Opinión Nacional

Por una unidad inclusiva

La hipótesis no es extravagante: las elecciones parlamentarias del 26 de septiembre son decisivas para el futuro de la República y ciertamente para la democracia. Independientemente de si el teniente coronel o autodesignado comandante en jefe militar sigue encabezando el gobierno y siendo Jefe de Estado hasta 2012 (o 2021 o 2031), la sustitución de una Asamblea Nacional mayoritariamente de acólitos obedientes a las ordenes del Presidente por un poder legislativo autónomo es el primer paso en la reconstrucción de la República severamente dañada y en la reconquista de la democracia que, por ahora, esta en vías de desaparición. La condición para este cambio radical es que la Alternativa Democrática gane la mayoría calificada (de dos tercios) de los curules parlamentarios. Para que ello pueda darse, el elemento más importante es la unidad inclusiva de todos los que estamos comprometidos con un modo de convivir totalmente diferente en la sociedad y su sistema político: no como súbditos sino otra vez como ciudadanos.

Después de muchas reflexiones y discusiones, un grupo de gentes auténticamente preocupadas por el destino de nuestro país hemos diagnosticado, en un manifiesto que está empezando a circular, cuatro aspectos que merecen la atención de todos comprometidos con la Alternativa Democrática.

  1. La Mesa de Unidad Democrática (MUD) esta formada básicamente por los partidos políticos. A pesar de que compartimos el criterio de que los partidos son esenciales para una democracia, pensamos que la sociedad civil organizada debe tener un papel importante en las labores de la MUD, desde la elaboración de las listas de candidatos hasta el diseño del proyecto de país que todos queremos.
  2. La gran mayoría del pueblo venezolano no milita en los partidos ni tiene deseos de afiliarse a ellos, por tener la percepción de su carácter “cogollérico”. La reconquista de la democracia debe implicar la democratización de los partidos para poder promover nuevos liderazgos y nuevas ideas.
  3. No estamos de acuerdo con el termino de Ni-Ni porque se usa bajo la suposición de que los así designados no tengan opiniones y deseos de cambio. La MUD debe hacer un trabajo serio para incluir este sector artificialmente excluido.
  4. Los movimientos universitarios (profesores y estudiantes) pueden hacer contribuciones substanciales a la agenda de la MUD, razón por la cual deben tener voz y voto en las decisiones.

¡No olvidemos que la sociedad civil organizada ha asumido, en varios momentos históricos de la evolución de la República, retos y riesgos y ha construido propuestas y ejecutado acciones concretas, muchas de ellas apuntalando las acciones de la sociedad política!

Estas inquietudes apuntan a la necesidad de crear una unidad verdaderamente inclusiva, no una en la que algunos actores, ejerzan una hegemonía que tiende a la exclusión de gran parte de la sociedad civil organizada y, por ende, de muchos venezolanos.

Espero que se me entienda bien: no estoy ni estamos opuestos a la MUD. Celebramos sus avances. Pero este reconocimiento no nos quita el derecho y el deber ciudadanos de hacer públicas nuestras críticas. Estoy y estamos dispuestos a discutir los puntos de vista aquí resumidos, para establecer esa unidad nacional inclusiva que, sin duda, se reflejará en los resultados de las elecciones parlamentarias y se proyectará, plural y dinámica, hacia el futuro.

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