Porque te tengo y no
Este título de unos versos de Mario Benedetti (Gracias por el fuego), me ha hecho pensar en lo subversivo e irracional que es tener el poder y no ejercerlo, como le está pasando al Presidente.
Es subversivo porque los espacios de poder que no desea ejercer se los ha trasladado a un “congresillo”, designado a dedo, que legisla sin un marco de referencia como debería ser un proyecto de desarrollo. Es irracional porque ha subrogado el mandato del pueblo a sus propias apetencias personales de ostentación. ¿Para qué concentra tanto poder si no lo va a ejercer?, esa es la pregunta.
Explíquele al pueblo, su “soberano” que no come, que es asaltado y vapuleado en cada esquina y que no tiene trabajo, que su Presidente los engañó. Que no decide en materia económica porque no sabe, no quiere ó tiene miedo. La recesión económica ha llegado a tal extremo, que para restaurar la confianza que hace falta para encaminar la economía va a tener que dejar a un lado su soberbia y agresividad para dialogar precisamente con los liderazgos de Fedecámaras y la CTV que tanto ha denigrado, y llegar a un gran acuerdo nacional. No basta con acumular divisas, bajar los intereses y el IVA y crear espejismos aumentando los salarios por decreto. El Presidente tiene que ejercer el mandato para el cual fue elegido.
Los venezolanos somos lo que somos, no se puede pretender cambiarnos por otra idiosincrasia. El reto está precisamente en gobernar para la pluralidad que constituimos esta patria. Es mucho más fácil gobernar en “un mar de felicidad”, por decreto e imposición, pero eso no es lo que hemos elegido ni queremos los ciudadanos de esta tierra bendita y, en última instancia, los Zulianos tampoco tenemos miedo a “repensarnos”.
