Opinión Nacional

Pintando mariposas

Terezín fue un campo de concentración llamado “el gueto modelo”, que existió a las afuera de Praga durante la Segunda Guerra Mundial. Fue un obsequio de Hittler para los judíos, cuyo fin ulterior fue ser herramienta al servicio de la propaganda nazi, ofreciendo información distorsionada, haciendo creer que los 15.000 niños que allí vivían eran bien cuidados. Solo 100 de esos 15000 pudieron sobrevivir. Una mujer llamada Friedl Dicker Brandeis dedicó su internado en el gueto a enseñar clandestinamente arte, pintura y literatura como terapia evasiva a estos niños que tuvieron vidas cargadas de incertidumbre y horror. “…Pinta lo que veas…”, le dijo su padre a Helga Weissova de 13 años.

¿Cómo educar en Venezuela para la paz, la integración y la solidaridad en un país cargado de resentimiento y persecución en un escenario de aparente democracia publicitada con políticas comunicacionales controladas por el Estado? ¿Cómo construir futuro en un país donde se penaliza y persigue al tipo de educación que estimula el aprendizaje precoz en la edad temprana y la libertad de pensamiento a través de la autonomía universitaria? La discusión se mantiene efervescente sobre las competencias para el ingreso a la escuela primaria y la presión presupuestaria ahoga a las universidades.

Son dos los escenarios en juego: el estudiante de escuelas y universidades oficiales con un nivel de exigencia académica distinto al de escuelas y universidades privadas, ambos tipos de estudiantes expuestos a escenarios de violencia e inseguridad en mayor o menor grado. Tiempos difíciles en la educación venezolana, en los que se trata de acomodar estadísticas nacionales como parte de los planes informativos del Estado. Toca a los educadores enseñar a leer y escribir, sumar y restar, enseñar a pintar, bailar y dramatizar sobre la actual circunstancia colectiva, implorando por que los dibujos de los niños sean sin disparos, muertos, atracos, asesinatos y expropiaciones, como los que hicieron los niños de Terezín con horcas, hornos, asesinatos y tumbas colectivas.

             “…Sobre nosotros pesaba el deber de cuidarlos todo lo que fuese posible y educarlos para ser personas honradas cuando este infierno termine…”      Beit Theresendalt.

“…Dejad que los dibujos de los niños sean por siempre sin ataúdes ni horcas como los que los niños de Terezín vieron y dibujaron. Dejad que los niños dibujen sólo días soleados, flores, pájaros y mariposas…».   Helga Weissova.

Dice un proverbio chino:»El aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo» .Que florezcan las artes y reflejen el mensaje que envían nuestras  mariposas.

 

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