así como múltiples especializaciones en Venezuela, Europa y Estados
Unidos de América, todo ello gracias a Venezuela.

Durante el gobierno del presidente Chávez he sido ascendido a Contralmirante
y me he desempeñado como Director de Armamento de la Fuerza Armada Nacional,
Secretario Permanente del Consejo de Seguridad y Defensa de la Nación, órgano adscrito a la Presidencia de la República, e integrante de la Comisión Presidencial revisora de la Ley Orgánica de la Fuerza Armada Nacional y de la Ley Orgánica de Seguridad y Defensa de la Nación; actualmente estoy designado como embajador de Venezuela ante la República de Grecia y aún me quedan más de tres años de servicio activo.

Basándome en la Constitución vigente, la cual permite a todo ciudadano expresarse libremente en Venezuela y sin más intención que cumplir con lo que dicta mi conciencia amparado conforme a los artículos 57, 58, 61 y 350 de esta Constitución y sus Preámbulos que me exige la búsqueda del bienestar y sosiego de la sociedad en democracia, ratifico mi compromiso como venezolano de contribuir al mejoramiento del país construyendo una mejor sociedad sin prejuicios, odios ni divisiones.

En consecuencia, protesto enfáticamente la actitud complaciente de algunos miembros del Tribunal Supremo de Justicia, de la Asamblea Nacional, de la Fiscalía General, de la Defensoría del Pueblo, de la Contraloría General y del Poder Electoral que violenta nuestros principios constitucionales.

Asimismo manifiesto públicamente mi rechazo a la conducta violatoria de la Constitución de la República de Venezuela por parte del presidente Chávez y su régimen; mi rechazo al control ejercido por el presidente Chávez sobre el Poder Legislativo y el Poder Judicial; mi rechazo a la permanente actitud del presidente Chávez de dividir al pueblo venezolano; mi rechazo al sostenido deterioro de las relaciones internacionales con nuestros aliados tradicionales a cambio de buscar vínculos con gobiernos no democráticos; mi rechazo a la falta de un Estado de Derecho; mi rechazo a la comprobada y peligrosa relación entre el presidente Chávez y algunos de sus ministros con la guerrilla terrorista colombiana; mi rechazo a la corrupción y mal manejo de los recursos del Estado para financiar objetivos políticos totalitarios y enriquecer a altos personeros del Gobierno; mi rechazo al constante enfrentamiento en contra de todos los sectores de la sociedad venezolana con la intención de destruirlos e instaurar una tiranía de extrema izquierda; mi rechazo al desequilibrio fiscal y al despilfarro de los fondos públicos, al mal manejo de la política cambiaria, así como la creación y aumento de impuestos al pueblo para tratar de pagar la ineficiencia administrativa; mi rechazo a la reiterada acción del presidente Chávez para debilitar la capacidad operativa de la Fuerza Armada Nacional, mermando su moral al tratar de ponerla al servicio de su partido e intereses políticos intentando conformar milicias al estilo cubano; mi rechazo ante la inminente posibilidad de un derramamiento de sangre innecesario instigado por personeros del chavismo y los mal llamados círculos bolivarianos.

En consecuencia, considero imprescindible cumpliendo con el mandato constitucional y con la patria a la cual juré defender, solicitar de todos los sectores de la sociedad que se unan a esta gesta de recuperación de la libertad y dignidad nacional que impulsada espontáneamente por sus más diversos sectores exige el establecimiento de un verdadero sistema democrático. Asimismo le hago un llamado a la Fuerza Armada Nacional y al pueblo a que manifiesten públicamente su rechazo a la posición antipatriótica del presidente Chávez y soliciten su renuncia. De negarse a
renunciar el presidente Chávez, solicito a la Fiscalía General, el Tribunal Supremo de Justicia y la Asamblea Nacional para que en ejercicio de sus respectivas competencias procedan de inmediato al enjuiciamiento del Presidente, so pena de hacerse cómplices como consecuencia de su actuación o a que después el propio pueblo de Venezuela los juzgue y condene. Por todo lo indicado y en uso de mis derechos constitucionales exijo el restablecimiento de las relaciones institucionales y armoniosas con la Iglesia Católica y demás religiones establecidas formalmente en Venezuela; exijo el restablecimiento del Estado de Derecho y el más absoluto respeto a la propiedad privada, así como la creación de toda clase de estímulos y condiciones favorables a los inversionistas nacionales y extranjeros de modo de generar de inmediato altos niveles de empleo y así combatir el hambre que agobia a nuestro pueblo; exijo un ataque sin cuartel a la delincuencia desbordada y el cese inmediato de incentivos a delinquir que vienen siendo promovidos desde la más alta magistratura; exijo la derogatoria inmediata del paquete de leyes que en forma inconsulta fueron aprobadas en abierta violación de nuestras normas y procedimientos constitucionales; exijo la nulidad del convenio petrolero con Cuba enmarcado dentro del Acuerdo de Caracas que entrega a precios viles nuestros recursos naturales; exijo la derogatoria de los decretos que atentan contra el sagrado e inviolable derecho de los padres a decidir sobre la educación de sus hijos y que se haga efectiva la obligación del Estado de atender prioritariamente la educación para que esté a la altura de las naciones más avanzadas, dando el debido soporte tanto a planteles públicos como privados; exijo la efectiva reconstrucción del Estado Vargas y de otros estados de nuestra sufrida patria, convocando para ello toda clase de ayuda e inversiones nacionales e internacionales; exijo el cese de las agresiones contra los medios de comunicación y el más absoluto respeto a la libertad de expresión.

Venezolanos, por Venezuela, su futuro y el bienestar de nuestros hijos, debemos todos como una sola voluntad exigir la renuncia inmediata del presidente Chávez, su tren ejecutivo y seguidamente proceder a lo pautado en la Constitución para que de esta forma evitar la confrontación civil instigada desde el Ejecutivo. Vamos todos juntos a exigir la renuncia de quien no supo unir a los venezolanos sembrando la división, el resentimiento y profundizando el empobrecimiento del país.

Caracas, a los 18 días del mes de agosto del 2002.

Carlos Molina Tamayo, contralmirante.

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