Programa, Patria y Socialismo
No deja de llamar la atención el Programa de la Patria, presentado por el hoy fallecido Comándate Hugo Chávez ante el CNE, en el momento de inscribir su candidatura; específicamente en lo referente a su segundo objetivo histórico, donde señala la necesidad de continuar construyendo el Socialismo Bolivariano del siglo XXI, como alternativa al modelo salvaje del capitalismo y en la búsqueda de asegurarle a los venezolanos, la mayor suma de felicidad posible.
Ya antes del 1848, cuando Marx y Engels, publicaron aquel manifiesto donde se anunciaba lo del fantasma recorriendo al mundo, se había escrito toneladas de letras sobre el socialismo, incluso el romántico. Mucho antes que a Bakunin y Proudhon se les metiera el anarquismo en la cabeza, en contraposición de lo denominado por ellos, como el nuevo Capitalismo de Estado, propuesto por los Marxistas, existía debate acerca de como emancipar a las masas y con ellas construir la nueva sociedad.
No estamos en los tiempos de cuando por televisión se manipulaba a una población atemorizada por los embates de una vanguardia ultraizquierdista, empeñada en imponer su socialismo a trocha y mocha por vía de las armas; y mucho menos en los días donde una candidatura, como la de José Vicente Rangel, propuesta por el naciente Movimiento Al Socialismo provocara una feroz campaña de terror, al pretender vincularlo con un comunismo lleno de alambres de púas y acciones terroristas.
Vivimos un cambio de época, diría Correa, socialista moderado y reelecto Presidente del Ecuador. Así que no tiene ninguna pertinencia, seguir empeñados en pretender asustar a la sociedad, como tozudamente hace la oposición, con el coco del socialismo. Así como tampoco tiene sentido quedarse callado ante la conducta de muchos funcionarios, especialistas en pavonearse de socialistas, a nombre de una revolución, donde son muchos los males dejados en el desempeño de sus funciones.
Nicolás les ha anunciado a todos aquellos criticones del ultra chavismo y de la oposición, que se pongan en sus pantalones y asuman de una vez la aplicación del Programa de la Patria; y en eso hasta yo sería el primero en largar el forro, por la aplicación del susodicho plan, de no ser porque aquí en vez de tener activistas revolucionarios, empujando a las masas a dar el salto definitivo, tengamos la existencia de una boliburguesia, amamantada por los dólares robados a través del cadivismo.
En lo absoluto nadie rechazaría este Plan, si las grandes ciudades no tuviesen fines de semanas bien rojitos, producto del delito que guapea en cualquier esquina, y no hubiese el drama de las colas, aliñadas con la difícil e incontrolable escasez. En fin, el nuevo gobierno y su pregonado socialismo, pudiera conseguir el apoyo de quien votó o no por la propuesta del Comandante, si tan sólo comenzara a ejecutarlo de forma tan sencillo, como el secreto de hacer las cosas rápidas y bien hechas.
