¿Presidente o Patán?

A nadie debería sorprenderle el abusivo lenguaje del presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías, hombre de poca educación, quien jamás logró llegar al coronelato por su manifiesta incapacidad académica, ni lograr un título universitario por lo mismo. Basta ver que está rodeado de puros mediocres que son incapaces de empujar el carro de la economía venezolana y que actúan como el gato dentro de la carnicería.

El soez lenguaje de Hugo Chávez, no es el que le conocimos en los noventa cuando después de su libertad, gracias a un Presidente democrático como Rafael Caldera, hombre cristiano y sano, benevolente y creyente en los seres humanos, buscaba, afanosamente, el respaldo popular, pudiendo engatusar a moros y cristianos.

Los insultos misoginitos a sus ex esposas o compañeras, a personajes como Condoleeza Rice, canciller de EE.UU., a las mujeres venezolanas, en general, a la Canciller de Alemania, mujer de 51 años, quien militó en las juventudes comunistas (en Alemania del Este (se llamaban Libre Juventud Alemana) siendo encargada de propaganda.

Chávez, ignorante y patán, la acusó de fascista, de ignorante y de cuanto se le vino a su resentida mente. Seguramente no debe saber que Angela Markel es doctora en física cuántica y que se ha destacado en ese campo. La Canciller Markel, es miembro, actualmente, de la democracia Cristiana alemana y está considerada como la mujer más importante y popular del mundo.

Hugo Chávez, siguiendo una escuela que nada tiene de escolástica, (no cree en la verdad, ni en Dios, ni hace el bien, ni piensa como cristiano, practica la brujería y es hereje) se ha dedicado durante los 10 años de su mandato a despotricar en contra de moros y cristianos y de hablar sobre un millón de temas que no maneja ni conoce, quedando en ridículo ante los políticos extranjeros incluyendo a aquellos que como Lula Da Silva, le palmotean el lomo para sacarle dinero para sus proyectos binacionales en donde sólo actúan las empresas brasileñas.

Trata de subvertir el orden en Latinoamérica a costa del hambre de su pueblo, con una doctrina que no es tal, con un socialismo que es incapaz de entender y menos de explicar a sus cipayos políticos, y como no tiene instrucción ni decencia política responde a las críticas u opiniones con frases huecas e insultos que solo usan los hampones. Los discursos a sus cipayos son en lenguaje coa porque sólo de esa manera se entienden. Persigue no solo a académicos y estudiantes sino que a todo lo que tenga visos de inteligencia. Como un nazi cualquiera solo le falta gritar en público una arenga que diga «muera la inteligencia». Total, como dijo Unamuno «lo que la inteligencia no da, Salamanca non presta» y Chávez, obviamente, no quiere a seres pensantes a su alrededor porque su pobre pensamiento es único. Tan único que sus seguidores (¿mentores?) como Martha Harnecker, Heinz Dietrich, Rabinet y otros bien pagados, ya se atreven a criticarlo. Hasta el baboso de Tascón, lo abandonó pues, como se sabe, cuando el barco se hunde las primeras en tirarse al agua son las ratas.

Chávez con su lenguaje no solo inspira malestar, descontento y vergüenza ajena. Comienza a inspirar rabia y eso es peligroso. No todo el mundo tiene el aguante que han tenido sus aún miles de cipayos. Hasta los ingleses fueron abandonados por estos, y por qué no, Chávez no será una excepción en esta regla. Los pueblos se cansan y terminan colgando como los italianos a sus Benitos en los faroles…