¡Perdone que lo incomode…!
A propósito del artículo de Aníbal Romero, en webarticulista.net, me hago las siguientes preguntas:
Perdone que lo incomode, amigo Aníbal Romero, pero quiero hacerle una sola pregunta en cuanto a la definición de fascismo.
¿Utilizar la etnia, para diferenciar los derechos sociales, no es fascismo?
Basta con que me conteste esa pregunta para que yo quede satisfecho.
Sí es certero en su respuesta, y me demuestra lo contrario, en cuanto a la ausencia de fascismo en el chavismo desde su principio, habrá logrado una triste batalla.
Para mi entender, entre Pinochet y Chávez la única diferencia es “el tilde” de derecha o de izquierda que le impone la intelectualidad del momento. ¿Quiere usted decirme que los de izquierda deben de disfrutar más de los atenuantes (léase aceptación no-crítica por su “ingenuidad revolucionaria”), que los que en la sociedad abierta tienen derecho a rechazarlos, como inminentes peligros a la libertad (vengan de donde vengan)?
Por muy carismático e inconsciente (bruto de buenas intenciones) que sea el discurso de nuestro presidente, rechazo aceptar el “epíteto” de no-fascista.
No sé de dónde saca usted esas aseveraciones. Más bien pareciera ser que está cansado, o que la presión de lo que es “VERDADERAMENTE FASCISMO”, le quita las horas de sueño y lo obliga al facilismo intelectual.
Venezuela (lea bien el discurso de Douglas Barrios), tiene indiscutiblemente otras posibilidades.
Cualquier raza que crea, por su etnia o su genética (zamba, india, negra o blanca), que debería disfrutar de privilegios a causa de su identidad genética, peca de la esencialidad que caracteriza, indiscutiblemente, al racismo más puro que se pueda experimentar.
Los derechos democráticos no tienen color. El reconcomio revanchista (utilizado por el chavismo) de ciertos estratos étnicos de la sociedad venezolana (como evidentemente se han utilizado, sistemáticamente, desde el poder), no es argumento válido para paliar errores de lesa humanidad.
Estimado Aníbal Romero, me gustaría que explicara un poco más su elucidación.
Aunque fuera cierto que Chávez no sabe lo que es fascismo, no le haga usted la cosa tan fácil.
¿Se le olvidó Stalin…?
